domingo, 7 de marzo de 2010

TIERRA BALDÍA

Decía el maestro Octavio Paz, a quien recuerdo siempre con gran gratitud por haberme recibido en su casa de México D.F., que "hay signos en el cielo de la historia pero son confusos". Pongamos que hablamos de España. Octavio Paz había creído en la ruptura, en la revolución, y cuando analiza la poesía de Eliot ("La tierra baldía") contrapone sus ideas juveniles con las del poeta inglés, partidario de la fidelidad a la tradición y de la autoridad. "Otros creíamos en la subversión y el cambio", dice Octavio Paz, pero acto seguido no se queda con ninguna de esas dos posturas, ni la suya ni la de Eliot. Paz prefiere con el tiempo posiciones más matizadas, menos absolutas, y es lo que uno viene a querer aplicar a nuestro tiempo y país: "Hoy sabemos que la salud espiritual y política está en...las palabras que fundaron la Edad Moderna, tales como libertad, tolerancia, reconocimiento del otro y de los otros. En una palabra: democracia". Bien, todo eso hay que reinventarlo, pedirlo y lucharlo, porque lo que parece ganar es la dejadez, manipulación, mediocridad, aplastamiento del contrario, ordeño de las vacas estatales, autonómicas y municipales, nepotismo, amiguismo, enchufismo, Martínez Soria en la 1 de TVE un día de huelga y ¡Viva Cartagena!, por decir cualquier cantón que conste de un solo individuo que se alza como súbdito y soberano al mismo tiempo de su propio reino. Así cualquiera.
Pero ¿por qué no se frena la conversión de España en una tierra baldía?

Otras sugerencias y datos en mi pág web:
http://www.luispancorbo.com/
http://www.otrospueblos.com/