domingo, 15 de mayo de 2016

EL CAMBIO DE JUNIO ES DE SOLSTICIO

El verdadero cambio en junio va a ser de solsticio, como todos los años. Sin olvidar el cambio climático, que ése incluso afecta al país más reacio a cambiar, ya sea en su Valle de los Caídos,en  su Arco de Triunfo, y en sus fosas y maneras enquistadas desde la dictadura. Pero supongamos que no estamos en España, donde los jóvenes con más agallas y talento se tienen que ir fuera, como es tradición siendo nuestro país de emigrantes forzosos según vinieran de mal dadas las oleadas económicas o políticas. Si esos jóvenes no tienen enganche en las varias castas ya saben el futuro que les espera, unos 600 euros al mes, y mucho móvil y fútbol. Supongamos en cambio que la renovación está en el Nuevo Mundo. Vaya renovación la de Brasil, con el presidente en funciones Michel Temer. Y tanto. Acaba de hacer un gobierno que es, como escribe The Guardian: " Un montón  de testosterona y poco pìgmento". El señor Temer no titubea: no hay ni una sola mujer en su gabinete. Y ni un solo hombre de color, ni menos un indígena, en el país donde los mestizos son el 47,7% de la población; los negros, el 7,6%; otros el 1,5% (incluyendo a los indíos aún no aniquilados); y luego, el sorprendente 43,1% de blancos. Pero, ¿qué blancos? Uno diría que son más bien atezados, bien pigmentados, y que se les van las caderas cuando oyen la bossa nova. En España cuando se oye un pasodoble ya no pasa nada, supongo. Ahora hay que llegar a fin de mes, y eso es también a fin del próximo mes de junio, y pagar los recibos de la luz, y las contribuciones urbanas, y los diferenciales causados por los recortes sanitarios y educativos. "Vivir en una comunidad [o en un país] significa aceptar sus normas, lo cual a su vez significa, o bien desempeñar los roles aprobados, o bien negociar para que se acepten los nuevos, o bien sufrir la desaprobación pública". Eso escribía la antropóloga eminente Mary Douglas. Pero aquí todo eso se resuelve con una segunda vuelta electoral, prólogo de una tercera, pues ya es sabido que en España sólo a la tercera va la vencida.

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6 comentarios:

juan de la cruz471 dijo...

Recuerdo un chiste muy bueno de la época en la que Emilio Aragón tenía un programa de humor. Un gobernante brasileño decidía lanzar la consigna para salvar el país y desde el balcón proclamaba solemnemente: "menos samba e mais traballar" entonces el público repetía la frase "menos samba e mais traballar" y comenzaba a darle ritmo y todos terminaban bailando samba con ese estribillo. Brasil me recuerda mucho, Luis, a tu programa "Venezolanos", creo que si no tuviera tanto "potencial" se desarrollarían mejor; hay demasiadas tentaciones. Parece que la corrupción mora no solo en el gobierno, sino también en el 50% del parlamento que lo ha destituido. Seguro que no debieron meterse en el compromiso de unas olimpiadas, que vienen consecutivas a un desastroso mundial de fútbol. La incertidumbre del binomio corrupción + samba seguro que domina las expectativas y, como el mundo y las televisiones mundiales necesitan el "pan y circo", no sería de extrañar que hayan impuesto a un tencnócrata -los tecnócratas siempre son pálidos- para salvar los muebles del evento. Me permito lanzar una gracia conspiranoica: que los gobernantes brasileños alentaron el temor al virus del zika para ver si los comités internacionales apartaban de su boca el cáliz de terminar las obras y organizar las olimpiadas.
Ya parece que no se habla tanto del bicho, así que no tienen más remedio que organizar. Prometo intentar ver la ceremonia inaugural que promete, y pido disculpas por mentar el aguijón en casa del picoteado, (por lo que te he leído, Luis, este blog lo lleva una autoridad en picotazos de insecto). Un abrazo.

Benito dijo...

Por desgracia parece que el problema de la falta de enganche no solo afecta a los jóvenes. Ya hace mucho tiempo de la acuñación del término de “trabajador pobre”, incluso algún presidente autonómico hace tiempo afirmó que la emigración de nuestros jóvenes era una “leyenda urbana”… Aunque parece que del mismo o parecido mal sucumben en otros lugares.

Mary Douglas de alguna manera fiel a las enseñanzas durkheimianas parece establecer primacía, al menos explicativa, en el sistema social y simbólico. Desde otros enfoques parecen vislumbrarse otras claves. Por ejemplo, transitando por el materialismo cultural de M. Harris, podemos encontrarnos que: “… estudiando los imperativos materiales a los que la existencia humana está sujeta… las causas más probables de la variación en los aspectos mentales o espirituales de la vida humana son las variaciones de los imperativos materiales que afectan a la manera con que la gente se enfrenta a los problemas de satisfacer necesidades básicas en un hábitat concreto”. Naturalmente parece que 600 euros al mes, aquí y ahora, puede considerarse un imperativo material.
Continuando con Harris, cuando se refería al estructuralismo de Lévi-Strauss como: “… El rasgo estructural más importante de la mente humana es la tendencia a dicotomizar, o pensar en términos de oposiciones binarias, y luego intentar transmitir esta oposición mediante un tercer concepto, que puede servir de base aún para otra posición. Una oposición recurrente que está presente en muchos mitos…” Los ninis frente a los jóvenes trabajadores, los parados vagos frente a los emprendedores y podemos seguir con el suma y sigue del dualismo simplificado y simplificador.

Pero quizás, esta tarde de San Isidro, podríamos quedarnos con Barthes y su El grado cero de la escritura para indagar sobre qué es la escritura, sobre la inexistencia de discursos neutros y que tal vez la pretensión de objetividad, el grado cero, sea quizás imposible. Estamos unidos a una lengua, a un contexto material y social. En cada reflexión se manifiesta una tradición a la cual pertenecemos y de la cual no podemos escindirnos.


Saludos,
Benito

Luis Pancorbo dijo...

Creo, Juan, que el señor Temer, nuevo presidente en funciones de Brasil, hace cierto lo de que los tecnócratas siempre son pálidos. Y los que no son tecnócratas también lo son. Hay una palidez mortal en la falta de solidez y energía ética que hay en el horizonte. El horizonte es más bien el que pinta Trump, Temer, Le Pen y los de aquí, que siempre van más disimulados y en zigzag, pues no siempre son de derechas, sino los clásicos enanos de todos los colores españoles que se suben a los hombros, o a la chepa, de otros, a ver qué se llevan del panorama.
Abrazos
L.

Luis Pancorbo dijo...

Como bien sabes, Benito, el lenguaje fundamenta todo, el ser humano, nuestra comprensión de la vida y de dónde estamos. Y también la antropología, aunque no siempre se quiera hablar directamente de una antropología lingüística, como sí en cambio de una antropología social, o una antropología cultural. Se prefieren esos términos ómnibus, social, cultural..., y se elude la madre del cordero que, en realidad, es la madre del león, según Wittgenstein: "Si un león pudiera hablar, no lo podríamos entender". Resuelta esta cuestión, que sí se puede, pasaríamos a ver qué captamos de la realidad múltiple de tal o cual tribu, grupo, nación, estructura, función social, simbolismo... Por eso coincido contigo en la importancia, siempre, del discurso de Lévi-Strauss, nada se diga cuando aborda el pensamiento -prácticamente universal- basado en oposiciones binarias. El dualismo después de eso es fácil de admitir como constitutivo. Pero, claro, Wittgenstein en realidad estaba del lado de Humpty Dumpty, el que se ofendía si Alicia lo llamaba huevo. Tenía forma de huevo pero era Humpty Dumpty. Y era la suya una forma muy bonita, sin que a eso Alicia pudiera replicar. "Mi nombre significa la forma que tengo".
Mary Douglas tampoco recibía una corbata en el día de su incumpleaños, pero en "Estilos de pensar", libro luminoso, llega a análisis que comparto. Claro que las sociedades imponen a sus miembros estándares normativos: "Esto es lo que implica vivir en sociedad". Pero aquí y ahora sigue pendiente resolver la carga acumulada de crisis, de todo no sólo de descrédito, de bipartidismo inane (salvo para los beneficiados de las acostumbradas canonjías del sostenido régimen...), más alguna que otra corrupción de calado, más una discreta falta de horizonte para los jóvenes españoles, más un desprecio por los muertos, que no tiene parangón ni en los antiguos jemeres rojos... Suma y sigue. Pues bien, ¿eso sólo se va a resolver mediante las próximas elecciones? Vale. ¿Cómo? ¿Cómo si al menos no se regenera el discurso del pasado, se va a regenerar el discurso del futuro? A votar, pues, una y otra vez. Cada cuatro años, o cada cuatro meses, o aún mejor sería, cada cuatro días. El discurso sería por fin fresco. Y las mentiras tendrían las patas más cortas.

Un abrazo
L.

Patricia dijo...

Buenas tardes,

Pues, ¿qué nos queda en un domingo primaveral como este de mayo? Algunos dirán que tenemos suerte de vivir en la llamada sociedad del desarrollo...moderna, cosmopolita, digital e innovadora, pero casualmente esos que suelen aludir a nuestra buena fortuna, no han tenido que marchar muy lejos para medrar, aunque siempre es bueno “formarse” temporalmente, y no por 600 €, para trabajar de key account en alguna multinacional o de general director en algún resort de alguna isla exótica.

Así es muy fácil aludir a la modernidad, cuando la verdad, aunque se maquille, es que la brecha digital es cada vez más ancha y proyectos como el One Laptop Per Child caen en el olvido. Y, ¿qué es lo cosmopolita?, ¿el contrapunto a lo que se entiende por rural?,¿un mero escaparate en ferias y romerías de fin de semana al ritmo de organillos y gaitas?....el reflejo de una mera estampa, y, ¿dónde queda lo digital y la innovación?, ¿al lado de la dedocracia y bajo el maquillaje de la burocracia?

En fin, demasiadas preguntas para una misma tarde....leído así, parece que describo la vida bajo la sociedad del desencanto y la desesperanza, y nada más lejos.

Lo que algunos llaman tomar la vida con filosofía, debe tener la misma esencia en cualquier parte, y podríamos reducirla en esta cita de “La Olla asturiana” del siglo XIX , que aunque traducido al castellano, no pierde nada su esencia:

Todos miran por la vida,
pero la vida, ¿qué es?
Como digo algún sabio,
yo también os lo diré,
Es trabajar para comer,
y es comer para vivir,
y es vivir para gozar,
y es gozar para sentir,
y es sentir para padecer,
y padecer para enfermar,
y enfermar para morir,
y morir para descansar.


Nunca debemos llegar al desencanto, escuchemos los silencios de nuestro ruidoso día y posiblemente tendremos las respuestas, pues, para poder ver es necesario mirar, para escuchar es necesario oír y para poder hablar saber previamente escuchar...., y como dice el refrán “Presente has siempre tener, que el que perdió la esperanza, ya no tiene que perder”....y a esperar...la tercera vuelta electoral.

Un saludo,
Patricia

Luis Pancorbo dijo...

Me gusta, Patricia, tu manera de sajar la realidad hispana, triste, por muy digital que se presente, pues llena está de desigualdad, prólogo de la injusticia, y por otro lado tu forma de mantener alta la llama personal. Y más en primavera. Claro que sí. Sabemos quiénes son los adalides del optimismo y de la marca España, y del periodismo cuasi objetivo, y del pensamiento capitalista blando y hasta rosado: todos están a más de muchos miles de euros por barba al mes. Tienen no sólo colocados a los hijos, sino a los sobrinos y a los yernos, y a los paisanos de la peña, que son fundamentales, como bien se sabe en la antropología menuda de la piel de toro. Esos optimistas, que viven sobre los cuellos de otros, ven dificultades, claro, pero llevaderas, sobre todo para ellos, la parte brillante del helado iceberg. Por debajo del mar está lo que no aparece, la mayor parte del hielo peninsular, como bien se sabe. Pero que no perdamos la esperanza es lo que ya nos enseñaron todos aquellos a los que llamamos maestros: nos queda el estudio, la crítica y la duda, todo lo metódica que se quiera. ¿Hay que regalar corbatas al huevo parlante por su incumpleaños? Marchando una corbata para los señores principales del reino. Nos quedan las elecciones para entrar en el castillo, ¿será posible? No creo que dejen. Más gente entra en el castillo de las castas (hay más de una) y a menos tocan en el reparto. Qué menos que una pensión de veinte mil euros como mínimo y eso cada par de semanas, porque esperar a cobrar a final del mes es como del vulgo. Si ese dinero es poco ponga usted mismo la cifra en su finiquito, todo es poco para pagar los infinitos servicios a la patria.
Bien, Patricia, por lo de "presente has siempre tener...". Me gusta. No porque haya que tenerlo presente, que también, sino por evocar la importancia del presente. Eso nos queda dado que el pasado se quiere borrar en este país, para ser, supongo, más europeos que los alemanes. Y considerando que el futuro es esa corbata de flores a María, como la que nos querían vender antaño. El futuro se regenerará a sí mismo en España, dicen. Pues será por un proceso mágico si no se regenera el pasado, su losa. En fin, agarremos al huevo de Humpty Dumpty por la corbata, si podemos.
Un abrazo
L.