jueves, 13 de octubre de 2011

MITOS Y REDES SOCIALES

Estando aquí y ahora es vano negar la eficacia de las redes sociales (según el Washington Post hay 5 mil millones de personas conectadas con los móviles, 2 mil millones con internet y 750 millones con facebook). Gracias a las redes sociales unos campesinos de Kenia pueden saber el precio real de los productos y evitar que les timen los mayoristas. Gracias a las redes sociales se desarrolló en buena parte la llamada Primavera árabe, y el más actual otoño norteamericano, el del movimiento OWS (Occupy Wall Street), del que sería interesante -creo- ver un resumen de intenciones que aquí sugiero:


Pues bien, un colaborador del Washington Post, Ramesh Srinivasan, hace algunas distinciones interesantes sobre el poder de las redes sociales, la tecnología en boga y demás. Le encargaron hacer un museo digital en la universidad UCLA a base de objetos de los indios zuni de Nuevo México. No ha funcionado. Una cosa es el estandard occidental y la narración digital, y otra bien distinta el mundo de los zunis, que al final han considerado una alienación ese intento de describir su mundo sin recurrir a sus maneras de contar historias y de realizar rituales comunitarios. Por lo que el autor del invento digital reconoce con gallardía: "Si las tecnologías se diseñan aisladamente de las culturas con las que tratan de conectar, las voces reales de la gente no se escucharán".
Otra cosa es que importen algo los mitos de los pieles rojas cuando los cuentos de los rostros pálidos, incluso los de los rostros españoles, no saben bien cómo encarar la banca, la democracia y otras hierbas.

4 comentarios:

Benito dijo...

Lo que es indudable, es la influencia de las redes sociales y de las denominadas nuevas tecnologías. Sirva como ejemplo las palabras que podemos escribir en este blog, y que quizás de otro modo no serían posibles.

Pero deberíamos reflexionar y colocarlas en su justa medida, deberíamos considerarlas como simples herramientas, con sus indudables ventajas pero también con sus inconvenientes.

La desventaja principal puede ser la de convertirnos en esclavos de las mismas, en una especie de avestruces, con la cabeza hundida en twitter, facebook, blackberry, etc y obsesionados con la inmediatez. La tecnología tal vez nos puede hacer olvidar cosas importantes como la reflexión o las ideas.

También corremos el riesgo de la llamada “brecha digital”, cuando desgraciadamente millones de personas pasan hambre, se mueren de enfermedades fácilmente curables en nuestro llamado primer mundo, el riesgo de ahondar en la miseria está más presente que nunca.

En fin, con las nuevas tecnologías no debemos perder el norte, ni permitir que nos confundan, debemos colocarlas en su lugar, sin olvidarnos que el hombre y su cultura deberían estar por encima de cualquier tecnología.

Lo que viene ahora, estimado Luís, es buscar “Los dioses increíbles” de nuestras redes sociales.

Saludos,
Benito

Patricia dijo...

Las redes sociales se nos presentan como el continente que nos ayudará a cambiar el contenido, pero acaso, no fue antes la televisión... antes la radio.... ¿y antes?..... nos olvidándonos siempre que lo primero es la persona, los pueblos... los otros y los nuestros.

Como ejemplo, el santo de cartón piedra que los habitantes de Pandiello, en Cabrales (Asturias) sacaron en procesión el pasado septiembre ante la negativa del párroco a sacar al santo real en procesión, todo por desacuerdos pecuniarios ¿una imagen virtual?

Nos comunicamos a través de dispositivos creados por nuevos visionarios del mundo de la imagen, idolatrando a veces, iconos afrutados que sólo medio mundo se puede permitir...y para el resto, siempre quedará el quiero y no puedo.

Todas estas nuevas “deidades” quizás puedan ser recogidas en tu próximo libro o añadidas en una nueva edición del actual, que he comenzado a leer con agrado.

Por último, reconocer en mi comentario las bondades de internet, que nos permite entre otras cosas, expresarnos libremente en un foro como este.

Un saludo,
Patricia

Luis Pancorbo dijo...

Nuevamente tus comentarios son certeros, Benito, todo es cuestión de equilibrio. De la virtud de las redes sociales da idea que el link que sugiero sobre el movimiento OWS es una grabación (en inglés y con subtítulos en inglés) de una emisora norteamericana (Current TV), y eso me lo acaba de rebotar un amigo antropólogo desde Australia.
Es comunicación, instantaneidad, disponer de informaciones... todo bien. La cuestión es que a veces el paradigma no siempre vale para referir un mundo que diríamos analógico, mítico, o creyente en las libélulas como diosas, como el mundo (aún en cierto modo) de los zunis.
Eso en parte he intentado explorar en mi libro y te agradezco como siempre tu atención.

Un abrazo
Luis

Luis Pancorbo dijo...

Es fantástico, Patricia, el tema que nos recuerdas de la estatua de cartón-piedra de Cabrales. Es más que un símbolo, desde luego: muestra que, en materia de creencias, da lo mismo el santo original que la copia.
No creo que sea lo mismo, en cambio, el Moisés de Miguel Angel, y una copia de escayola.
Es cierto también, como dices, que las redes sociales, con todos sus aspectos positivos, no son sino avances de tecnología, y quién sabe si un día habrá máquinas más rápidas y simplemente telepáticas. Pero, ¿no nos perdemos algo en este viaje de la velocidad de la comunicación? ¿Es a costa de no pasear, de no estar en persona con alguien, de no acariciar, de no oír las voces originales en vez de los ecos?
Espero, y agradezco, que te pueda interesar algún perfil de los "dioses...", que como ves son amplios.
Un abrazo
Luis