miércoles, 15 de mayo de 2013

MAYO: FLORES Y DIÓXIDO DE CARBONO

Flores de mayo, sí, pero se ha batido por fin el récord de las 400 ppm (cuatrocientas partes por millón) de dióxido de carbono. Nunca habíamos llegado a eso, como habría dicho el Gran Gatsby corriendo con Zelda y su coche achatarrado hacia Alabama en 1920. Pues ya estamos en las 400 ppm. Eso, se supone, no será tan malo como los seis millones de parados españoles. Pero por algo se empieza. Según The Guardian/Observer el escenario está servido: subirán los mares, se derretirán los polos, se incrementarán las emisiones de metano al fundirse el permafrost de Siberia y Canadá... Un señor tan serio (lo que se decía de Al Gore) como Lord Stern, director del Instituto Grantham sobre Cambio Climático, prevé ya 5 centígrados más, y eso hará que millones de personas pierdan cosechas y ganados y que tengan que emigrar hacia los países vecinos que les esperan con las garrotas. En España en cambio sólo pasa que las Comunidades Autónomas tienen varias varas de medir como distinta historia y sobre todo presupuestos. ¿Cómo se concilia? Pues ya se sabe, eludiendo las 400 ppm, 400 golpes o partes por millón. Oxígeno para la cartera mientras dure la vieja Etiopía. ¿O era la Utopía?

www.otrospueblos.com
www.luispancorbo.com

5 comentarios:

Benito dijo...

Tal vez, en vez de pensar en un nuevo Armagedón del dióxido de carbono, que pronostican algunos expertos, la gente de más de medio mundo piensa en lo que llevarse a la boca mañana… Otros encontrarán la solución en la energía nuclear, que no emite dióxido de carbono, que se lo pregunten a los de Fukushima o Chernóbil… Pero, ¿quién patrocina a los expertos?… ¿Serán los mismos que nos recetan las medicinas que se aplican en nuestro país?

En este nuevo estado de casos y cosas que nos está tocando vivir y para muchos padecer. ¿Quién nos está prendere in giro?… ¿Aparecerán nuevos Grillos o Berlusconis entre nosotros?

Volver a recordar una vez más a Lévi-Strauss y sus 'Tristes trópicos' no está del todo mal, advertía de la extinción de las culturas "primitivas" por el empuje de la civilización, esa civilización que se cree de una raza superior... Ahora parece que nos toca ser a nosotros los “primitivos” y otros hacen el papel de civilizados. Hace unos años éramos el no va más, con nuestros aeropuertos y nuestros palacios de congresos y ciudades de la cultura, ahora parece que somos campeones en parados, aumento de pobreza... Deberíamos hacer hincapié en que cada grupo humano tiene su especificidad, y contribuye a nuestro legado común… Algo más que números, estadísticas, medidas económicos, ideas y propuestas únicas que se imponen en estos tiempos.

Saludos,
Benito

Luis Pancorbo dijo...

En efecto, Benito, si Lévi-Strauss levantara la cabeza y viese que los tristes trópicos eran ideales comparados con los arrabales de la posmodernidad, ahora cuando toda injusticia tiene su asiento puesto que los papeles están más que repartidos, y no hay enemigos. Todos arreando el mismo carro hacia ninguna parte, por ejemplo el de las 400 ppm, partes por millón... ¿Y el hambre y la sed del mundo? Viejas historias.
Hay una película fantástica de 1943, "La burla del diablo', de John Huston, con guión de Truman Capote, con Bogart de actor, que, más que una parodia, parece algo ocurrido hoy: un grupo de caraduras va desde Italia a Mombasa para apoderarse de unos terrenos ricos en uranio.
Si es por eso, un gran banco alemán acaba de intervenir para expropiar tierras de cultivo a los campesinos laosianos y camboyanos, dentro del gran caos registral de esos países (imaginar qué papeles pudieron quedar tras Pol Pot...). Y así va la cosa.

Cordialmente
L.P.

Luis Pancorbo dijo...

"La burla del diablo" ("Beat the Devil") es de 1953, no del 43, y está fresca como una rosa.
L.P.

Patricia dijo...

Buenas tardes,

Las circunstancias presentadas como catastróficas y apocalípticas, quizás no lo sean tanto, sirva como contrapunto, el que dicen polémico libro de Lamborg El ecologista escéptico. Mientras, los grandes e importantes problemas son mostrados bajo una máscara. Ya lo dice el principio del derecho romano: “minima non curat praetor”, la ley no se preocupa de nimiedades, y quienes las hacen, menos.

Sustituyamos tierras por minas de oro, bancos alemanes por compañía canadiense, y que nos encontramos en nuestro país: La quimera del oro, pero por desgracia no la de Charles Chaplin, sino la explotación del oro en Salave, iniciativas apoyadas por unos bajo las expectativas de riqueza y creación de puestos de trabajo y detestadas por otros, que pronostican la destrucción de un paraíso natural.

Sirva para ilustrar mi comentario, esta historia en tierras asturianas de Carreño, narrada por José Antonio Mases, en la que allá por el S. XVI, vivía el hidalgo don Lope del Busto, hombre poco dado a leyes y a disposiciones legales. Un día se acercó al lugar un hombre del rey exigiendo la tala de los mejores árboles para acometer la fabricación de las naves de la Grande Armada que enviaría Felipe II a Inglaterra. Esta vez, don Lope tuvo que obedecer muy a su pesar, no por dejar de expoliar sus tierras, ya que estaba de acuerdo, siempre que acrecentaran su riqueza, sino por los poderosos robles de las mismas que iban a ser malvendidos. Así que, centellearon las hachas, los bueyes arrastraron los troncos, y el río los condujo hacia el embarcadero, y por primera vez, apareció el desazón, al ver como se le van al hidalgo, para la guerra, los mejores robles del monte.

Cambiemos robles por jóvenes, un país anglosajón por uno germano, riqueza frente a minijobs y que nos queda: La quimera de la supervivencia. Por desgracia, cada vez más, la utopía.

Un saludo,
Patricia

Luis Pancorbo dijo...

En Brasil llaman garimpeiros a los buscadores de oro. Ya lo sabrás, Patricia, no tienen buena fama, y menos cuando se adentran en territorio yanomami y contaminan sus ríos con mercurio. Hay malformaciones de fetos y desastres varios. Los garimpeiros son ésos que primero disparan y luego preguntan. Para ellos un indio es equivalente a un mono, por ejemplo a un maquisapa. Pero los garimpeiros, con todo y eso, no son sino el menudeo de la historia. Los que abren las venas de América y de Papúa-Nueva Guinea, y de África, y de tantos sitios, son los consorcios internacionales bien respaldados por los políticos. Por eso yo recomendaba la película "La burla del diablo" (está en español en YouTube), porque ya en 1953 John Huston y Truman Capote tomaban las medidas -con todo el humor negro además- al inevitable, es decir, al blanco que quiere hacerse rico en tierras propias y extrañas. En nuestros pagos se intenta meter en la cárcel a un banquero, qué ingenuidad. Ha durado veinticuatro horas porque una fianza de dos millones y medio de euros para algunos será mucho, pero para otros son cacahuetes. El lavado, y no del oro, ha de ser mucho más profundo para que sea convincente, y si no ya se sabe, así va el mundo. Es lo que algunos decimos, que podría ir mejor, pero no todos no se apuntan a eso.

Cordialmente
L.P.