viernes, 20 de septiembre de 2013

VINO PARA TODOS

Ahora que ya estamos en la luna de la cosecha, y en vendimia, se podría proponer vino para todos mejor que café para todos, en vista de los malos resultados del sorteo histórico autonómico de la transición española. ¿Tendrá alguna conclusión el nuevo reparto aunque sea de vino? Todo depende. España es país tendente a las sorpresas aunque al final haya quiebros de raciocinio y una punta de mesura o de interés. Napoleón no aceptó crear un nuevo Estado llamado Nueva Fenicia, idea del abogado Garat, para... las siete provincias vascas. Por ello y más -hay que pensar que en España se gritaba "Vivan las cadenas"- no conviene perder de vista temas esenciales, incluso en septiembre. Por ejemplo la ética, palabra aristotélica y no pasada de moda. Un señor llamado Miquel Ballester, que trabaja para una compañía holandesa, acaba de anunciar la creación del Fairphone, o el móvil ético, y lo es porque está construido con materiales (tungsteno, tantalio, estaño) que no engrosan las arcas de las oprobiosas milicias congoleñas, sino que proceden de minas legales del Kivu. No son diamantes de sangre, dicho de otro modo, sino móviles de última generación pero de impecable pedigrí. Su costo será de 272 esterlinas cuando lleguen al mercado allí por Navidad blanqueando un poco el panorama.

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4 comentarios:

Patricia dijo...

Buenas tardes,

Quienes reparten el vino, cuan Baco, poseen las viñas, para el resto, el tonel de Diógenes.

Las autonomías españolas son como la parábola de los puercoespines: Un grupo de puercoespines se apiñaba en un frío día de invierno para evitar congelarse. Sin embargo, pronto comenzaron a sentir unos las púas de los otros, lo cual, les llevó a alejarse. Cuando la necesidad a causa del frío les llevó a acercarse otra vez, se repitió de nuevo aquel segundo mal; de modo que anduvieron de acá para allá entre ambos sufrimientos hasta que encontraron una distancia mediana en la que pudieran resistir. Sufrimiento al final y al cabo para quienes recogen la cosecha pero nunca para los dueños de las vides.

Y recordemos que como narra Sun Tzu, mejor hay caminos que no se deben recorrer, tropas a las que no hay que atacar, ciudades que no se deben sitiar y terrenos que no hay que disputarse.

Las manos entrelazadas y las cadenas humanas deberían ir desde las Laponias hasta la Tierra Austral y más allá hasta donde fuera posible.

Un saludo,
Patricia

Luis Pancorbo dijo...

Me gusta la historia de los puercoespines, gracias, Patricia. Se llaman trikuak en euskera, y lo sé por un poema de Joseba Irazú Garmendia/Bernardo Atxaga titulado Trikuarena (El puerco espín) que pone los pelos de punta. Al caer la noche el trikuarena sale con otros animales, que ya el águila se ha ido, y está muy confiado con sus espinas "como un guerrero con su escudo en Esparta o en Corinto". Pero han hecho una carretera, y un nuevo 'diccionario del universo' aún no ha sido puesto al día: el puercoespín no reconoce las luces del coche 'de nuestro coche': "ni siquiera se da cuenta de que va a morir". Traducción libre porque lo tomo del epígrafe de un libro que estoy leyendo (es de 1999), y que me gusta "The Basque History of the World" de Mark Kurlansky. Son los viejos temas, claro, pero el pil pil del autor cuenta. Quizá la muñeca.
¿Hay caminos que no se deben recorrer? Yo creo que sí. Si son tabú es por algo, mejor rodearlos, eso me enseñaron en las islas Carolinas. Otra cosa es sentir miedo ante lo desconocido: así tampoco se avanza. La solución no existe como en el caso de tus puercoespines, ni muy juntos ni muy separados.
Un abrazo
L.P.

Benito dijo...

Loables intentos por conseguir un móvil ético, ahora también suena eso de la banca ética, esperemos que no se quede sólo en palabras o marketing, o que en vez de diamantes de sangre, se transforme en condiciones miserables en China, India o en Cuenca.

Con el vino no estaría mal algo de pan y con un poco de jamón sería soberbio, pero creo que en estos tiempos que corren es pedir demasiado… Si le añadimos un poco de circo patrio podríamos continuar unas cuantas décadas más sin inmutarnos.

Por otra parte, podemos seguir explotando uno de nuestros importantes recursos, el turismo, y aquello del spanish is different… Sol, playa, sangría, siesta, flamenco y como no toros. Todo sea por la empresa turística y su maná, ahora que el ladrillo y las olimpiadas ya no brillan… Aunque mientras tanto, la investigación, la cultura y tantas otras hierbas importantes para nuestro futuro, se marchitan poco a poco por falta de apoyo, financiación y demás.

Ahora toca jornada de reflexión, para que mañana otros decidan por nosotros.

Saludos,
Benito

Luis Pancorbo dijo...

Buena idea, Benito, vino, pan y jamón para todos. Mucho mejor desde luego que pan y circo a secas, además las víctimas no se comen.
Volviendo al puercoespín de Irazu/Atxaga: "...ni siquiera sabe que va a morir". Pero la ciudad alegre y confiada (sol y toros, y un flamenquito, y politiquilla, y el sobrino que no me lo toquen por Dios...) va hacia el otoño con su consabido ademán: no hay lobos, no hay miedo, no hay necesidad. ¿Hay que pensar en un nuevo móvil para Navidad? Pues el Fairphone lavará mucho mejor que el Omo. Aunque sea un instante. Somos instantáneos, luego ya se verá en el 14, que suena tan lejano como la guerra del 14, pero no por eso dejarán de bajar los impuestos, eso seguro.
Un abrazo
L.P.