domingo, 17 de febrero de 2013

EL MES DE LAS IDEAS ZOMBIE

La Tierra se ha salvado del roce de un asteroide asesino, pero en Siberia no ha gustado que haya caído un meteorito. Si supieran allí cuántos meteoritos sociopolíticos caen cada semana en España... Está claro que en España la crisis no se va a resolver con una aspirina afectando a las instituciones y al cañamazo del país. Antes se decía mucho lo del cañamazo en las tramas teatrales. Hoy el cañamazo es calidad de vida que se pierde, desahucios, corrupciones, desgarros territoriales y demás cardos borriqueros. Lo peor, supongo, es enfrentarse a todo eso con las llamadas ideas zombie. Según Paul Krugman, que es todo un antropólogo de la economía, una idea zombie es "una propuesta que ha sido ampliamente refutada por el análisis y la evidencia, y que debería estar muerta, pero que no está muerta porque sirve a un propósito político, y atrae los prejuicios, o ambas cosas". Hay miles de ideas zombie pululando en este febrero loco del mundo. En Estados Unidos hay quienes insisten -por ejemplo Marco Rubio, senador hispano de Florida, o 'el salvador republicano'- en que la crisis es una derivada de la anterior política errada sobre viviendas y créditos hipotecarios, y no de las grandes industrias que no invirtieron en la medida en que los consumidores se pusieron a ahorrar por la fuerza. En Irán una idea zombie, actualísima, es confiscar las estatuas de Buda de las tiendas y bazares por ser símbolos de 'invasión cultural', según Saeed Jabemi Asai, de la oficina de Protección de la Herencia Cultural. Buda es confiscado como las muñecas Barbie o los Simpson. En España pongan ustedes las ideas zombie que mejor les parezcan.

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6 comentarios:

Benito dijo...

Tal vez no haya que irse tan lejos, o tan cerca quién sabe, como a Irán para encontrar ejemplos de confiscaciones... A todos nos suena un país llamado España, por aquí los budas parecen de oro y siempre acaban almacenados en algún lugar exótico, como las Islas Caimán o las Bermudas.

Si por aquí son meteoritos sociopolíticos, en Italia, por ejemplo, también tienen lo suyo, Berlusconi y otras hierbas vuelven a la política por “responsabilidad”, en cuantas ocasiones y en cuantas situaciones habremos escuchado esa palabra, pero también se utiliza en Grecia, Portugal,... Mientras tanto podemos aplicar aquello de que entre todos la mataron y ella sola se murió sobre todo a los afectados por desahucios, desempleo, mala atención sanitaria y tantos desaguisados más.

Parece que por Occidente esa mano invisible llamada mercado, esa esfera económica que parece cada vez más separada de aspectos morales, éticos o políticos lo absorbe todo... Deberíamos recordar entre otros, a autores como Mauss, Polanyi,... Pensar en  cosas como las tres obligaciones (dar, recibir y devolver), que el dinero no es comestible, memento mori,... Pero claro está, como vamos a imaginar que la sabiduría de un pigmeo, un quechua o un melanesio, nos puede ayudar a salir de ciertas zozobras, si en muchas de estas comunidades no se puede utilizar el último smartphone... Resultaría interesante un ejercicio en el que más que buscar respuestas o teorías, encontráramos primero algunas preguntas clave... ¿Qué está sucediendo?¿A quién beneficia?... Desgraciadamente, hasta que encontremos las preguntas y las respuestas que nos puedan sacar de está situación, muchos chamanes intentarán confundirnos con sus adivinaciones.

Saludos
Benito

Luis Pancorbo dijo...

Una idea zombie, bien muerta pero resucitada a cada paso, es la de que ésta es una crisis larga, que afecta a muchos países, y que es distinta a otras crisis. En consecuencia los que mandan en los tinglados, disfrazados a veces de democráticos, se siguen poniendo las botas y pisando con ellas los callos de los demás. Sin embargo, Benito, habría que empezar a creer que esto no es una crisis en el sentido de algo excepcional y pasajero, sino que han cambiado las reglas de juego, al menos tácitamente, y que es un nuevo sistema el que se está instalando para no irse. Las víctimas colaterales ya ni se cuentan ni se contarán. Es más que una sospecha, pues si hacemos caso (que deberíamos) a Mauss en lo que dice sobre 'valor mágico y valor de cambio' nos encontraríamos con el verdadero significado de moneda. "La moneda no es de ningún modo un hecho material y físico, sino que es, esencialmente, un hecho social; su valor reside en su poder de compra, y en la medida de la confianza que se ha depositado en ella". Esa moneda no se quiere repartir de ninguna forma con la gente (como pensaban tales o cuales benignos ideólogos del pasado). Pasa a las manos del poder, legal o ilegalmente, y ahí se queda, engorda, se multiplica, y causa una nueva razón de ser social. Y si acaso, unas migajas de esa moneda, cada vez menos, que vayan para cubrir algunos espectros desasistidos de la sociedad. Así ha vuelto la moneda mágica, como talismán, la que está en manos de los que saben y mandan. La moneda tiene manitú (algonquinos), es lògwa, poder sobrenatural (kwakiutl),y los chamanes y los jefes lo saben y se forran. Como nunca.

Saludos cordiales
L.P.

Patricia dijo...

Buenas tardes,

Esta vez, al menos físicamente, y por suerte, nos hemos salvado del asteroide 2012 DA14. No fue así en el año 1866 en el que un meteorito impactó en la localidad de Cangas de Onís y que por avatares de la historia, terminó rescatado cuando estaba bajo una puerta de la Universidad de Oviedo, donde era usado como calza, esa misma universidad que en el siglo XXI cambia de gerente, por lo que has denominado muy acertadamente impacto sociopolítico.

Pero bueno, historias e historietas de este tipo hay, por desgracia, muchas en todos los lugares. Como aquella que narró Feijoo y que sucedió en el siglo XVI, entre la realidad y el folclore, pero que ha llegado a nuestros días, eso sí, de manera menos popular que el flautista de Hamelin. Sucedió en aquellos años, según el fraile, que una plaga de ratones, arrasó Oviedo y sus vecindades, la gente no sabía que hacer, sus únicas armas eran los ruegos y lamentos, incluso la Iglesia llegó a realizar un exorcismo, eso si, sin efectividad. Así que las autoridades de la época, decidieron llevar a juicio a los ratones. En su defensa el abogado de estos, alegó que eran criaturas de Dios y que se les debía respeto, pero el juez dictó sentencia y ordenó a los ratones a emigrar hacia la montaña. En principio, no lo hicieron, ya que les era más fácil quedarse, que cruzar los ríos y las montañas. Así, que tuvieron que ayudarles, y colocaron pontones y maderos sobre ríos y riachuelos, para que aquella plaga saliera de los campos, y con gran sorpresa por parte de los vecinos, así lo hicieron, de manera ordenada atravesaron los ríos y las montañas.

Podemos sacar muchas moralejas de estas narraciones consideradas populares, pero lo terrible es que existen demasiadas tragedias humanas en hechos que los de siempre enmascaras como ideas zombie, y lo peor, es que los ratones de hoy en día continúan arrasando los campos, y sin flautistas o melodías, sólo podemos decir que por el momento no vemos “nada nuevo bajo el sol”.

Un saludo,
Patricia

Luis Pancorbo dijo...

El Hamelin asturiano, contado por tí, Patricia, recordando al gran Feyjóo, no tiene desperdicio. ¿Sabes a cuántos ratones habría que evacuar, aunque fuese con puente de plata, de este país? Se requiere una refundación tras la debida purificación. ¿Cómo y cuándo? Ah, eso está en las estrellas o en los meteoritos que caigan. Hubo un etnólogo italiano, como Ernesto de Martino, que defendió con gran brillantez la historicidad del mundo mágico. Se negaba a aceptar una estructura metafísica de la realidad, y más cuando esta realidad era -y es- sólo 'un resultado histórico determinado'.
Las cosas bullen en España como en los años 30 del pasado siglo. No son ratones, son realidades.

Cordialmente como siempre
L.P.

Luis Bruzón dijo...

¿Será que nos están dando dosis de tetradotoxina o, dicho de otra manera, de manipulación informativa a gran escala en los medios de comunicación, que ya nos hemos convertido en zombies acatando las ideas zombie? Lo peor de los zombies es que, según dicen, han perdido la razón y actúan como esclavos de su "bokor". Aquí, nuestros particulares "bokor", metidos a políticos, manejan a las grandes mayorías a su antojo, que han perdido la razón y solo se rigen por las emociones, incluidos los medios de comunicación. La neurociencia sostiene que la emoción es la que mueve el cerebro y que por sí sola la razón no puede tomar decisiones. Pero digo yo que entre Kant y Spinoza hay mucho trecho y que los extremos nunca fueron buenos. No vendría mal dosis de emoción y de razón equilibradas, porque, si no, nos abocamos a este permanente estado de entropía (término sobre el que bien y mucho sabes, Luis) o, peor todavía, de caos. Que el Bon Dieu nos guíe.
Un cordial saludo.

Luis Pancorbo dijo...

Los mejores zombies salen ahora en televisión: no son políticos ni periodistas, aunque a veces lo parecen, sino los Walking Dead. Usar ideas muertas, más muertas que los zombies, pero resucitadas para llevarlas al molino de cada quisque, se está poniendo otra vez de moda. Tienes razón, Luis, en lo de buscar un equilibrio entre razón y emoción y todo, pero ya sabes que muchas culturas amerindias (y por supuesto los no advaítas hindúes)no pensaban algo distinto que el maestro Bento: hay conexión de todo, y lo inútil es ponerse a escindir, a dividir, a oponer materia y no materia. O, como diría Nooteboom, entre el Real Madrid o el Barcelona,como si no hubiese otros.
Cordialmente
L.P.