lunes, 9 de marzo de 2020

VIRUS DEMOCRÁTICOS Y NO

En principio el coronavirus parece democrático. Infecta al rico y al pobre, al oriental y al occidental, al del norte y al del sur. La  lucha que conlleva, al menos en los dos países más afectados hasta ahora, China e Italia, roza la línea roja de los derechos individuales. Según Conte, el premier italiano, sería criminal ocultar la gravedad del tema. Con lo  mismo Conte manda aislar  a 16 millones de lombardos y vecinos. China sella la provincia de Huwei que es como un país entero. Que nadie se mueva. Pero este planeta llamado Tierra a es puro movimiento. Hay una contradicción: si esto se para se colapsa. La ciencia tiene que correr a la velocidad del rayo buscando una solución-. El covid-19 noes como los hekura, o malos espíritus, que llevan las enfermedades a l os yanomamis. Otros piensan que se trata del diablo  de turno. Pero ¿quién es  ahora el responsable? ¿El maligno  puede ser Darth Vaser, O las cotorras más que los murciélagos. En la Melanesia  omen murciélagos, a los que llaman zorros voladores, con sumo placer.. Y en Polinesia igual. En el reino de Tonga hay toda una reserva de árboles con murciélagos intocables, o sea, tabú. Son para que se los coma el rey. El rey de Tonha siempre pesa mucho, más de cien kilos como poco. Claro que, ¿y si el murciélago no no tiene que ver  ver con el coronavirus? DEste virus d algún sitio vendrá, y no de una mitología, del espacio exterior, o así. Más bien vendrá de algún erro casualmente r intencionado.

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7 comentarios:

PF dijo...

Buenas tardes,

A la expectativa estamos, supongo que el aislamiento y confinamiento llegará antes de Semana Santa, no sea que se ponga demasiado tarde la línea roja y tengamos que parar las procesiones. Uno escucha las noticias y navega entre la incredulidad y el miedo, entre las mascarillas y el gel del primer mundo a viajar en un transporte público saturado y lento cuan un Toy Train de la India.

Y como uno no sabe que pensar y para quitar un poco de hierro habrá recuerdo esta facecia narrada por Constantino Cabal:

Una señora muy fina tuvo necesidad de ver al médico y le expuso su mal de esta manera:
—Señor meriquiqui, he comido unas atrevidilias que se me pusieron en el crisol... Me duele la media naranja, me tiemblan las columnas y se me descompuso el artificio.

—Señora—le dijo el médico—, no la he entendido a usted una palabra.

—Pues entonces— respondióle la señora—que le explique mi criada lo que tengo, que ella es más basta que yo.

Y la criada habló así:
—Señor meriguico, mi señora ha comido unas jabarrotas que se le pusieron en el pechaco, y le duele la caraca y le tiemblan las pernacas...


En estos momentos no parece claro si quedarse con la explicación de la señora o la criada…como dijo Carroll: “Si así fue, así pudo ser; si así fuera, así podría ser; pero como no es, no es. Eso es lógica” … a ver a dónde nos lleva esta o si caminamos por la senda de la irracionalidad, muy pronto lo veremos.

Un saludo,
Patricia

Luis Pancorbo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
juan de la cruz471 dijo...

Según parece la extensión ha sucedido, hace más de dos semanas en un velatorio de Vitoria alguien lo llevaba y hace dos o tres días nos enteramos. ¿Cuántos velatorios habrá habido en España en este tiempo? yo estuve en uno, de verdad, y el tráfico de besos y abrazos era temerario. No podemos aislarnos de los chinos de los italianos y de los riojanos, así que creo que vamos a tropezar con los bichos coronados: dios nos coja inmunooptimistas y no inmunodeprimidos.
Aunque la economía se ralentiza y va dando bandazos la bicicleta, porque la gente no la pedalea como antes; se cae la demanda mundial y singularmente la de petróleo, ahora los aviones vuelan menos: hay menos chorradas por el cielo: el sueño de Greta Tundberg la pesadilla de los accionistas de las compañías aéreas y del turismo mundial.
A lo mejor era así el violento volantazo que salvaba al mundo del cambio climático. Puede que los sobrevivientes empecemos a vivir con lo esencial.

Pero Luis, en tu vida viajera ¿te dieron a probar el pangolín o el murciélago? Si así fuera puede que tengamos que utilizarte de hombre-medicamento, como a los supervivientes del ébola.

B Fernandez dijo...

Parece que la historia otra vez vuelve a girar, en la edad media la peste negra que se inició en China y diezmo a la población mundial, entro en Europa por Italia. Todos tenemos muy presente las máscaras de “il dottore della peste” que se utilizan en el carnaval veneciano, y que en vano utilizaban los médicos medievales para protegerse de la peste. ¿Nos sucederá ahora algo parecido con este nuevo miasma? ¿Será una falsa alarma? ¿Seguiremos los pasos chinos e italianos? Aunque la situación no parece catastrófica por el momento, ya de atisban las peores reacciones posibles, precio de mascarillas, ladrones haciéndose pasar médicos para robar a ancianos, entre otras cosas. Si la cosa va a peor, no podemos imaginarnos lo que sucederá. Mientras tanto, como casi siempre, algunos ganando con la especulación y el miedo.

En nuestro caso parece que la reina roja no es que camine el doble, para quedar en el mismo sitio, sino que, a pesar de caminar, retrocedemos. Por otra parte, padecemos cierta perplejidad, porque si la cosa es muy seria, todos estaremos de acuerdo, en que se deberían tomar medidas serias y no pensar en procesiones. Pero las palabras a veces, contradicen a la realidad.

Si llegamos a la situación italiana actual, pensemos en sacarle partido, quince días de relax en casa para deleitarnos con la relectura de nuestros textos favoritos tampoco parece una cosa tan desagradable, y si todo pasa sin muchos contratiempos, podemos instaurar una fiesta anual que conmemore este acontecimiento, que para eso en España somos de los mejores. Así compensaríamos las perdidas apocalípticas que auguran si la cosa se pone fea. Aunque la calma no es cosa fácil como nos recuerda Conrrad "¡Mantén la calma!", le ordené furioso. Pero era igual que si le hubiera ordenado a un árbol que no se inclinara bajo la acción del viento

Saludos,
Benito

Luis Pancorbo dijo...

Bueno, Juan, no me veo como el hombre medicamento, Si supieras las veces que tuve que rechazar condumios... LO importante de la observación en antropología es poder participar o no. No está claro que la observación haya de ser siempre participante.

Ahora viene un problema antropológico: todo el mundo participa en la caza del tesoro, es decir, la caza del coronavirus. El mundo, como ves, se ralentiza porque hay algo que no se sabe bien. Un extraño mecanismo viral nos hace un `palmo de narices.
Pero, bueno, hay que decir que todo está bajo control. Y amén.

Un abrazo
L.

Luis Pancorbo dijo...

Conrad, Benito, hubiese tal vez recapacitado antes de responder. No lo sé, eso sabemos. Sabemos algo de navegar entre escollos. Un tifón nos sobrepasa. Hay que esperar que pase solo. Esta manta de virus sueltos sobre el planeta no se corresponde con nuestra arrogancia. Pero si íbamos a Marte en pocos años. Pero si íbamos a ser inmortales en algo más de tiempo....
Una clave es la de los siete mil quinientos millones de humano que somo ya y reclamando comer, beber, pero también toser, carraspear bisbisear... Los besos los dejamos para primavera-verano si nadie lo toca también.

Un abrazo
L-

Luis Pancorbo dijo...

Patricia, hay una especie de entronque entre Cabal y Carroll que vienes detectando con mucho acierto.
Si fuésemos virólogos, que nunca fuimos, pero a este paso quién sabe si lo seremos, esta oleada ppandemia es de las de parar el planeta que yo me bajo.
Y eso que no es la peste negra,
Bergman, que tenía ese tipo de humor sueco casi metafísico por su finura, hacía jugar al ajedrez a su Caballero y a la Muerte.
Ahora alguien ha abierto la caja de Pandora y van saltado los coronavirus. Jaque mate. Bueno, dejémoslo en jaque a la reina (roja).
Un abrazo
L.