jueves, 19 de diciembre de 2013

VUELVEN LOS ICONOCLASTAS

No todo el mundo ve la Navidad de la misma manera, es más, hay quien no la ve. Pero los peores no son los negacionistas, sino los iconoclastas. El señor Theo Zurenoc, presidente del Parlamento de Papúa-Nueva Guinea, acaba de causar un escándalo fenomenal mandando destruir las máscaras y tallas indígenas del interior de la cámara baja. Ha dicho que eran figuras "sin dios" y portadoras de "malos espíritus". Esto no ha sucedido en la luna, sino en Port Moresby, la capital. Como Zurenoc quería cargarse también un poste de cuatro toneladas, que es una auténtica maravilla del patrimonio cultural de aquellas gentes, y en consecuencia de la humanidad, ha tenido que intervenir el primer ministro O´Neill y ordenar a Zurenoc, nada menos que el speaker de la cámara baja, que cesara en su manía destructora. Algunos la achacan a que Zurenoc está influido por una secta mesiánica de Israel, con lo que se demuestra de nuevo que no hay fronteras ni para lo bueno ni para lo malo. Pero me pregunto, ya que estamos por el Pacífico, si no tendrán razón los investigadores de la Universidad  de Adelaida que acaban de comprobar que los animales tienen unas facultades cognitivas superiores a las de los humanos, sólo que no entendemos su inteligencia.
Feliz año a todos.

www.luispancorbo.com
www.otrospueblos.com

6 comentarios:

Benito dijo...

Tal vez tengan razón los investigadores de la Universidad de Adelaida, y los animales posean capacidades cognitivas superiores, pero eso puede plantearnos algunas preguntas: ¿Tienen los animales visión filosófica sobre su propia existencia? ¿Tienen conocimiento sobre el origen y desarrollo de su propia cognición? ¿Cómo se desarrolla su cultura animal?... Es posible que los humanos tengamos unas capacidades cognitivas inferiores, al menos a lo largo de la historia nos hemos empeñado en demostrarlo muchas veces, no obstante, podemos intentar dar respuestas a esas y otras muchas cuestiones, aunque con el tiempo El Planeta de los Simios pueda dejar de ser una película y convertirse en realidad.

Parece que los iconoclastas del Pacífico se conforman, por el momento, con destruir máscaras. Por estas tierras teníamos la tradición de las subidas de precios al principio de cada año, siempre relacionadas con el icono del IPC, pero como a nuestros iconoclastas no les debía servir ese icono, se inventan subidas de la electricidad en subastas y pillerías varias. El caso es ordeñar la vaca mientras de leche, y mañana ya veremos. Al final, parece que aquí también tenemos una buena colección de señores Zuremoc y muy pocos O’Neill.

Felices Fiestas,
Benito

Luis Pancorbo dijo...

Claro que sí, Benito, lo de la luz es una animalada de España, otra más,y nadie es responsable aunque haya que remontarse a muchos gobiernos. Pero sobre el tema hombre/animal, viejo debate dado que el hombre es también un animal, y si el animal no es hombre a veces merecería serlo, los científicos de Adelaida, como Arthur Saniotis, investigador de Ciencias Médicas, y otros, empiezan a tenerlo claro. Hay otro tipo de inteligencia animal no por eso inferior. Filosofía y ciencia (y Aristóteles el primero) han dado la primacía al hombre,ese animal que tiene razón. De hecho no hay más que ver la reciente y espeluznante película "12 años de esclavitud", de Steve McQueen, para ver hasta dónde llegó la inteligencia del blanco. Es cierto que el hombre usa lenguaje y tecnología, y el animal tiene una inteligencia cognitiva basada en sonidos, olfato, y otros asuntos poco explorados, pero recuerdo que me decía Lévi-Strauss, basándose en Wilson, que hay que tener cuidado con ese tema. No está dicha la última palabra sobre las sociedades animales. Hechos como los de Papúa-Nueva Guinea donde políticos muy encumbrados vuelven a hablar de paganos, de maldiciones diabólicas, de destruir máscaras y tótems, es lamentable. Por ahí se empieza y se acaba cortando cuellos. "Off with their heads!", decía la reina Roja de Alicia a todo el que se le ponía por delante.

Un abrazo
L.P.

Patricia dijo...

Buenos días,

Si en Papua el escándalo llega por destruir su patrimonio cultural, en nuestra tierra, que no íbamos a ser menos, llegó hace unos meses, por la polémica tras el coste de los retratos de los presidentes del Congreso, eso sí que es, nuestra seña de identidad, y nos advirtió Quevedo de lo peligroso del poder en su soneto “Advertencia a un ministro”

Tú, ya, ¡oh ministro!, afirma tu cuidado
en no injuriar al mísero y al fuerte;
cuando le quitas oro y plata, advierte
que les dejas el hierro acicalado.

Dejas espada y lanza al desdichado,
y poder y razón para vencerte;
no sabe pueblo ayuno temer muerte;
armas quedan al pueblo despojado.

Quien ve su perdición cierta, aborrece,
más que su perdición, la causa della;
y ésta, no aquélla, es más quien le enfurece.

Arma su desnudez y su querella
con desesperación, cuando le ofrece
venganza del rigor quien le atropella.


Pero, como la Nochebuena está a la vuelta de la esquina, tendremos que seguir la tradición, llamémosla madeiro de natal, ceppo natilizio o aquí nataliegu, y echemos un tronco de roble al fuego, guardemos sus cenizas hasta el próximo año con la esperanza de que nos proteja de los speaker, o al menos que puedan llegar a desarrollar alguna facultad cognitiva como han comprobado con animales.

Próspero 2014 a todos,
Patricia

Luis Pancorbo dijo...

Qué interesante, Patricia, lo del nataliegu: recoger cenizas auspiciosas del tronco para todo el año. He visto a los quechuas coger hielo de un glaciar, a 5.000 metros, como el de Colloriti, y bajan silbando con su carga. Ese hielo hecho agua les protegerá todo el año.
¿Quién nos protege aquí de los tarifazos continuos junto a los sueldazos de quienes los instigan? Lo decía Quevedo en ese magnífico poema que nos trasladas, la hartura de la gente no siempre es pacífica. No sé si suficiente para decir con la Reina Roja "Off with their heads!", "Que les corten la cabeza", pero desde luego lo que es la entraña del país se está yendo a pique.
No cejemos en lo nuestro ni prescindamos de lo mejor.
Feliz todo y el 14, a ver.
Un abrazo
L.P.

Luis Bruzón dijo...

El patrimonio cultural, material o inmaterial, está en peligro en todo el mundo por seres como Zuremoc. Particularmente puedo referirme a las imposiciones religiosas y otras creencias fanáticas que detestan convivir con deidades indígenas o afrodescendientes y, a estas alturas de la película, las tachan de ritos satánicos o brujería. Detrás de esa hipotética herejía hay auténticos libros abiertos de cultura ancestral y sabiduría, tradición oral, música, olor y color, que alimentan la diversidad y, por tanto, la tolerancia. Pero es verdad que el respeto a la diversidad o a la naturaleza entre otras cosas es patrimonio que va quedando más entre los animales que entre el propio ser humano.

Lo más triste es cuando, por pobreza o miedo, los hombres del hielo de Colloriti o tantos como ellos en todo el mundo abandonan su práctica espiritual para entregar un diezmo a alguna iglesia cuyas ganancias podrán soportar cualquier subida de la luz u otro servicio público. Así son las maneras de la globalización.

Un abrazo y feliz año a todos.

Luis Pancorbo dijo...

En efecto, Luis, parecería que las culturas primigenias tienen cada vez menos espacio y recorrido ante la homologación y colonización de las ideas y las necesidades. Eso se estrecha, pero quienes trabajamos en alguna medida en estos temas sabemos el valor de lo diverso, y que su aniquilación haría más pobres a los occidentales que no han tenido la virtud aún de ser ricos como Dios manda.
Vuelvo de un país del Mar Rojo, que no es Egipto, y allí hay una pobreza abismal, pero sin problema al menos de fijar sus ideas religiosas en una imagen determinada. Eso va, si va, dentro del individuo.
Feliz 2014.
L.P.