sábado, 13 de abril de 2019

ABRI: MANGAS Y CAPIROTES

Apenas se esfumen los tambores que acompañan a los capirotes vendrán las urnas que contienen el misterio de España: ¿cuántas somos?  Al menos dos bloques aparte de autonomías. Hay quien se pregunta por qué no se acepta al  otro, no sólo al emigrante, sino al otro español. La mirada entre españoles sigue siendo tan distante y llena de sospecha como siempre. Eso se orilla porque las elecciones, si  no son constituyentes, sí lo son alimenticias. No se juega con las cosas de comer, ni con las de merendar, Hay que cambiar de mano millones de euros, de puestos, de efectos colaterales. El ombligo es importante pero ahí no reside el patriotismo ni tampoco en el saldo  de la cuenta corriente.
Mientras tanto los agujeros negros existen y no sólo en el universo. Agujeros negros que absorben todo,, la luz, la materia, la energía, y seguramente la primavera. Pobre primavera.

www.luispancorbo.com
www.otrospueblos.com

8 comentarios:

PF dijo...

Buenas tardes,

Mucha tradición, demasiado fervor y quizás, excesiva pasión…un País en continúa penitencia, demasiados comerciantes, mercaderes o tratantes…y ya se sabe, como dice la tradición popular: “Los que piensan que el dinero, da poder por tenerlo, harán cuanto hay que hacer, malo o bueno, por retenerlo”.

En sus Estatutos del Hombre Thiago de Mello tenía el deseo de que el hombre debía confiar en el hombre, como un niño confía en otro niño y decretaba:

(…) el hombre
no tendrá nunca más
qué dudar del hombre.
Que el hombre confiará en el hombre
como la palmera confía en el viento,
como el viento confía en el aire,
como el aire confía en el campo azul del cielo (..).

¿Quizás sea tarde para tanto decreto?....

Los hombres –dijo el principito– se meten en los trenes
pero no saben a dónde van. No saben qué quieren ni
saben que buscar…


Esperemos que no, que queden muchas primaveras o al menos mantengamos la ilusión de tener claro que querer y dónde buscar, eso sí, antes de que nos devore algún agujero negro.

Un saludo,
Patricia

B Fernandez dijo...

Tal vez estemos demasiado encorsetados en nuestros propios clichés, ahora capirotes para unos, playita o nieve para otros. Pero para casi todos, lo importante o lo más importante será contarlo a la vuelta. Ni tan siquiera eso, retransmitirlo en directo en la red social de cada uno. Pero aquí también olvidamos a los olvidados, a los que no pueden, incluso a los que no quieren. Aunque esos ¿son verdaderos ciudadanos?

Esto ya viene de lejos, los ilustrados españoles se quejan del trato otorgado a España por Diderot. Pero claro está, no podía ser de otra manera al venir de un ateo, materialista, antimonárquico, defensor de la mujer y de los negros (aunque esto es también cuestionado) uno de los autores más radicales del siglo XVIII francés. Debemos recordar que su radicalidad y su modernidad no le inmunizaron del todo contra los prejuicios de su tiempo.

Como señala Tzvetan Todoroz la declaración de “los derechos del Hombre y del Ciudadano”, lleva en sí mismo un germen de contradicción. En este caso el ciudadano se impuso al hombre, a la mujer, al que no era blanco y a tantos otros… Pero como señala Bourdieu, si somos capaces de imaginar, seremos capaces de concebir alternativas.

Saludos,
Benito

Luis Pancorbo dijo...

Es magnífico ese poema alegato que nos descubres, Patricia. Pero del hombre inicial enseguida se pasó al cainita, especie de gran ascendiente en la piel de toro.
Hay más pieles de animales de todas formas.
En la reciente película"Un pueblo y su rey" se trata de enseñar un momento estelar de la humanidad, o si acaso, del comienzo de la modernidad. La ambición del filme es loable, otra cosa es que consiga atrapar y condensar tantos matices y claroscuros.
Fueron, eso sí, tres años y medio que cambiaron el mundo. Desde la toma de la Bastilla en 1789 hasta la decapitación de Luis XVI en 1793. Pero sigue abriéndose camino la igualdad, la libertad y la fraternidad. Y la conquista de la felicidad que tampoco falte (ahí se necesita seguir a Betrand Russell.
Un abrazo
K.

Luis Pancorbo dijo...

Ah, el buen Diderot, siempre atacado, y él con la sonrisa puesta de quien sabía y podía desmontar un mundo de ideas carcomidas.
Ya conoces, Benito, la importancia que tuvo para iluminar, o mejor, ilustrar. La razón era insaciable, pero él y otros no cejaron explicando que hay un mundo nuevo y está en este, no en el más allá. ni por supuesto en Versalles, o en las iglesias,o en las escuelas que encorsetaban las tiernas mentes para que no se movieran de la suprema directriz. Todo eso en Francia mientras en España reinaba tal reacción, tan montuna y duradera que parece mentira que se haya diluido algo de eso siglos después.
Pero no todo, claro.
Hoy se añade tener que ser globales por necesidad, más que por fuerza. Me ha interesado mucho lo que acaba de decir Sir David Attenborough en la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional celebrada en Washington D. C. Sir David tiene 92 años, pero como es británico puede expresarse con libertad y ser respetado. Ha dicho a la cara de los dirigentes del mundo que el calentamiento global producirá en poco tiempo tales extensiones invivibles en África que la emigración hacia Europa tendrá tintes y números impactantes. Y que si se quiere paliar esto de verdad ya no se puede perder más en el tiempo con rodeos, como los de que hay que reducir las emisiones de CO2, y que se están haciendo grandes esfuerzos... etc... Antes se decía: a otro perro con ese hueso.
Hay que echar ya el freno, y dejarse de milongas.
Diderot no cejó hasta el final de luchar contra los amantes del antiguo régimen, de la antigua ley, de la antigua religión y de la fatua consecuencia.
Un abrazo
L.

juan de la cruz471 dijo...

Preparando los surcos de mi huerto esta tarde de sábado, escuché primero los ecos de una aproximada procesión. No sé por qué en España hay tantos jóvenes tamborileros y tan pocos que toquen la viola o canten en una coral. Bueno, lo sabemos todos. La verdad es que los tamborileros bejaranos en algún momento tornaron una marcha rápida y autoritaria (militar por supuesto)que se me antojaba inapropiada para una procesión. Después que se hubieron perdido en la lejanía los tambores, pasó un coche con una melodía electoral que susurraba eslóganes. La verdad es que se va a hacer raro eso de calles con compartimentos estancos.
Lo que, a mi juicio, une las dos manifestaciones callejeras es su inutilidad práctica, ¿alguien habrá cambiado alguna vez de voto por oír un eslogan con música de un coche vocinglero? Lo mismo me cuesta creer que alguien se convierta viendo la parafernalia procesionaria de esas señoras que van a lucir mantillas y peinetas. No sé, pero ambas ocupaciones del espacio público se hacen "porque sí" y "como manda la tradición" y parece que no lo conciben de otra manera.
Respecto a las primeras elecciones que se nos vienen, parece que la suerte no está echada todavía y por eso se ve que la van a pelear marrulleramente. No voy a mostrar mi color pero sí el deseo de que salga un resultado claro que no obligue a repetirlas para septiembre. Por cierto, hace no mucho, han quitado el salvavidas de septiembre de los planes académicos, que a los estudiantes mediocres como éste que escribe nos venía muy bien para rescatar algún mueble del naufragio.
Hay demasiados naufragios en esta primavera: uno es el Brexit o el no Brexit, creo que es ese drama chespiriano que se dilucidará con espadas envenenadas y heridos que no eran de ese duelo.

Luis Pancorbo dijo...

Muy buen relato, Juan, de cómo se solapan los tamborileros de
la Semana Santa y los coches con altavoces de propaganda electoral Tiene algo de película italiana, pero sólo en apariencia.. A los tambores religiosos españoles les va la marcha militar. Y viceversa.
Se canta tanto el amor por la muerte, pero no se pregunta a los españoles si de verdad quieren morir en viajas batallas.
No hay miedo. Cuando se canta a la muerte es siempre la del otro. El que canta es el ganador.Sobrevive en el eterno videojuego de los clichés.
En México cortejan a la Catrina, la bella huesuda. En España algunos ministros del anterior gobierno, incluido el ministro de Cultura, cantaban en Málaga como nuevos novios de la muerte. Como manda la tradición, en efecto.
Y se añade el nuevo dilema hamletiano de aquí: ¿playa o esquí? ¿Contado o a plazos? ¿Y una torrija?

Un abrazo
L.

Diego Calleja dijo...

No escribo poesías pero me he dicho voy a escribir una aquí para no pasar por burdo (pese a que esto no es un foro de poesía), así que he escrito una al hilo lógicamente del tema iniciado por el señor Pancorbo. Dado que la he escrito en media hora (la verdad, ahora mismo estoy pensando que si no la escribes en media hora es que no es el día) ruego se me disculpe si no es muy buena.

Allá va:

"Se terminan las saetas
y vienen las papeletas,
por correo, en furgoneta,
nos lo estampan en la jeta.

Tenemos muchas opciones,
muchos líderes variados,
pero en ese laberinto
no hay tanto grupo distinto,
solamente son dos lados,
y tampoco está tan claro,
cuál es liso y cuál es pinto.

Ese duelo de intereses
saca lo peor de todos,
a veces, con malos modos,
y, mientras, pasan los meses,
las cosas siguen su rumbo,
y no salimos del lodo.

Tan negro como el futuro,
un objeto muy oscuro,
ha sido fotografiado,
pese a ser un tío muy duro,
por lo visto, ya es más claro."

Termino deseando que no le pase lo mismo que a Notre Dame a la catedral de Burgos y análogas, dado que dedicar esta poesía a Notre Dame (que lo hago, no pasa nada) es como ese dicho campesino de “después del burro muerto, la cebada al rabo”; ya se ha quemado y hay que ser pragmáticos (escarmentar en cabeza ajena) . Un saludo.

Luis Pancorbo dijo...

La sorpresa mayor es cuando uno descubre que está hablando en prosa.. Pero no hay duda de que la poesía rompe moldes. Como bien sabrás, Diego, el español fue y es lengua fértil para e cultismo y el conceptismo. Es una marca del país incluso.Con todo eso se expresan, y se insinúan, muchas cosas, pero tampoco está nada mal una poesía más directa, directa al absurdo, como la de Lewis Carroll en Alicia en el País de las Maravillas. Ahí está, más inmortal que un huevo de Pascua, Humpty Dumpty,un huevo parlante y peligroso, el que cuando dice algo eso sólo significa lo qe él quiera que signifique.

Cordialmente
L.