domingo, 15 de noviembre de 2020

A POR EL VISÓN

     Hay que matar visones. está claro. Son los responsables de una mutación del coronavirus que se transmite a los humanos. Si fuésemos daneses mataríamos entre 12 y 17 millones de estos animales  culpables de existir y de tener una buena piel.  Su piel, de todos modos, es de tipo mesocrático. La piel del leopardo de las nieves -base del gran libro de Mathiesen- se reserva para reyes y presidentges eméritos o vitalicios. Pero el visión como una especie de conejo o de pollo incomestible. Si encima es un mutante  no hay otra que cortarle la cabeza, como grita todo el tie,mpo la Reina Roja de Alicia en el País de las Maravillas.  El gran sacrificio de los visones en ell altar  sagrado de  la desigualdad planetaria hará posible que  el gran Manitú siga dando cuerda a a tanto país exótico. ¿Quién dijo miedo?, como se decía antes.


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6 comentarios:

B Fernandez dijo...

Como decía el coronel Kurtz en ‘Apocalypse Now’ …He visto el horror… Horrores que tú no has visto. Pero no tienes el derecho a llamarme asesino.... Es imposible describir el horror en palabras a aquellos que no saben lo que verdaderamente significa... Tienes que tener hombres que tengan moral… y al mismo tiempo que sean capaces de utilizar sus instintos para matar sin sentimentalismos… Sin pasión… Sin juzgar… Sin juzgar. Porque es el juzgar lo que nos derrota.

Cuando tienes que decidir entre aplicar tratamiento a un visón, que tal vez se salve, y dejar a otros dos sin él, sabiendo que se van a morir y a eso lo llamamos protocolo. ¿Estaremos rozando el delirio de Kurtz? Pero, en fin, cien mil visones arriba cien mil visones abajo, la cosa no cambia mucho. ¿Qué es entonces la derrota?

Cuando cada día parece hacerse presente este poema de Octavio Paz

Quiso cantar, cantar
para olvidar
su vida verdadera de mentiras
y recordar
su mentirosa vida de verdades.

¿Algo parece no rodar bien del todo?

Un saludo,
Benito Fernández

Luis Pancorbo dijo...

Preguntas. Benito, con la calma que da la sabiduría, si parece que algo no rueda bien en el hlobo. No creo que sean las vielas newtonianas, ni las deducciones einstenianas, ni los pozos de la fñ física cuántica.
Lo que no va es el tornillo de algún que otro dirigente. Y por supuesto el decreto del capitalismo salvador. Y las iglesias, en primer lugar la ccatólica, que siguen leyendo el mundo como los antiguos sepulcros blanqueados. Y tampoco va la comodidad presunta de una civilización que necesita tanto litio ( se acaba de descubrir en Sonora, México, una fabulosa mina de ese material.
Tantas cosas que no van bien mientras las mutaciones hacen culpables a los visones.
Pero el culpable es siempre Kurtz, el de Coppola, y sobre todo el de Conrad que lo inspira. El horror no ha venido hace poco. Se ha ensanchado solamente-
Es el sapo incluido en el desayuno universal.
Un abrazo
L.

PF dijo...

Buenas tardes,

¡Un País bastante lento el tuyo! -replicó la Reina- Aquí es preciso correr mucho para permanecer en el mismo lugar y para llegar a otro hay que correr el doble más rápido.

Una traducción de la famosa frase de Carrol que ha llegado a algunos a plantear el Efecto o Hipótesis de la Reina Roja por la cual se describe una necesidad de mejora continua de las especies para mantener su status, pero… ¿qué es una mejora continua? ¿evolución o involución? ¿el mundo al revés? o más bien “patas arriba”.

Desastres naturales y sociales, por supuesto, guerras y epidemias con sus consecuencias, el miedo y la pobreza….en fin, ahora el pobre visón, antes el pangolín y en medio el murciélago…y el hombre, casi siempre presente como fauna destructora, en un incesante y atareado devenir, con sus agobios y prisas sin fijarse en muchos casos en el prójimo, aunque ahora sólo nos distancie metro y medio, y ¿para que corre tanto la gente?, pues como decía Gloria Fuertes:

La gente correo tanto,
Porque no sabe dónde va,
El que sabe dónde va,
Va despacio,
Para paladear
El ir llegando.


No parece una “receta” muy difícil de llevar a cabo sólo hay que parar, mirar y reflexionar para poder vislumbrar y disfrutar de nuestro entorno más próximo, ¡buen apetito!

Un saludo,
Patricia

Luis Pancorbo dijo...

Ir llegando, que buena fórmula, Patricia, la del verso de Gloria Fuertes. Comparto contigo la admiración también Por Carroll y sus teoremas casi cuánticos, como el de la Reina Roja.
Si hubiese más Reinas Rojas las cosas irían más veloces.
El ritmo es una desilusión: vamos rápidamente hacia la involución de las especies. Los visones mutantes quieren imitarnos a los humanos . sólo nos faltaba eso: Off with their heads... Que les corten la cabeza.
Nos quedan las setas. menos mal que hay algo que sale limpio en el campo de Noviembre. El nuevo año ya ha empezado, según los antiguos celtas. Este nuevo año no puede ser tan malo como el que acabamos de dejar metido en una calabaza, o en un bueñuelo de viento.
Un abrazo
L-

juan de la cruz471 dijo...

¡Visones! En la provincia de Ávila, cerca de Madrid hay un pueblo grande que se llama El Barraco, famoso por sus ciclistas y por sus granjas de visones y tiendas de cueros en general. No sé si estaba en crisis, por eso de que la piel ya no es todo lo fetén que había sido antes. ¿Qué sucedería si un grupo de animalistas decidiera liberar a estos mustélidos? Ahora estamos hablando en serio (muy en serio) y hay que matar. No valen las categorías Disney. Por cierto el visón de granja liberado es más matón que los visones naturales, como los cangrejos americanos, las vespas velutinas, etc.
Aprovechando el argumento también soy partidario de matar, si MATAR, a las bandadas de estorninos que, por algún desequilibrio seguramente provocado por la actividad humana, convierten los parques en palos de gallinero. En mi pueblo de residencia, Béjar, los asustan al anochecer, tiran cohetes, hacen ruido desde comienzos del verano, todas las noches reciclan los fuegos artificiales creados para la alegría oficial que, en un año tan triste, no se tiraron. El parque sigue oliendo a gallinero y allí no hay quien pare. Los pájaros vuelven, no consiguen engañarles con ese fogueo. Yo no era partidario de ese plan evidentemente espantar a esa plaga no es la solución si se la mandamos a los parques de los pueblos vecinos.
Pero sigo con el verbo matar: hay gente que no mata a sus gatos y los suelta en el campo y, cazadores cualificados como son, matan pajaritos silvestres, saquean nidos, jugando con ventaja en relación con los otros animales salvajes que también vivían de eso, porque los gatos no temen al hombre y, no teniéndose que ocultar, acaban con la fauna silvestre a tiempo completo. Pobres pajaritos: con lo majos y lo insectívoros que eran. Otros que matan.
Perdón: hoy he estado demasiado matón. Salud para todos, aunque los hombres seamos la peor plaga de la naturaleza.

Luis Pancorbo dijo...

Qué buena la historia de los estorninos imparables, Juan. Hay que hacer algo que no sea una serena- También los virus son vida salvaje, aunque microscópica, y nadie los defiende como criaturas de algún dios desconocido. Respecto a las cotorras madrileñas, que copan los parques, es de suponer que la tolerancia que reciben no hará desaparecer a los gorriones o a las golondrinas.
El visón es un aviso del coronaviru mutante.
Lo que no cambia es el armiño para los reyes y hasta el leopardo de las nieves. Eso no hay que tocarlo.
Entre mis mejores recuerdos profesionales figuran las islas Galápagos, donde los pinzones se nos posaban en la misma cámara. No nos teníamos miedo por fin, pájaros y hombres.
En esta época del pato cojo, el interregno entre dos presidencias norteamericanas, saliente y entrante, está cojo el murciélago, el visión, y el deseo democrático de un cambio a mejor en en el pobre planeta.
Un abrazo
L.