viernes, 8 de marzo de 2024

AHORA A POR LOS YANOMAMIS

 

Para Lula, el presidente brasileño, está claro el genocidio que se cierne sobre los yanomamis. Se manejan cifras recientes de hasta quinientos muertos yanomamis en el Estado de Roraima. La causa es su desnutrición y el acoso incesante de la minería ilegal. En tiempos de Bolsonaro, el anterior presidente brasileño, había generales que se quejaban de las “restricciones” de rutas aéreas y desarrollo ulterior en la Amazonia y todo por preservar a unos puñados de indígenas. Lula ha querido rectificar tantos abusos contra sus paisanos, los yanomamis. Pero con todo ha de seguir batallando mucho contra los defensores de una Amazonia explotada sin remisión. Estorban los árboles, los animales y los indígenas. Otra vez quiere ganar el Matrix ideal de los explotadores: los que van a dejar una tierra yerma, robados sus pobladores originarios sus mitos y sus riquezas naturales. Paso a paso, otro gran salto abismal de nuestra especie.

ww.luisancorbo.com

www.otrospueblos.com

6 comentarios:

PF dijo...

Buenos días:

No solo se nos suma el calentamiento global, la deforestación y el consumismo desaforado, tenemos que incluir la misantropía de algunos.

Aquí, sin que, por supuesto podamos comparar, se les llena la boca de ese término tan de moda de la España vaciada, cuando por otro lado se potencia, lo urbano y su aglomeración, el turismo desaforado y se espera con religiosidad una nueva Semana Santa.

Añoranza de La aldea perdida de Palacio Valdés y su Arcadia y su ensalzamiento de los aldeanos tratados cuasi héroes griegos.

“La Arcadia ya no existe. Huyó la dicha y la inocencia de aquel valle. ¡Tan lejano! ¡Tan escondido rinconcito mío! Y, sin embargo, te vieron algunos hombres sedientos de riqueza. Armados de piqueta cayeron sobre ti y desgarraron tu seno virginal y profanaron tu belleza inmaculada. ¡Oh, si hubieras podido huir de ellos como el almizclero del cazador dejando en sus manos tu tesoro!”
(...)
"La excesiva prosperidad en los humanos rebaja la dignidad de los inmortales. Nuestra felicidad, aunque sea merecida, parece que les humilla y apenas nacida se disponen a acabar con ella. Perdonad, señores míos… En este momento no puedo sentirme alegre porque temo, en verdad, la envidia de los dioses."

Escribía el gran Borges en su “Evangelio apócrifo” que Resiste al mal, pero sin asombro y sin ira. A quien te hiere en la mejilla derecha, puedes volverle la otra, siempre que no te mueva el temor. ... Aunque ese temor parece que pueda esperar, mientras nada estropee nuestro paraíso visto, ahora a través de una pequeña pantalla.

Un saludo,
Patricia

Luis Pancorbo dijo...

Pues, Patricia, qué buen recuerdo nos traes de Palacio Valdés: él estaba en la onda antes de que eso se dijera. Adivinó cómo era el futuro porque ya vivía la degradación de un mundo basado en acumular y en pisar al prójimo. Claro que quedaban en su tiempo caseríos, prados, bosques y regatos, pero todo eso ya era el testimonio de que se estaba yendo por mal camino. Y por fin se ha logrado, albricias, amos del mundo. Ya está servida la contaminación, el calentamiento y el enfriamiento, y sus mezclas. Ya está pergeñada la destrucción metódica de muchas culturas y de no pocos mares. Se ha ensuciado el aire y esquilmado el agua potable. Y caen etnias, lenguas y dignidades humanas mientras se derriten hielos y se calientan los océanos en medio de una profusa corrupción. ¿Cuál es el bando bueno? El que tiene la bomba más grande. Y por haber llegado a eso nos felicitamos. Hemos superado a los antropófagos de Atapuerca.
Un abrazo
L.

B Fernandez dijo...

Continuamos en el corazón de nuestras particulares tinieblas. Parece, que a pesar de todo lo adornado que queramos por bonitas palabras como progreso, bienestar, modernidad, … que no sabemos muy bien lo que significan, damos pasos de gigante hacia la uniformidad y lo que se sale de esa uniformidad es visto como sospecho e incluso prescindible. Miles de años transitando por la diversidad para caminar en estos momentos a pasos acelerados hacia la homogeneidad. ¿Transitamos por el buen camino?

Como escribe Lévi-Strauss en Mitologías: “… El arcoíris enferma al indio caribe cada vez que no halla nada que comer en el cielo… En cuanto aparece encima de las tierras los indígenas se ocultan en sus chozas y piensan que es un espíritu misterioso y rebelde que busca a alguien para matarlo…” Parece que los arcoíris actuales los señalan las estelas de los aviones que surcan nuestro planeta, o tal vez, deberíamos decir de los pocos que surcan los cielos en sus jets.

Tiempo antes, Plutarco también escribía sobre el arcoíris: “… así como los Matemáticos dicen que el arcoíris es una presencia solemne de diversa pintura y color, por la refracción de nuestra vista contra una nube: también esta fábula es apariencia de alguna razón que replica y remite a nuestro entendimiento a la consideración de alguna otra verdad.”
¿Tenemos más cerca «la Verdad»? ¿Hemos desterrado lo relativo? ¿Podremos continuar diciendo «Eppur si muove»?

Un saludo,
Benito Fernández

Luis Pancorbo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Luis Pancorbo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Luis Pancorbo dijo...

Por supuesto, Benito, no hay una verdad absoluta, y menos ésa por la que se corta el cuello a los supuestos herejes. Los propietarios de la verdad, nada digamos si son religiosos, son escombros de un pasado absolutista, en cualquiera de sus denominaciones. Todavía hay fieles de tales o cuales confesiones, pero también hay mucha gente que bebe tal o cual vino y el suyo es siempre el mejor. Por otro lado el relativismo cultural es siempre un escudo contra la uniformidad mental, moral, y así, que se asienta y expande cada día más con los instrumentos digitales y nuevas tecnologías. Y respecto a discutir a Galileo, y dudar hasta de que la Tierra se mueva en torno al Sol da escalofríos. Es como si hubiéramos regresado entonces a las cavernas, aunque las cavernas al menos en España aún no han desaparecido de las mentes.
Desde luego el arcoíris es un gran signo en la tierra de Oz, y sitios parecidos, pero muchos pueblos lo vieron como un mal augurio. Cuando no --como piensan los aborígenes, australianos-, en una serpiente Todopoderosa. Pero el problema actual no pertenece al mundo de los sueños. Que existen, cómo no, pero en su espacio cerebral y nocturno normalmente. El problema es que las costuras del planeta están reventando. Hay anomalías graves, aunque disfrutemos todavía de la gravitación universal. La población mundial exige comer, qué menos, y todos saben ya sus derechos. Pero el reparto es un poco como en Gaza, sin paracaídas. Hay gente contusionada y muerta cuando le alcanza en la cabeza un paquetón de comida. Pero no hay miedo. Todo se cura con pan y tiritas, y agua renerada, el champán del nuevo mundo feliz. Sin hablar de las guerras sin otros contrincantes que el clima, el aire, el agua, los árboles, y los humildes que quedan por miles de millones en nuestro mundo.
Otro ejemplo. El gobierno indio quiere poner ya un megapuerrto en Nicobar Grande, isla de las Andamán, y una terminal de contenedores y demás para hacer de ese sitio, hasta ahora protegido, un nuevo Hong Kong. ¿Ytalar de paso 850.000 árboles? ¿Y los ciento y pico shompen que aún viven allí, en teoría protegidos por el bondadoso gobierno indio? Serán víctimas colaterales del implacable desarrollo. Y lo mismo pasará con los en torno a doscientos habitantes de las islas Sentinel. Siempre en el Mar de Andamán.
Menos mal que el gobierno del presidente Modi, que es hinduista, cree en la bondad de Visnú, el dios conservador, y quizás algo menos en la merced de Siva, el destructor y luego reparador del entuerto.
Un abrazo
L.