martes, 6 de abril de 2010

CONCRETEZZA

Concretezza era el título de la revista de Andreotti, el que fue incombustible político italiano durante décadas. Significa Concreción. Vaya si sabía concretar Andreotti. En 1994 la política italiana, llena de corrupciones, se sentaba en el banquillo, si no toda, casi: 234 diputados y senadores fueron imputados, y en general 1.184 políticos, 667 funcionarios del Estado y 337 empresarios. Italia reaccionó, la política no interesaba mucho, pero un poco de decoro... Los partidos tradicionales, Democracia Cristiana, Partido Socialista, Partido Comunista desaparecieron del mapa. Pero pasó un poco de tiempo, se volvieron a barajar las cartas, y vino Berlusconi, y para quedarse, ya va por dieciséis años al mando. La regeneración -temporal- fue un gran gesto de la sociedad italiana, con sus jueces y periodistas a la cabeza. Pero si alguien me pregunta, '¿qué país es más lampedusiano, España o Italia?', yo diría que España. Lampedusa escribía sobre las profundas raíces de la mafia en Sicilia, adornadas con nobleza y decadencia, y decía lo de: es preciso que todo cambie para que todo se quede como antes. Aquí hay quienes no creen que vaya a venir el lobo. El lobo es también "de mi cuerda", y dándole un cargo ya está solucionado.

Otras sugerencias en mi pág. web:
http://www.luispancorbo.com/
http://www.otrospueblos.com/

8 comentarios:

Benito dijo...

Como dice Carlo Mongardini en su libro Miedo y Sociedad, citando a Guglielmo Ferrero: "El poder es la manifestación suprema del miedo que el hombre se infunde a si mismo, a pesar de sus esfuerzos por superlarlo"

Deberíamos creer que hay límites a las mentiras, miedos y engaños que los gobernantes y poderosos nos infunden. Tener conciencia que estamos siendo manipulados y poder reconocer nuestros miedos sería un paso para ver la luz al final del túnel.

Saludos
Benito

Luis Pancorbo dijo...

Das un buen revés, Benito, al poder que nos aqueja,y entras en un tema que se las trae. Me parece que el miedo de la gente es ,sobre todo, a la soledad. El individuo cede mucho con tal de estar en sociedad, y ahí ve a menudo cosas que no le gustan, en especial las corrupciones de lo público.Pero supongo que el poder también tiene miedo, digamos como ejemplo el de los políticos. Ellos tienen miedo a la igualdad. Debería ser muy distinto, porque la igualdad, incluso convencional, es la primera ley de una sociedad, y eso ya lo decía Rousseau, y eso lo veía Lévi-Strauss en la tribu mandan o en la tribu ojibwa. Claro que si los políticos se hacen iguales (más democráticos)no tendrían tanta necesidad de grandes dineros y lujos, que han de alimentar con bufandas (tangenti, comisiones), con violaciones del sistema (amiguismos, nepotismos...). Y, claro, muchos políticos no pueden vivir siendo iguales, menos ricos que la media, menos poderosos que el vecino... Pero por eso mismo vino la catarsis en Italia, la de las 'mani pulite': duró poco, pero no dejó de ser un mérito.
Abrazos
L.P.

Patricia dijo...

Buenas tardes,

Leyendo tus palabras Luis, me vienen a la mente el libro El horror económico de Viviane Forrester en el que entre otras cosas podemos leer: "... Sin embargo, en este sistema sobrenada una pregunta esencial, jamás formulada: ¿es necesario "merecer" el derecho a vivir? Una ínfima minoria, provista de poderes excepcionales, propiedades y derechos considerados naturales, posee de oficio ese derecho. En cambio el resto de la humanidad, para "merecer" el derecho de
vivir, debe demostrar que es "útil" para la sociedad, es decir, para aquello que la rige y la domina ..."

Tras esta cita muy poco puedo añadir, pero al menos esperar dos cosas, que podamos sacudirnos alguno de nuestros miedos y que podamos ver algo de catarsis.

Un saludo,
Patricia

Luis Pancorbo dijo...

Patricia, traes a colación a Viviane Forrester, y ahora caigo, se podría decir a Viviane Dreyfuss...su verdadero apellido. Qué maravilla de personaje. ¿Sabes si alguien aquí ha escrito sobre su huida de la Francia ocupada y su llegada a caballo por los Pirineos? ¿Sería estupendo contarlo, no te parece? Desde luego merecería mayor atención y te agradezco que la hayas mencionado. Y luego, sus ideas son muy acordes con las que algunos mantenemos: unos pocos escamotean, violentan, adulteran, la res publica. La casta, los de siempre, y lo peor no es que sean los políticos totalitarios, a quienes esos vicios se les suponen, sino los que invocan otros pedigrees.

He estado viendo hace poco un libro precioso, y antiguo, de Basil Thomson, "The Fijians: An Essay on Decay of Custom" (1908). Tenía claro Thomson que las costumbres de los mal llamados primitivos suelen ser una rémora para el progreso entendido a la occidental. Pero hay una gran franja de dialéctica: los masais a quienes Thomson atribuye costumbres ancladas en el Paleolítico llegado el caso eran excelentes policías y guardianes de prisiones, mientras los somalíes no podían ser más reacios e inútiles para esa tarea. Thomson escribía a principios del siglo XX, dando todo eso (en una magnífica Introducción de su libro)como una prueba de que cuando los pueblos tienen que competir, y se confrontan con otras realidades, no siempre se quedan en su atraso.
Eso parece llevar al viejo y sin embargo lozano darwinismo social, pero en el tema que nos ocupa es la sociedad triunfante, la que ha hecho la globalización a su medida, la que se ha llenado de plagas, y no por ganadora ha de merecer complacencia por parte de los ciudadanos. Pero, ahí lo tienes, Patricia, y Benito lo apuntaba ayer:mentiras, miedos, engaños..., eso nos colocan los mandamases.
Tal vez por eso España (por poner un ejemplo) sea el mejor de los mundos posibles para los conformistas. ¿Tendrán miedo al 36 o a perder un duro? Y los gobernantes, ¿ya no saben a quién se deben?
Abrazos
L.P.

Patricia dijo...

Buenas tardes,

Efectivamente, Luis, una maravilla de personaje. Mi descubrimiento de Viviane Forrester fue a través de una entrevista en un documental de la 2, y me llamó la atención, tanto su forma de interpretar el mundo, como su manera de explicarlo y para mi sorpresa, próximas a las mías. Su casi desconocimiento entre nosotros, me llevó a la reflexión de nuestro aislamiento intelectual pese a vivir en la llamada era de internet y la globalización.

Un saludo,
Patricia

Luis Pancorbo dijo...

Supongo, Patricia, que habrá quien ya tenga pensado, o hecho, un libro o trabajo sobre la peripecia española de Viviane Dreyfuss?
Saludos cordiales
L.

Patricia dijo...

Buenas tardes,

Espero Luis, que tu próximo libro verse sobre Viviane Dreyfus... o quizás una nueva entrega televisiva sobre ella. Muchos estaríamos impacientes esperando por ello, sabiendo el buen quehacer de todos tus proyectos.

Saludos,
Patricia

Luis Pancorbo dijo...

Gracias, Patricia, por el guante que lanzas, o que me devuelves.... Los días pasan y la tarea es mucha.
Saludos cordiales
L.