Sigue la pandemia sin cifra cerradas, ahora sobre todo en
América, África y la India. Cambia y cambiará la faz del planeta en muchos aspectos. Ya vuelve con enorme
fuerza la iconoclastia. No se derriban cruces, como la del Valle de los
Caídos, ni imágenes de Shiva y Buda, sino de racistas ilustres por machacar esclavos
y demás. Es a raíz del nuevo modo de asesinar
con la rodilla derecha como hizo un
policía de Minneapolis al afroamericano George Floyd generando una repulsa que
no tiene trazas de acabarse, como es lógico. El contagio ha llegado desde los Estados
Unidos al Reino Unido. Allí ya han
tirado la mar en Bristol la estatua de Edwaed Colsron , eximio negrero. Y se
quiere quitar la efigie de Sir Ceciul Rhodes, que se apoderó de una buena parte de África y sus
riquezas en época victoriana. Por él se llamó así a Rodesia al Norte (hoy
Zambia) y Rodesia del Sur (hoy Zimbawe). Hasta
hay quien quiere quitar estatuas de Churchill,
magnífico corresponsal de joven en Sudán y en Suráfrica, y el longevo político inglés que luchó contra
Hitler yle ganó con una capacidad de comunicación
extraordinaria: él dijo lo de sangre, sudor y lágrimas, en uno de sus discursos
memorables.
ro en España no ha habido racistas ni negreros, a quién se le ocurre. Contó Borges quin e escrbió que el Padre de las Casas, protector de los indios, pero sugiriendo al mismo tiempo para aliviarlos importar negros de África. Vaya negocio. Y por otro lado, tenemos a los Reyes Católicos, que unieron España en 1492, menos Navarra, y patrocinaron a Colón, pero se apuntaron la desdichada expulsión de judíos y moriscos, que en realidad eran tan españoles. Y luego los persiguieron. Y además esos Reyes Católicos abrieron el camino a la la Inquisición, donde no faltaron autos de fe. O sea, quemar a otros, un antecedente con capuchón del Ku Klux Klan. Sin embargo fue un extraño racismo el español. Los españoles criminalizaron desde el principio a otros españoles, aunque su presunto delito era ser de de otra religión. Y así vamos.
ro en España no ha habido racistas ni negreros, a quién se le ocurre. Contó Borges quin e escrbió que el Padre de las Casas, protector de los indios, pero sugiriendo al mismo tiempo para aliviarlos importar negros de África. Vaya negocio. Y por otro lado, tenemos a los Reyes Católicos, que unieron España en 1492, menos Navarra, y patrocinaron a Colón, pero se apuntaron la desdichada expulsión de judíos y moriscos, que en realidad eran tan españoles. Y luego los persiguieron. Y además esos Reyes Católicos abrieron el camino a la la Inquisición, donde no faltaron autos de fe. O sea, quemar a otros, un antecedente con capuchón del Ku Klux Klan. Sin embargo fue un extraño racismo el español. Los españoles criminalizaron desde el principio a otros españoles, aunque su presunto delito era ser de de otra religión. Y así vamos.