viernes, 17 de junio de 2011

ESTA VEZ ES DISTINTO

Cada vez que alguien dice sobre la crisis actual "Esta vez es distinto" hay que echarse a temblar, como dicen bien Carmen M. Reinhart y Kenneth S. Rogoff en un libro que se acaba de publicar (en Fondo de Cultura
Económica) sobre las necedades acumuladas, y repetitivas, del sistema financiero. Pero, si es por eso, yo prefiero el sistema del adivino ixil Shas, el contador de los días en esa etnia del Quiché (Guatemala), estudiado por los Colby, y en otro libro publicado por FCE. Cada día en la visión de raigambre maya de Shas era una divinidad y había que atenderla de forma especial. No se podía ni debía bromear con los días, máxime cuando se repetían según la cuenta corta de los veinte días. España necesita como agua de junio -el retraso es lo de menos- que el daykeeper tenga competencia y que los problemas no estallen simplemente, preludiando los de mañana, sino que empiecen a ser previstos y resueltos. Siempre a beneficio de la razón pública, o la salud pública, no sólo del bolsillo propio (disimulado a veces con el de la parienta o el de la cabila extendida).

4 comentarios:

Benito dijo...

Como sostienen muchos economistas y M. Harris expone magníficamente, algunos “expertos“ ven la economía en un sentido restringido, como aquel conjunto de decisiones que la gente toma cuando dispone de recursos o riquezas limitados y un número ilimitado de bienes y servicios.

Si enfocamos en la dirección del maestro Lévy-Strauss ampliaremos mucho más el foco en la interpretación de la economía occidental como un hecho simbólico, que transciende a lo puramente mercantil (ya señalado por M. Mauss) es ahí cuando surge la impresión de que en estos tiempos cuando escuchamos la palabra crisis, se están invocando fuerzas sobrenaturales (fuerzas extrañas denominadas con palabras que no sabemos muy bien lo que quieren decir como mercado, reestructuración de la deuda, etc).

Es aquí cuando aparecen nuestros modernos chamanes, individuos que, como muy bien señalan Harris o Vitebsky entre otros, son capaces de entrar en contacto con seres espirituales y controlar esas fuerzas desconocidas. Ellos nos aportan sus recetas para solucionar problemas como el desempleo, la educación y todos los que se nos puedan ocurrir (a veces el remedio es peor que la enfermedad, pero eso no tiene importancia, eso son palabras menores). También aparecen aquellos otros que aprovechando la situación tratan de sacar beneficio de la necesidad y el
miedo, sin duda nada nuevo bajo el sol. Y los que en beneficio de la razón pública se dedican a tocar la lira (ese magnifico Peter Ustinov) mientras Roma y los romanos se queman.

Saludos,
Benito

Patricia dijo...

Buenas tardes,

Pueden existir muchas hipótesis o magnitudes que intenten darnos una explicación sobre esta crisis, aunque hay una variable poco explicada y no usada sobre la economía y que José Luis Sampedro cita en su libro “Economía Humanista”, dicha variable es el “poder”. Su ausencia, permite según el autor, exonerar de toda responsabilidad a los que la ejercen, fingiendo así neutralidad, e inyectar a los explotados la ilusión de que nadie los oprime.

Aún cuando la economía está incrustada en la sociedad, o al menos, en la nuestra, y aderezada eso sí, con expertas y a veces interesadas informaciones, para que perdure dicha ilusión a beneficio público, por supuesto.

Un mongol khitan dijo a Ogodei, sucesor de Genghis Khan, “el imperio fue creado a caballo, pero no puede ser gobernado a caballo”.

Un saludo,
Patricia

Luis Pancorbo dijo...

A fuerza de repetir que España es distinta,y que no pasa nada(sólo un poco de crisis pasajera),uno cree que los cuentos, lo mismo que los mitos, tienen al menos el valor de ratificar una cultura de fondo. O en el fondo. Tienes razón, Benito,aludiendo a los maestros que han visto en la economía otro sistema de significación,no muy distinto al que tenía el contador de losdías Pap Shas: "Los días buenos para celebrar ritos son 16 de 20. Algunos días son particularmente apropiados para ciertas ceremonias".¿Y por qué no?
Saludos
L.P.

Luis Pancorbo dijo...

De acuerdo, Patricia,el poder,ese miasma que en vez de ser usado para enaltecer lo más noble,se suele pertrechar de corrupciones. El imperio no puede ser gobernado a caballo,no debería ocurrir así ni siquiera en Mongolia, pero la España oficial tiene mayor parque móvil que el del gobierno de los Estados Unidos. La austeridad es baladí. El contador de los días,Pap Shas,al menos lo tenía claro: "Bueno,aun el juez tiene su ley/¿Cómo podrían ser los dioses sin ley?". Aquí la ley es elástica,la mía,no la tuya, es la buena.
Saludos L.P.