miércoles, 6 de junio de 2012

Fahrenheit 451 y la Televisión

Salud y honor a Ray Bradbuby que a sus 91 años va seguramente hacia las doradas manzanas del sol. Si el papel arde a los 451º Fahrenheit (o a 233 centígrados) lo sabemos gracias a él, y a los totalitarios de toda laya, pelaje y condición, que quieren quemar al contrario. Si no lo pueden quemar en persona, queman sus libros. Los bomberos hacen incendios en vez de apagarlos, según Bradbury en su relato de 1953, del que hizo una gran película Truffaut en 1966 (más discutible es la última parodia de Michael Moore: "11/19"). Bradbury estaba en contra de acogerse a la Quinta Enmienda cuando llamaban a declarar en el Comité de Actividades Anti-Americanas. Le pareció que al macarthysmo había que plantarle cara, no ocultarse tanto como otros escritores relacionados con el cine. Él fue guionista del "Moby Dick" de John Huston en 1954. En nuestros lares los desgarros del ethos (que no es lo mismo que la camiseta) se producen aún por vías oblicuas. Es sorprendente que haya quien ponga en duda la necesidad de una regeneración de la Corporación de RTVE, que ha tenido presidentes y directivos dedicados a abrazarse a un espeluznante nepotismo, amiguismo y lo de siempre tan hispánico y profesional. Hasta Bradbuby, por algunos considerado un Allan Poe para optimistas, creía que había un arreglo al final de la hoguera.

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4 comentarios:

Benito dijo...

Sobre Ray Bradbuby, como de tantos otros grandes, podemos decir que nos queda su obra y sus ideas, que no es poco.

Estos días necesitaríamos algunos Bradbuby que nos explicaran a que temperatura se funde la prima de riesgo y demás inventos… No estaría mal de paso, que unos cuantos no se acogieran a la Quinta Enmienda y a ninguna otra a ser posible, para arrojar un poco de luz sobre esta incertidumbre en la que estamos o se empeñan en hacernos creer que estamos.
Regenerar, implementar, modernizar, etc… Todo se nos presenta como la única forma de comprensión y práctica posible. Las dinámicas se presentan y señalan como evidentes, imprescindibles, pensamiento único. En fin, como todo etnocentrismo, se presenta como sentido común, visión única, ni se discute, ni entra a formar parte de la reflexividad. Tal vez debamos insistir más en las particularidades, en las diversidades, en las especificidades y de este modo llegaríamos a los universales.

Como decía Ray Bradbuby: “Si escuchamos a nuestro intelecto, nunca viviríamos una historia de amor. Nunca tendríamos amistad… Hay que saltar siempre desde los acantilados y construir las alas en el camino de descenso”.


Saludos,
Benito

Luis Pancorbo dijo...

Sé donde anida el remedio, el purgativo, que no el purgatorio, pero el percal es el que es en Prado del Rey y en tantos otros sitios españoles. Cambiememos de paradigma, no estaría mal. Pero, ¿y entretanto? Muchos mindundis o así están en el control del silencio ajeno (lo que querían los quemadores de papel del mundo bradburyano). Creo, Benito, que no habrá nuevo paradigma si al menos no cambian antes los controladores. La tarea es ingente. ¿Quién custodia a los custodios? Eso preguntaban los romanos y, claro, era una pregunta retórica.
Saludos cordiales
L. P.

Patricia dijo...

Buenas tardes,

Comportamientos totalitarios enfocados siempre desde el micromarketing con diferentes adaptaciones, formas particulares según contextos y destinatarios, y como fin último el acceso al consumidor o espectador, eso da lo mismo. En este mundo globalizado todo es susceptible de descontextualización pero nunca lo es de la mercantilización, que es por supuesto, lo primero.

Regeneraciones más necesarias que nunca hoy en día....pero ya se sabe, ahora debe primar el balompié, al menos en Europa...para lo demás siempre de aplicación el principio de incompetencia de Peter, “..todo empleado asciende hasta su máximo nivel de incompetencia”...en las jerarquías de las organizaciones, los de siempre deben ser promocionados a mayores responsabilidades...las consecuencias...que todo es susceptible de ser rescatado, eso si, por los mismo.

Ejemplarizante y original, el caso del obispo o “no” de Robléu de Cerecea, que nos tiene a todos atónitos...no aparece este cargo eclesiástico en ninguna lista, ni nadie sabe de su nombramiento, y por aquí está, oficiando misa, encabezando procesiones y con su atuendo, mitra y báculo...siempre con fieles seguidores que sólo tienen buenas palabras hacia él...como vemos nadie custodia a los custodios, o quizás, esta sinrazón sea la razón para los arreglos al final de la hoguera.

Un saludo,
Patricia

Luis Pancorbo dijo...

Mejor habría que saber, creo, Patricia, lo que pasa en la Curia, con la Banca vaticana y demás interioridades que parcialmente han aflorado tras la dimisión de Gotti, el banquero pontificio, y la detención de Paoletto, el camarero personal del Papa. Siempre recuerdo "El Padrino III", que es una ficción de Coppola, en efecto, pero que parece calcada de lo que ocurrió en el tiempo de la muerte del Papa Luciani, el ahorcamiento del banquero Sindona en un puente de Londres, la desaparición en Arizona del cardenal Marcinkus, ex director del Instituto para las Obras de Religión (o Banca Vaticana)... En la película de Coppola un sicario de Mike Corleone mata con las patillas de unas gafas a Luchesi, un alto político democristiano pringado en corrupciones hasta el cuello, mientras se oye como si fuese una salmodia la frase "el poder desgasta a quien no lo tiene", una de las frases favoritas de Andreotti, que este ex-primer ministro de Italia sí es un político de carne y hueso.

Saludos cordiales
L.P.