Lo cierto es que China se ha recuperado de la pandemia que nació en algún lugar de Wuhan hace un par de meses. China ha enviado una brigada de élite, compuesta por doctores y enfermeras, a la Lombardía, la región italiana más afectada por el Covid-19. Cuando todo empezó, o se supo que había empezado, se estrenaba el Año Nuevo chino, el Añlo de la Rata. Algunos países occidentales miraban a los chinos por encima del hombro. Producía cierta hilaridad que los chinos quisieran comprarse tantas mascarillas en las farmacias españolas. Se ha dado la vuelta al calcetín. La Rata se ha convertido en un Dragón., como en los mejores cuentos chinos. Por fortuna en España tenemos la mejor sanidad del mundo y en Estados Unidos también. O sea, la historia del mundo, que ya ha empezado otro capítulo, recuerda para variar el cuento del rey desnudo.
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9 comentarios:
Buenas tardes,
Lo primero, que me alegra leer un nuevo comentario estos días que uno pasa de la incredulidad al miedo, de querer estar informado a desear vivir en la ignorancia, de cambio del mundo terrenal al virtual, del calor solar al calor del hogar, del aire libre al aire acondicionado…y todo en veinticuatro horas, aunque ya se supiera desde hacía semanas y nadie de los que podían, haya hecho nada para mitigar sus efectos.
Desde luego se necesita, si es que existe, que nos arrojen luz sobre el asunto, que nos digan si llevamos un traje o si vamos desnudos, necesitamos un poco de luz, aunque sea cegadora, narraba Boira en uno de sus cuentos:
Iba de noche un ciego por la plaza con una luz y un cántaro de vino.
— Vaya una ocurrencia, le dijo un amigo; ¿para qué quieres la luz si nada vés?
— La quiero para que los locos como tú no tropiecen con mi cántaro y me lo hagan pedazos.
Y antes de dar por finalizadas mis palabras, en esta etapa, en que las plazas están desiertas, aunque muchos silencios son más ruidosos que las palabras, recuerdo este poema de Machado:
A la desierta plaza
conduce un laberinto de callejas.
A un lado, el viejo paredón sombrío
de una ruinosa iglesia;
a otro lado, la tapia blanquecina
de un huerto de cipreses y palmeras,
y, frente a mí, la casa,
y en la casa la reja
ante el cristal que levemente empaña
su figurilla plácida y risueña.
Me apartaré. No quiero
llamar a tu ventana... Primavera
viene? su veste blanca
flota en el aire de la plaza muerta?;
viene a encender las rosas
rojas de tus rosales... Quiero verla...
Espero que en esta primavera que iniciamos la situación mejore y que todos continuemos bien, un saludo.
Patricia
Cuba también está enviando médicos y enfermeras a Italia y América Latina. Tal vez lo peor esté por venir, recordando la gripe española, que dio tres embestidas. Lo que está bastante claro, es que la falta de humildad ha corrido a raudales en los últimos lustros por muchos lugares.
Total, era como una gripe y simplemente parecía afectar a las personas mayores ¿Menos pensiones a pagar pensarían algunos?... Ahora todos tenemos que estar confinados en casa. Llevamos camino de ser el país con unas de las manos más limpias del mundo, pero eso no parece evitar que nuestros muertos se cuenten por miles.
Nos toca esta vez, no intuir, sino ver lo mejor del ser humano en muchas circunstancias, y hay que añadir que también nos está tocando vivir, lo peor de nuestra especie. Mención aparte, y espero que tiempo tendremos para analizar, lo que han hecho y harán los que dirigen las cuestiones, pero eso ahora, es harina de otro costal.
Umberto Eco como siempre certero: "Sabemos muy bien cómo destruir una ciudad y cómo transportar información a bajo costo, pero todavía no tenemos ideas precisas sobre cómo conciliar el bienestar colectivo, el porvenir de los jóvenes, la superpoblación del mundo y la prolongación de la vida..."
Mis mejores deseos y un saludo en estos tiempos.
Benito
Sería mejor que la primavera fuese otra, la de Machado que nos traes, Patricia, sutil como su decir poético. Acaso. Pero a lo mejor nos tiramos la primavera en una larga cuarentena. A lo mejor llega el verano y no se ha muerto el bicho. Por cierto, nadie habla de qué bicho se trata el coronavirus. ¿No era algo que venía de un murciélago? ¿En que quedó la hipótesis del pangolóin?
O sea, ¿quién destapó la caja de Pandora que mete en casa a unos 2.500 millones de humanos, atónitos por perder lo ganado?
Nadie sabe cómo ha sido.
Cuidado con la sonrisa de la primavera. Estamos rodeados, o sea, prisioneros del tiempo futuro.
Salud y abrazos
L.
Gracias, Benito, por tus buenos deseos y por tus palabras certeras como siempre.
Es pala estar algo anonadado.
Así de repente asistimos en vivo y en directo -de momento- a cómo la
Historia, ia vieja, la de ayer, se derrite ante nuestros ojos. Y cómo nace otro capítulo del mundo, del tiempo, del ser humano (aunque a veces no sea muy humano, la verdad).
¿E nuevo capítulo del planeta será mejor que el que está enterrando el coronavirus?
¿Y si logramos salir del Civid-19 qué pasará si brota un Covid-20, ó 21, o 22 ...?
La caja delos virus está a mano.
Bon courage y fuerte abrazo
L-
La verdad es que nos estamos llevando una soberbia lección o viceversa.
Hoy el gobierno anuncia que se paraliza toda la economía menos los servicios superesenciales. Hay que contener la respiración hasta llegar al famoso "pico". Pero este es como el de L'Alpe dHuez. Aunque no se sabe, ni ellos quieren decir, por qué curva vamos.
Creo que si pudiéramos detendríamos las manifestaciones del 8 de marzo, hubiera sido mucho más sensato. ¿Dimitirá alguien?
Esperemos qie las mascarillas lleguen aún a tiempo. El tiempo es muy valioso -ya lo dices, Juan- para lidiar con una epidemia desde el principio.
O pandemia. No es una guerra química, por supuesto, como la que dejó millones de muertos en la Primera Guerra Mundial. Y tampoco, por fortuna, es como la gripe, llamada española, que vino a continuación en el 18.
Esto es un virus de raro origen y aún incierta mutabilidad. Como de diseño, como se dice ahora.
Ánimos y abrazos
L.
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