sábado, 7 de marzo de 2015

EL AÑO HISPANO DE LA MARMOTA

En España no tenemos a la marmota Phil, ni falta que hace: el buen tiempo es a ojo. Ya no se ha inundado la ribera del Ebro hasta el próximo año. Y el mal tiempo en realidad es algo que ocurre en este país desde 1640, cuando el alzamiento de Portugal y Cataluña. Bien es cierto que tres años antes, en 1636, se evitó una ocupación francesa en toda regla gracias a detener en Fuenterrabía al ejército galo al mando del príncipe de Condé y a su flota al mando del arzobispo de Burdeos. Y sin embargo, tres años más tarde si hacemos caso a los sensatos 'avisos de Pellicer' España está en coma: "España sin Olivares, sin gobierno y sin pulso, en 1643". Las palabras que definen aquel momento de crisis de hace ya casi cuatro siglos son mustiedumbre, desgana, desistimiento (de la empresa imperial). ¿Empresa imperial? Aquí nos bastaría con que fuera menos sofocante el sistema de corrupción. Con todo, esta primavera dará inicio un nuevo giro de la historia española sin tantas pretensiones reales ni imperiales: no en vano nuestros mejores estudiantes emigran y la regeneración habrá que ver si puede ganar al bipartidismo. Si lo que viene son pactos, adiós regeneración. Quítate tú un poco que meto a mi sobrina. No parece que esto vaya a ser un nuevo ciclo, o un ciclo cósmico. ¿Cómo se disolverá la kaliyuga hispana?


www.otrospueblos.com,
www.luispancorbo.com