martes, 27 de septiembre de 2016

MENOS DA UNA PIEDRA

Tal vez habría que acudir a soluciones imaginativas para el tema del gobierno. La regeneración del país por supuesto puede esperar, es hasta impertinente sacarlo en el veranillo de San Miguel, previo al Pilar, previo a los Santos y a las Navidades, y luego los Reyes, los Carnavales y la Semana Santa. Y dentro de nada, otro verano. Pero si se quiere una solución técnica ahí tienen ustedes el genial sistema adoptado en RTVE en 2012. Cada mes un propio de cada partido dirigía el Consejo de Administración de RTVE, con su tarjeta de crédito de algún color, con su coche oficial (provisto de chófer), y demás prerrogativas económicas para que él y su familia no sufrieran por el estrés directivo. Un mes es largo. Un mes te pones tú y otro mes que se ponga otro. Era una balsa de aceite tras el fracaso del dinámico Luis Fernández y de su octogenario delfín Alberto Oliart en la presidencia de RTVE, y eso que en ese tiempo, cobijado por Zapatero, hicieron salir a 4.000 y entraron a mansalva sus fieles, amistades y parientes para cubrir huecos, o sea, nóminas y contratos. Por fin se alcanzaron las cotas más altas de lo que el filósofo Byung-Chul Han denomina psicopolítica. Una dama muy cotizada también en la España neoliberal: "Lisonjea el alma en lugar de sacudirla y paralizarla mediante shocks". Bueno, eso esperando que no estés en paro o en algún colgajo de la precariedad patria, que entonces la amable psicopolítica te liquida. Se podría argüir que el Consejo de RTVE es una menudencia comparado con el gobierno nacional, que exigiría algo más que una solución al estilo de la televisión de Zimbabwe (ahí todos los que chupan son de la tribu de Mugabe). Tampoco parece lo suyo una solución gubernamental a la alemana, con una Grosse Koalition, donde vuelva a regurgitar el añorado bipartidismo. La solución rotatoria es más benéfica: un mes de poder (y dinero) para cada exponente de partido, aunque al final en TVE aquello no fuera sino un principio de la paulatina degeneración. Pero ya se sabe lo que se cree en España, que menos da una piedra.

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6 comentarios:

juan de la cruz471 dijo...

Creo que no va a ser necesario. Antes de ayer se han dado las conjunciones pertinentes: ni un solo voto perdido por el PP por el caso reSoria o la desfachatez de Rita, la que no se quita; y el PSOE con la pájara. Mientras tanto, cala la lluvia fina de que "el guaperas ese, que nos deje gobernar", "que se echa a perder la recuperación por mantener el guapo su sillón". El País se une descaradamente al tam tam, -que marcan con mucho más descaro Radio Nacional y TVE- de las siete abstenciones, y los barones (me están saliendo muchos pareados hoy) no quiero decir lo que le tocan al esbelto Sánchez. Yo vaticiné en esta pantalla que apartaría Rajoy y entraría Soraya pero, con el asedio de estos días, me empiezo a inclinar porque le sale absolutamente gratis al PP. Está claro que contra su electorado tan sólido, que no le cobra ni la corrupción pasada ni la jeta presente, no pueden oponerse ni los nuevos gaseosos(Ciudadanos y Podemos están groggy) ni el antiguo- líquido tormentoso- PSOE, que parece ya pelearse por la herencia de Sánchez.
Un abrazo y ruego al cielo una semanita más de veranillo como ésta, para seguir recogiendo tomates de mi huerta, que es lo más importante que se puede tener entre manos.

Luis Pancorbo dijo...

No puede haber nada más saludable, Juan, que cultivar el jardín, y además fue la recomendación final de Voltaire en su "Cándido o el optimismo". Me gustaría de verdad en este veranillo de San Miguel, que en Estados Unidos llaman indian summer, y por lo menos es un homenaje, que me vinieran aires optimistas. Pero volviendo a Voltaire así caeríamos, como el filósofo Pangloss, en que "este es el mejor de los mundos posibles". Es curioso, en efecto, que eso tenga reflejo en España desde 1939 para una gran masa de gente, la cual en realidad no ha cambiado de cartucho. ¿Será cosa de la memoria que nos falla? Ese filósofo al que cité en la entrada, el coreano Han, que trabaja como profesor en Berlín, cree que "la sociedad humana es una narración, un relato del que necesariamente forma parte el olvido". Particularmente eso me molesta un poco, aunque Han lo pone en relación con la diferencia que hay entre la memoria de la gente y la memoria digital, esa otra peste con la que hay que lidiar. "La memoria digital es una adición y acumulación sin lagunas. Los datos son enumerables, pero no narrables". Eso es lo que debe pasar ahora, que en este país mucha gente se suma a una memoria digital, no narrable, y a este paso se irá poniendo en blanco, o en azul.
¿Y la regeneracion? Me parece que ya dije que eso fue algo que se dijo en su día, como si fuese a ilusionar al país, pero no ahora, oiga, que ya estamos casi con los crisantemos y las calabazas.
Un abrazo
L.

Benito dijo...

A veces la piedra se convierte en pedrada, está de sobra demostrada la insensibilidad de nuestros gobiernos. Que se lo digan a los enfermos de hepatitis c y sus problemas para alcanzar el fármaco para paliar su enfermedad. Tal parece ser la situación que hay gentes que manifiestan que en este estado de interinidad, sin gobierno aparente, estamos en la mejor de las situaciones posibles y que la tierra sigue girando.

Pero desgraciadamente los problemas no son exclusivos de estos lares, que se lo digan a los awás del noreste de Brasil, si es que a estas alturas todavía queda alguno. Los refugiados de la isla de Lesbos, por ejemplo, que pensarán de la liberté, égalité, fraternité europea. ¿Qué pensarán todas estas gentes de los gobiernos?

Da la impresión que todo nos lleva una y otra vez a las distintas asimetrías (optimismo- pesimismo, continuidad- regeneración, ...), de larga tradición intelectual, puestas muy de manifiesto por las grandes teorías, entre otras las sociológicas, del pensamiento en el siglo XX: "sociedad-individuo", "estructuras-prácticas", etc. Tal vez reconociendo esta lógica bivalente, seamos capaces de vislumbrar otros caminos por los que transitar.

En una entrevista realizada en el año 1955 a Sabater Pi, insigne primatólogo y experto mundial en etología, a propósito de los fang, destacaba su anhelo por aprender o saber y sobre todo señala que: "Tienen «su» moral, distinguen el bien del mal. En lo demás hay mucha confusión". Creo que este podría ser un punto importante de partida para comenzar a iluminar la confusión.

Saludos,
Benito

Patricia dijo...

Buenas tardes,

Hasta los hechos más cotidianos se nos pretenden mostrar bajo un halo de ficticia regeneración. Al amparo del movimiento estacional, se cambian los libros de los estantes de las librerías, la comida en los lineales de los supermercados,... y, ¿como saber dónde está la mejor fruta y verdura?, ¿aún quedarán naranjas a estas alturas?, el tomate ¿ha madurado bastante?, ¿dónde están las berenjenas?, al final todo a la misma cesta, todos quieren cubrir los huecos del hambre, al menos, de su hambre, ya escribió Unamuno en su Romance del destierro:

(...)
Quiero olvidar la miseria
que te abate, pobre España,
la fatal pordiosería
del desierto de tu casa.

Por un mendrugo mohoso
vendéis, hermanos, la entraña
de sangre cocida en siesta
que os hace las veces de alma

(...)

A veces, parece que valemos menos que una piedra, así, se podía leer hace poco en el diario The Independent, que en el Reino Unido no se operaría, salvo en casos graves, ni a obesos, ni fumadores, al menos, hasta que no se alcanzase un determinado índice de masa corporal o se dejara de fumar. ¡Se terminaron las pastas a las cinco! ¡Al menos queda el té!, así:

A la hora del té: ... Vio que la Liebre Marceña y el Sombrerero habían colocado una mesa en el jardín y estaban merendando. Entre los dos se encontraba un Lirón, que dormía profundamente... Al ver que se acercaba alguien, empezaron a gritar: ¡No caben más! ¡No caben más!".
"Yo creo que en esta mesa caben todavía muchas personas". La niña, para demostrarles que no se dejaba intimidar, se sentó junto a ellos.

Espero que como Alicia, no nos dejemos atemorizar, siempre al menos, nos quedará continuar gritando en nuestros silencios.

Un saludo,
Patricia

Luis Pancorbo dijo...

Está bien lo de la pedrada, Benito. Más da una pedrada es casi el eslogan de un día como hoy donde los socialistas han emprendido una drea intestina. Pero tratando de trascender la piedra de los días (en épocas más clementes se hablaba de la espuma de los días), yo creo que la antropología ha cumplido con creces con su deber. Sus análisis de las polaridades y dualismos en las diversas etnias y culturas han sido concienzudos, y por si fuera poco nuestro querido y respetado Lévi-Strauss llevó el tema a unas alturas inobjetables. Claro que hay una división binaria en el pensamiento casi universal. Si queremos eludir el rigor de Lévi-Strauss si acaso se puede consultar la erudiciòn de Eliade, cuando retrotrae el asunto del dualismo a los iranios, bien y mal, luz y oscuridad, si bien todo eso que, provino de una creencia lunar, fue informando místicas y metafísicas varias. Es interesante pero ese dualismo lunar primordial es simplemente un marco clásico, como lo fue la propia filosofía de la luna de Eliade.
Pero nosotros aquí y ahora sugerimos cuestiones menores, parches acaso, para las heridas de pedrada que se están dando y que de rebote nos están dando en España. Puesto que es claro y meridiano que no se trata de hacer un gobierno más o menos normal (como el de Luxemburgo pongamos). Aquí se arrastra una dura lucha por el poder y la pasta, dicho sea crudamente, pero es eso. Tener el gobierno origina carteras no sólo ministeriales sino de llevar al bolsillo en infinidad de cargos y parientes, y eso incendia las filas. Por eso lo de insistir uno en aplacar los ánimos cainitas españoles proponiendo un gobierno rotatorio, que fue sublime en 2012 (para los interesados) en el Consejo de Administración de RTVE, ejemplo máximo de cómo a veces se entienden los paisanos políticos del país. Un mes de presidencia para cada uno, todo un ciclo lunar si prefieren, que es más noble, con las pagas enteras, con la familia y la patria agradecidas. No es dualismo, claro, es un cuchillo multiusos, pero menos da una piedra. Y más da la histórica pedrada española si cae en ojo ajeno.
Un abrazo
L.

Luis Pancorbo dijo...

"No caben más", lo que dicen los amos del té, es un acierto que lo traigas, Patricia. "No caben más", en la patera, claro, ya no caben más. "No caben más", en la TVE desde hace seis años y según el partido que gobierne una vez metidos los suyos y las suyas. "No caben más" en los juicios de las tarjetas black, habrá que habilitar un estadio, como cuando empiecen otros de esos juicios interminables en los que la justicia se va adelgazando tanto que hasta puede expirar. Pero tienes razón, Patricia, con lo de que en el Reino Unido ya avisan: nada de operar a los obesos ni a los fumadores. Todos han de ser perfectos para ser operados, y por tanto, ¿para qué hay que operarlos? Tu lo pones como el mundo aliciano, donde una sonrisa lubrica la tensión. Orwell fue más lejos, ya sabes, y es más cercano con su "Granja de Animales" con los cerdos haciéndose con el poder pero fingiendo ser demócratas. Siempre hay unos cerdos que son más iguales que el resto del personal. Y eso, en el poema de Unamuno, se capta muy bien por el lado de la miseria. O del alma de aquí, la escalofriante alma que es "la entraña de sangre cocida en siesta". Como para quitar en Madrid la calle de Millán Astray. O el Arco de Triunfo junto al que pasan todos los reyes y presidentes y nadie pregunta qué emperador romano hizo eso.

Un abrazo
L.