Con un enorme alivio, no exento de sorpresa. viene la noticia de que el actual gobierno en funciones va a retirar pronto las concertinas de Ceuta y Melilla. No se pueden olvidar las imágenes de seres humanos, enjaretados y desgarrados, que se quedaron colgando de las cuchillas en el último asalto e este verano. Por supuesto tampoco fue reconfortante que la entrada al reino de España implicara un ataque contra la policía fronteriza usando los emigrantes ácidos, excrementos y y otras armas así.
La concertina, que instauró el gobierno de Zapatero, con la reválida de gobiernos sucesores, se creyó una gran solución migratoria Sólo quedaba por experimentar el electrificar la valla,
al estilo acaso de los campos de exterminio nazis, o incluso ametrallar directamente a quien se acercara. Por el contrario sin las concertinas España puede poner en marcha su capacidad en obras públicas, ingeniería, arquitectura, en muros, puentes y caminos para hacer una frontera no solo moderna sino que deje ilesos a quienes pretendan pasarla.
Si se quitan las concertinas en dos semanas es que ya se habrá dado con una solución alternativa.Cierto es que las concertinas, un invento español, fue un renglón de nuestras exportaciones, sobre todo a Hungría, pero a lo mejor hay otros productos que hacen felices a los bolsillos implicados o perdedores.
Hay que imaginar cómo han visto en África la frontera española hacia el paraíso europeo. Y no en la Edad Media sino ahora.
Ahora el paraíso es nuestro, claro que de unos más que de otros.
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10 comentarios:
Buenas tardes,
Parece que hay prisa por aplicar el dicho que si quieres tener un buen huerto, plántalo en el mes muerto, esta vez, no han dejado pasar ni una etapa de reflexión posterior, que es cuando hace falta, pero claro, diciembre está ahí, y las navidades con sus luces y destellos apremian.
Los menos quizás, creemos distinguir los molinos y vemos las aspas que lo hacen andar, cuando nos dicen que son gigantes, de otro modo, esperamos que no nos manteen como a Sancho o que no nos den una manta partida, como la de aquel paisano mayor, de un pueblo de las Regueras que lo querían echar de casa.
Le dice el padre al nieto:
-Vete arriba y dale una manta vieja a tu abuelo para que marche por el mundo.
Baja el niño con una buena, y le dice el padre: ¿no había una más ruina?
Le dice el hijo:
-No, esta es para usted, para cuando sea como él.
En fin, como diría Sherlock Holmes: “no debemos fiarnos de los planes que hacen otros”, ¿elemental?
Un saludo,
Patricia
Hay murallas que se erigen para evitar la entrada y otras se construyen para evitar la salida, pero en uno y otro caso, siempre tenemos personas perjudicadas y otras que creen estar muy beneficiadas, unas porque creen que serán invadidas por oleadas de salvajes y perderán trabajos y sus pocos beneficios, y otras porque creen que así no perderán sus privilegios… Aún podemos identificar otra categoría, la de los que aprovechando la situación alimentan los odios en su propio beneficio. La ambición embriaga más que la gloria como dice Proust
Los exterminios nazis entre otras atrocidades del siglo XX, tal vez, sea el ejemplo de lo que es capaz la mezcla de perversidad humana y tecnología. Nuestra especie contra sí misma. En este siglo XXI estamos avanzando hacia la época de la electrónica en la que las máquinas con la llamada inteligencia artificial se están humanizando, sin embargo, cada vez parecen crecer más muros y no solo físicos en los que las personas somos menos humanas y más estadísticas. Una nueva paradoja de nuestro tiempo.
Quevedo apuntaba hacia un mal que dicen muy nuestro, La envidia es flaca porque muerde pero no come. Pero Conrad en sus tinieblas señalaba en una línea que parece más universal … Vosotros sabéis que odio, detesto, me resulta intolerable la mentira, no porque sea más recto que los demás, sino porque sencillamente me espanta. Hay un tinte de muerte, un sabor de mortalidad en la mentira que es exactamente lo que más odio y detesto en el mundo, lo que quiero olvidar….
Saludos,
Benito
Tengo un amigo músico a quien le escandalizaba que se usara el nombre concertina como eufemismo para estas cuchillas insertadas en alambre concebidas para desgarrar la carne de quien se roce con ellas. Nada de eufemismo ni mucho menos de eufonía: este ingenio es algo más desconcertante que concertante, y altamente más ofensivo que ese simpático instrumento que se asocia a los marineros que por mucho que desafinen, nunca agreden tanto como una máquina de picar carne. Supongo que los que quieren entrar seguirán pagando un precio altísimo por su sueño.
Qué cruel esa historia generacional. La manta vieja y la manta buena me recuerda, Patrricia, que hoy mismo los pensionistas han salido a la calle para reclamar por lo menos mil euros al mes. Con menos dinero en España se hacen acrobacias. Y entonces por qué quieren venir los africanos a este paraíso. Hombre, ya es hora de quitarles las concertinas que convierten el reino de España en una especie de castillo de los cruzados en Tierra Santa. Aún no se ha probado echarles aceite hirviendo para que no entren. Pero desde luego si el hobierno en funciones quita las concertinas eso que gana la historia patria.
Un abrazo
L-
Es verdad, Juan, que el nombre de concertina es desconcertante para alfo tan monstruoso. Garrote vil en cambio es una expresión muy adaptada a su acción. Concertina, dices eso, y te recuerda Venecia (salvo cuando necesita ya mil millones de euros para reparar su actual acqua alta).
Pero en fin, que se quite ese horror de Ceuta y Melilla no creo que sea una mala idea. Igual se encuentra otro sistema menos sangrante para entrar en el paraíso europeo. Pasen y vean.
Un abrazo
L.
Bueno, Benito, uno modestamente tiene a Conrad por su santo laico. La mentira, cielos, detestarla, pero sí eso es lo que barniza este nuevo mundo feliz.
Por eso, cuando una promesa, como la del ministro Marlaska, se dirige a un cierto cumplimiento, quitar las concertinas, uno se estremece. Todo eso estaba olvidado hasta el próximo asalto a la valla. Pero la carnicería humana en la frontera de España es lo intolerable. Y como bien dices, sucediendo en una época dorada y panóptica, cibenética y demás.
Claro que sin la mentira ¿ a qué se van a dedicar los políticos, periodistas, militares, catedráticos, abogados, publicitarios, sacerdotes y un sinfín de vendedores de humo habitual?
Corramos, pues, una cortina de humo, sólo faltaría,
Un abrazo
L-
Las concertinas son terribles y no solucionan nada, no deben de estar (yo me alegro si las quitan). Pero hay un problema que hay que mirar desde más arriba, de desigualdad y de exceso de población a nivel mundial. Y que va a peor. Y la solución a ese problema es fea, de manera irremediable. Si no dejamos entrar a nadie, somos unos indeseables. Pero dejar entrar a todo el mundo, que puede parecer algo idílico, tendría unas consecuencias pésimas. En particular porque aquí no hay sustento suficiente para todos, ni trabajo (ni siquiera para los de aquí).
Recuerdo unas palabras de Julio Anguita, acerca de las concertinas: “¿Pero tanto cuesta hacer un muro?” (Nótese que un dirigente de izquierdas de verdad de toda la vida es capaz de discernir entre la barbaridad que son las concertinas, pero la idiotez que supone abrir la frontera; él no niega la necesidad de una barrera, lo que no está bien es que la gente se lesione. Y, nótese por otra parte, que no sabe lo que cuesta un muro).
De modo que, en una situación en la que hay que tomar una decisión, el gobierno (sucesivos gobiernos), parece que pretenden dar gusto a todo el mundo, cosa que no se puede, y optan por decir una cosa y hacer otra distinta.
Estamos en un país de contrasentidos; un partido conservador quitó la mili, y a la vez dejó entrar a millones de inmigrantes. Y un partido “progresista” puso las concertinas. El mismo que trajo las tropas de Irak (pero no de otros sitios), y vende armas a Arabia Saudita, y mejor no saber más. O también partidos de “izquierda” que defienden los derechos de las mujeres, y a la vez a las religiones en las que las mujeres son basura.
Y luego la administración pública contrata a sanitarios extranjeros, y los de aquí emigran a otros países, bastante absurdo todo.
Cuando haya coherencia habrá soluciones racionales. Retirar las concertinas es una.
Igual ponen unas zarzas, que es más ecológico (hay que sintetizar una variedad que se la pueda meter fuego pero que no se consuma…).
Un saludo.
Eso de poner zarzas, además ardiendo, hará mágicas las fronteras de España y África. Supongo,.Diego. que se trataría del tipo de zarza ardiendo que hablaba a Moisés. En Ceuta y Melilla habría milagro y pronto se correría por la península. ¿Dónde se compran esas zarzas
Por lo demás la coherencia sí que escasea. De ahí que se recurra a tanta mentira.
Así vamos, derechos ya a la zambomba.
Saludos
L.
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