sábado, 13 de febrero de 2016

EL TIEMPO DEL ESCORPIÓN

Mucha gente comprueba que la falta de gobierno, sin llegar a ser placentera, se lleva perfectamente. Tal vez sea el hartazgo, por lo que fue, o por lo que viene, una sustitución de tal vez dos millones de cargos, a menudo chollos, que más que ir en la dirección regeneracionista irán en la habitual dirección de la cartera (antes faltriquera). Los parientes de esa crema pastelera hispana sí que están en un sinvivir. En Italia -dijo una vez Leo Longanesi- habìa que poner en la bandera nacional: "¡Que tengo familia!". En España eso no es necesario, se sobrentiende. Como se sobrentiende la antigua fábula del escorpión que prometió al cocodrilo no picarle si le cruzaba el río en su lomo. Al final el escorpión clavó al cocodrilo el aguijón y ante la estupefacción de este le dijo como toda explicación: "Es mi naturaleza".  Más que de política fina aquí habría que hablar de una mentalidad primitiva, aunque ya decía Evans-Pritchard que lo de primitivo a menudo es denigrar a otros de fuera del triunfante Occidente. Cómo no. "Nosotros somos racionales, los pueblos primitivos son prelógicos y viven en un mundo de sueños y ficciones, de misterio y terror; somos capitalistas y ellos son comunistas; somos monógamos, ellos promiscuos; somos monoteístas, ellos fetichistas, animistas, preanimistas, o lo que se quiera...". El escorpión no es agradecido con el pobre cocodrilo explotado: solo quiere todo gratis. ¿Y los otros? En realidad los otros no existen.

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8 comentarios:

juan de la cruz471 dijo...

Pienso yo, tras leer tu reflexión, que quizá tengan razón los teóricos de la infalibilidad de la soberanía popular (no sé si era Rousseau) Puede que en estas elecciones el "sabio" pueblo español se haya manifestado "ansí" para salvar para siempre el determinismo de su naturaleza bipolar, cainista, que elige entre dos trincheras fatales, de esas que habían de helarnos el corazón. Se repite esa expresión de las "líneas rojas", como si fuera la base de todo el conocimiento, cuando necesariamente habrá que pactarse entre distintos, tibios, imaginativos... generosos y quizá buscar el bien común, y que esto no sea una expresión vacía, o luego, vaciada. Porque puede que esta vez el jefe del negociado no tenga que ser del partido Popular o Socialista,¿y si por este "revolutm" viene a dirigir sencillamente el más capaz, el más responsable de sacar la institución adelante, sin pensar que su acción administrativa perjudica más a los fachas que a los rojos o viceversa?.
¿Cómo no vamos a desconfiar?: que eso es difícil y la "naturaleza" de los españoles pesa mucho y que al final siempre suicidamos esta posibilidad que nos puede cruzar el río.
A medida que pasa el tiempo, pienso yo que quien está jugando a repetir las elecciones porque calcula que va a ganar diputados, a lo mejor hasta los pierde.

¿Por qué no son humildes y hacen caso al "resabio" pueblo español que tuvimos más de cuatro años para madurar este voto y se ponen a trabajar de una manera limpia, positiva, respetuosa con la representación que les hemos dado?

Luis Pancorbo dijo...

Hilas fino, Juan, el tapiz de la decepción española que se prorroga desde los electores a los que estos han elegido. Y es que aquí no se sabe y no se quiere pactar. En el fondo eso no está en la naturaleza del personal. Se pactará algún día, sí, no hay otra, pero entretanto el bipartidismo tiene sus agarraderas, inercias, herencias y corrupciones, y por tanto pasa el tiempo. Lo que está claro, o eso parece, es que un futuro gobierno de puro maquillaje, y con reparto de gabelas en su ADN, no colmará la necesidad básica de llegar a un periodo constituyente. Todo lo demás es bastante pamplina. Por eso traje a colación a Evans-Pritchard dando la vuelta al clisé del hombre primitivo, rudo, comparable a los animales... "incapaz de especulación...". Y luego resulta que el no primitivo lo que tiene es un apetito de dominio, de rapacidad, y de desprecio por otros paradigmas, idiomas y culturas, que para qué se quiere una maza. "Los aparaho...apenas pueden conversar entre sí en la oscuridad". Eso era un rasgo tremendo de primitivismo. El político hispano es un artista de las sombras en un tiempo de oscuridades de un país que necesitaría una pasada al fin por las luces.
Un abrazo
L.

Patricia dijo...

Buenas tardes,

Por mas que los agoreros o interesados, que no se sabe si son los mismos, pronostiquen siempre el caos ante una falta de gobierno, aunque por supuesto, no de poder, en los últimos tiempos y en diferentes países, hemos visto que el mismo nunca llega. Las personas solemos estar, en algunos casos por desgracia, más ocupados en la supervivencia del día a día.

Si la teoría de los seis grados de Karinthy, supuso explicar que cualquiera está conectado con cualquiera mediante cinco intermediarios, como no se va a poder explicar que cualquier político tenga muchos menos grados de conexión cuando está en juego cargos, que no cargas, que esas se dejan para la gente corriente.

Que más da el color, si todos forman parte de la misma paleta, que más da que la casa este sin barrer, ya la dejarán unos y otros bien limpia, que para eso la escoba funciona igual de derecha a izquierda, que de izquierda a derecha, pues por supuesto siempre pasa por el centro, como dijo Concepción Arenal, “cuando la culpa es de todos, la culpa no es de nadie”.

Así le sucedió a el pastor de esta narración popular de El pastor y febrero:
Había un pastor que se quedó sin comida para sus vacas y ovejas durante este mes, así que fue a buscar quién se lo vendiera, pero no se avinieron en el trato por que le pedían mucho. Entonces pensó el pastor, febrero está al acabar y llegando marzo ya habría grano para el ganado
Pero en esto, le contestó febrero: con dos o tres días que me quedan y otros dos o tres que me deje mi hermano en marzo, volverás con los pellejos al hombro y las cencerras en la mano.


La verdad, es que los escorpiones nunca agradecen nada, ya se sabe “amigo de un día, enemigo para toda la vida”, y nosotros pobres reptiles, sólo existimos para los alacranes cada cuatro años, pues ¡pobres cocodrilos!, nuestras pieles son de gran valor para hacer bolsos y billeteras. ¡Uf! Aunque empiezo a creer que ese largo tiempo es una suerte.

Un saludo,
Patricia

Benito dijo...

Las desigualdades y diferencias, ya se sabe que, cuanto más extremas y extensas más necesidad de buscar legitimidades y disimularse tras iconos. ¿Podemos pensar en la cultura cómo icono?... Icono en tanto en cuanto intenta utilizarse ligado a sociedades humanas constituidas como entidades dotadas de realidad y significación con el mismo título que conjuntos nacionales, algunos mantienen que constituyen una sustitución de las religiones.

Se le atribuye a Tylor una definición canónica de cultura como complejo que abarca saberes, creencias, arte, costumbres… Y como puntualiza Lévi-Strauss la cultura es algo cuya existencia es inherente a la condición humana colectiva. Pero tal vez debemos pasar del singular al plural si recordamos que Kroeber y Kluckhohn compilaron una lista con 164 definiciones de cultura. Y en cuanto pasamos del singular al plural siempre hay quién ordena, clasifica y en última instancia segrega y los que se encargan de esto, generalmente son los que cortan el bacalao.

Pero cuando los que cortan el bacalao están al timón ¿Cómo pensar en generar algo nuevo, respecto a algo anterior, pero resultante de ese algo anterior sin recurrir a ninguna instancia exógena?


Saludos,
Benito

juan de la cruz471 dijo...

Sí, porque tres de los cuatro partidos que han poseído cosa pública española, (parece que el PNV se ha salvado de escándalos gravísimos) se han distinguido por crear tinglados de recaudación "voluntaria" con oscuros sicarios económicos, proveedores de sobres que fidelizaban a sus receptores. Me refiero a los hombres fuertes "de partido" en la sombra, -qué mayor poder que administrar sin control un dinero mágico y así mantener un núcleo duro de prietas filas se servidores "machacas" del aparato-.
El día -que pudiera llegar- en que en las mesas de contratación de obras estén tres o cuatro partidos y el eventual sobornador no sepa quien es el "baranda" con quién reunirse para "engrasar" su negocio, habrá llegado la luz o al menos bastante claridad.
La inoportuna cuestión catalana aporta zozobra, pavor a mover los quicios de la constitución. Es una lástima, porque coincido en que convendría podarla un poco e injertarla otro poco.

(Esta inviernera o primaverno yo no sé qué hacer con los árboles de mi huerto que aún no he podado y aquí hablo literalmente porque hace poco que tengo un huerto y este tiempo tan escaso de frío nadie lo ha visto antes, como el resultado electoral tan incierto)

Luis Pancorbo dijo...

Bien, Patricia, con esa historia de estirar febrero. Algunos de este país desearían un calendario que fuera de chicle: un febrero eterno no estaría mal para ellos, para sus negociaciones, desplantes, penúltimos acomodos en la imparable puerta giratoria. Este es un mes sumido en un agujero negro del tiempo español, donde las ondas gravitacionales ni siquiera nos traen el recuerdo de algún antiguo periodo ilusionante (supongo que eso se vivió por última vez en 1931). Aquí y ahora consiste en clavar el aguijón del escorpión tras prometer todo lo prometible. La gente, sin embargo, no ha de estar cansada. Dentro de poco tendrá que volver a votar, y las ofertas y los oferentes ya los conocemos. Así que a ver si al menos llega una rara primavera.
Respecto a la teoría de los seis grados de Karinthy, que bien mencionas, creo que está muy rebasada en España. ¿Todos tenemos conexión con cinco intermediarios? Cinco más el interfecto, o sea, 6. Sí, pero en España son más. En cada uno va toda la cabila, y la familia nuclear, y la familia política. Y ahí están los renglones de los partidos y grupos de poder anejos que van por amigos que son como estratos arqueológicos. Solo en TVE se ve claramente la persistencia de lucha por el plus y el compango de la aún capa franquista, ucedera, socialista de González, socialista de Zapatero, pepera varia, lo cual se subdivide en los de tal o cual director general, o presidente de Corporación. Se dan cargos a hijos e hijas de amiguetes periodísticos y políticos, a sobrinas, a esposas con carné matrimonial o no, y en realidad solo falta que un día nombren algo a un caballo como el de Calígula. Pero, bueno, tirar cohetes con la palabra regeneración anima mucho porque no compromete a nada. Regenerar de verdad es otra cosa.
Un abrazo
L.

Luis Pancorbo dijo...

De tantas variedades de cultura, definiciones y aproximaciones, conocemos algunas que no son de recibo: Kultur, si es la de Hitler, no pasa ni siquiera con unos acordes de Wagner.Pero, Benito, aquí la vida pública, la española, no va por un sendero de raciocinio, de jerarquía cultural y a la postre ética, y bien lo sabes. Por eso impera el viejo modo de pensar y actuar como en tiempos de Evans-Pritchard, quien tuvo que romper más de una lanza por los presuntos primitivos frente a los presuntos civilizados. Hubo incluso un feroz y errado darwinista como Galton que sostenía que su perro era más inteligente que un indígena damara (de la Suráfrica tropical). Y por supuesto los otros, los primitivos, carecían de religión digna de ese nombre. ¿Habrase visto semejante desfachatez? ¿Es que esos primitivos no han visto aún la película Spotlight, tan absolutamente necesaria?

Un abrazo
L.

Luis Pancorbo dijo...

Bien, Juan, por las mesas de contratación controladas hasta por cuatro partidos. Luego vienen las trampas por arriba o por abajo, pero eso es lo del escorpión, está en la naturaleza del personal. Aquí si un político, industrial, constrctor, amañador, periodista, familiar o afín, no consigue de los 50.000 euros para arriba a cargo de algún presupuesto patrio, ¿para qué hay que meterse entonces en política? ¿Para llorar? ¿Para qué tiene que aguantar uno a su familia si cuando un miembro toca chollo no arrastra al mismo a la parentela para que sea gratificada? Pero si eso se viene haciendo desde los tiempos de Tartesos. ¿De qué país, o no país, estamos hablando?
Un abrazo
L.