sábado, 17 de junio de 2017

CALOR Y CORRUPCIÓN

Cuando en España se junta la ola de calor y la de la corrupción aumenta el deseo de una mayor latitud norte. Ha llegado el verano más duro y días antes del solsticio. Pero, por otro lado, ya hay quien pone el remedio y traza estrategias para antes de Navidad. El ciclo sociopolítico español obedece también a unos ritmos propios. Se puede luchar contra el calor, si no ya con un botijo, con algún aparato. Y respecto a la corrupción, gran preocupación española según el CIS, también puede disolverse algo en verano, que es cuando más se suda. El antropólogo cognitivo Roy D´Andrade, profesor en San Diego, fallecido el año pasado, luchó hasta el final por mantener a la antropología dentro de la objetividad, defendiendo sin fisuras que  esta rama (dorada) de las ciencias sociales no deba basarse en un modelo moral sino en un modelo objetivo. Y el debate continúa. Como el señor K, que tiene que luchar siempre contra los misteriosos kafkianos que gobiernan el castillo.

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7 comentarios:

PF dijo...

Buenas tardes,

En algunas ocasiones, la política puede llegar a alcanzar las más altas cotas de cinismo, no porque se intente engañar a si misma, que por desgracia, mentirnos lo hacemos todos en mayor o menor medida...desde los tuiteros que se creen poetas hasta los blogueros que se creen escritores, pero, en fin, esto forma parte de los sueños y las aspiraciones individuales, el problema de aquella, es el continuo intento de engaño ajeno...ya se sabe estos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros, nos decía Groucho, este al menos, con irónico humor.

Efectivamente, este ciclo sociopolítico, cada vez es más parecido a un ciclo metónico, aunque con una duración parece que infinita, pues ya, José del Campillo y Cossío, economista y político del dieciocho, escribía lo siguiente en su obra“Lo que hay de más y de menos en España, para que sea lo que debe ser y no lo que es”:

(...)
Hay de menos: realidad
1. Habiendo explicado el alto lugar y considerable número a que llega en nuestra España el abandono y la vileza, está dicho que lo ha de tener muy inferior la realidad y la perfección.
2. La realidad no es otra cosa que verdad; esta es una virtud que caracteriza de bueno al hombre que la observa, luego estará bien desconocida donde hay tantos malos.
3. La realidad se halla, pero con todas las perfecciones y prerrogativas que tiene es en muy pocos: usan muchos de su semblante y de sus voces para engañar al que la profesa y después encuentra ésta en la mala correspondencia del que lo engañó con las apariencias de la realidad que en su modo de usar de ella ni fue otra cosa que vestirse de oveja el lobo.
4. El castigo de los que así defraudan sus preciosidades a la realidad es justísimo, y pues las ocurrencias demostrarán a los jueces quienes son los que así viven, ellas también dictarán la pena respecto de que harán patentes los delitos.

Hay de más: relajación
1. En todos estos asuntos tenemos hoy en nuestra España la misma relajación en las costumbres, en los ejercicios, empleos y ministerios que en cada uno de los argumentos de esta obra van referidos; si se ordenaran con más entereza, vigor y nervio las providencias, y fueran con todo cristiano arreglo las determinaciones del celo y el cuidado de los superiores sobre aquello que a cada uno respetase, no estarían tan relajadas las costumbres; pero si se observa en algunos de aquellos la misma relajación ¿cómo se ha de verificar en los que están a su cuidado la enmienda? El único y más exquisito documento que se da en este argumento es que, luego que los superiores y jueces obren con justicia y equidad, se acabará la relajación porque el castigo hará se olvide lo que a las operaciones de los malos damnifica.
(...)


Próxima otra mágica noche de San Juan, y cómo uno de los ritos ya citados, es el enramado de las fuentes, intentemos con más ahínco que nunca, encontrar en esa madrugada la flor del agua, flor mágica que garantizaba a quien la encuentra suerte y prosperidad....y al menos, que se cumpla el dicho “Junio brillante, año abundante”.

Un saludo,
Patricia

Unknown dijo...

Al menos a partir de 1947, cuando la American Anthropological Association hizo pública su postura sobre los Derechos Humanos en la que manifestaba que para los antropólogos, derechos individuales recogidos en la Carta de Derechos Humanos, tenían la misma importancia que el respeto por los grupos humanos en los que se desarrollan. Recordaba la AAA que el individuo desarrolla su identidad en comunidad, señalaba el respeto que hay que mantener por las diferencias entre culturas y añadía que los valores morales son relativos y remiten a una cultura concreta.

Desde ese momento las discusiones en campo antropológico parecen seguir dos líneas una defendida entre otros por D’Andrade o Barnett en la que se pretende mantener la neutralidad científica o como señalaba Barnett, uno no puede ser al mismo tiempo moralista y científico. Pero tampoco podemos olvidar los puntos de vista de autores como Bennet, para quien las proposiciones científicas sobre la cultura no eran puras, sino que estaban hechas en un marco cultural en proceso o Nancy Scheperd-Hughes que tampoco parece decantarse mucho por la neutralidad, cuando señala la primacía de la ética y la política.

¿Es posible una ciencia sin implicaciones morales? ¿Es posible una ciencia neutral? Estas son dos grandes cuestiones que en mayor o menor medida se plantean, o deberían plantearse, de manera recurrente desde cualquier ámbito científico, ya sea natural o social.

Para enmarañar más este tipo de discusiones, podemos recordar las millonarias donaciones de Ford a las universidades o de la Fundación Rockefeller para financiar diversos estudios. ¿Se puede ser neutral con estas financiaciones?

Tal vez sea pertinente recordar nuevamente, las palabras de Lévi-Strauss que recoges en tú Abecedario de antropologías: “La antropología es una conversación del hombre con el hombre”. Tal vez sea ese el quid de la cuestión.

Saludos,
Benito

Luis Pancorbo dijo...

Gracias, Patricia, por el recuerdo del buen asturiano Campillo, un hombre que ya con España en picado, en el siglo XVIII, trataba de mantener alto el pabellón de la realidad. Contra la relajación, eso que ahora se llama corrupción en tantos sentidos. Pero cuando Campillo sostiene que la realidad no sea otra que la verdad, estamos ante un problema.
La verdad, ahí es nada. Verdad hacia aquí de los Pirineos, error hacia allá. Pascal usaba esa geografía, pero son innumerables los espacios sacrosantos, los delimitados por quienes creen estar en posesión de la verdad frente a los demás, quienes son, ya se sabe, unos herejes, abominables, descreídos... O ilusos, klam, diría Kafka, los de la ilusión, los que controlan la ilusión porque ellos mismos son el Castillo. ¿Quién lo va a conquistar? El que se salve, claro. La salvación, otra ilusión.
Pero la vida, es cierto, tiene la contundencia de su realidad. Que es múltiple, que es plural, que está llena de matices más que de verdades absolutas. Por eso si en la noche de San Juan se encuentra la flor en el agua es posible que todo vaya bien. Pero si se encuentra en cualquier otro momento tampoco pasa nada.
Un abrazo
L.

Luis Pancorbo dijo...

Realmente, Benito, encuentro muy perjudicial la idea de Nancy Sheper-Hughes, una de las clásicas contrincantes de D´Andrade, con su 'supremacía de lo ético'. La moral no es un asunto idóneo para ser estudiado científicamente. Se supone. Se supone, una y otra vez, desde la antropología que hay racionalidades divergentes. Y sobre todo que no se puede aceptar un nuevo Concilio de Trento donde se diga no lo que está bien y lo que está mal, sino otra vez el to be or not to be. Y palo y hoguera al que se desvíe del cuento de la serpiente parlante.
Como bien sabrás, Fernández de Rota también acopió en "Una etnografía de los antropólogos en EEUU" las dudas que todo esto desprende. El propio Marvin Harris trató de defender, siendo como fue padre y mentor del materialismo cultural, que el antropólogo no careciera de un compromiso moral y político. Pero sin tergiversar en materia de objetividad, allá donde crece la ciencia y donde madura la antropología. El camino está lleno de pantanos, pero siempre se puede orillar la discusión o la distinción entre lo real y lo irreal, como sugería Marvin Harris.
¿Por qué a estas alturas no se ha aceptado el acercamiento científico sin contaminación moral? Pues debería ser un terreno vedado a los ideólogos, predicadores, políticos y tertulianos varios, y sin embargo se quiere reconquistar para tenerlo todo de nuevo bien sujeto, y lástima para algunos que ya no haya Santa Inquisición.
"Una conversación del hombre con el hombre", eso siempre, y un abrazo
L.

juan de la cruz471 dijo...

En el mundo del cine dicen que estrenar una película a partir del día de la Lotería es tirar el dinero, porque empieza el territorio Disney y ya no hay nada que rascar. Cuando llega el verano pasa lo mismo.
La corrupción que repugna es la caliente como un vómito. En cuanto pasan varios días se seca y ya ni huele, ni se puede pegar uno un patinazo con ella; se incorpora a la acera que pisamos sin asco porque tenemos que seguir andando por la calle. El tiempo juega a favor de todos los infractores.
Yo no he prestado ningún momento para escuchar o ver la reciente moción de censura sobre la corrupción atrasada.
LO que sí me dan miedo los bosques con esta sequía prematura, en general dará miedo ir de turismo a los lugares centroeuropeos y todavía más a Londres, así que puede que batamos otro record nacional de camareros precarios y hacedoras de cama a euro la habitación. La virgen del Rocío ayuda a su ministra que querrá mostrarnos en septiembre unas cifras de record mil, aunque como las aguas de abril, toda su cotización a la seguridad social, quepa en un barril.
Ahora jugamos con líderes más tipo auxiliar administrativo, como May, Macron, Rajoy, que nos engañan con mucha menos grandilocuencia ideológica que lo hacían Tatcher, Mitterrand, González o el finado Kohl.
En España se nos ha acabado la liga, la copa de Europa y el Roland Garros. No teniendo a Induráin para el Tour nos quedamos sin a qué prestar atención. Nos aguarda el verano de siempre: terrazas, fiestas de pueblo, piscina, playa y operación retorno, para quizá con esa mala leche, renovar el interés.
Iglesias fue a estrenar su película en el "ferragosto" que tú Luis conocerías tan bien en su primera corresponsalía. Ya se habrá dado cuenta Podemos que su oportunidad pasó hace más de un año. Un abrazo y que llueva a cántaros.

Luis Pancorbo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Luis Pancorbo dijo...


Describes, Juan, y con el rigor de un termómetro, lo que está pasando. La corrupción puede que estuviese prevista, pero el calor no. En efecto, los romanos no se sorprenden cuando llega ferragosto. Se pone a sudar hasta la estatua de Pasquino. Y sin embargo aquí tenemos un clima veraniego ampliamente subsahariano, o directamente sahariano, pero de año en año creemos que somos fineses.
Por cierto, el incendio de Portugal uno lo siente como propio.
Pero si hablamos de regeneración del país es lógico que produzca alguna perplejidad. ¿Por dónde se empieza a regenerar? Pues como pronto a finales de septiembre con el cambio de estación. Antes es inmolarse en la vanidosa hoguera del verano. Y con todo, un cierto reajuste de los mecanismos, o la relojería, de España, incluso de su relojería sentimental y cultural, no debería prorrogarse más. No hablo de un debate político, que eso va por parroquias. Hablo de afrontar la historia, y no tanto la pasada como la futura.
La realidad, entretanto, sigue con su habitual pegada.
Acaba de salir una nueva lista de los hombres (ahora son cinco) que poseen tanta riqueza como la mitad de la población mundial. Antes eran ocho, siete, seis, para quedarse de momento en cinco, uno de ellos español. Total, tienen 400 billones (americanos). ¿Qué pasará cuando de cinco pasen a ser cuatro, tres, o dos? O que sea uno solo el que tenga toda la lista, todo el dinero ... Una película que sería más de terror que de misterio. El misterio de El Castillo de Kafka al fin quedaría resuelto.
Un abrazo
L.