martes, 15 de enero de 2013

TRISCAIDECAFOBIA 2013

Salud, y que continúe en este año al que no hay que temer aunque acabe en 13. En China y Japón arreglan la triscaidecafobia suprimiendo los pisos 13 de los hoteles. Pasan del 12 al 14. En esta España, anegada de corrupción y malestar, con seis millones de parados pero donde el baranda, jerarca, político, o jefecillo más tonto, hace relojes, el 13 no ha de ser peor que el 12, sino, a este paso, menos malo que el 14. La esperanza es indidivual dado que lo público español necesita ya algo más que bálsamo de tigre. O igual nada, que todo cambie para que todo siga como antes, como decía el Gatopardo. El gatopardo español, claro.
Sin embargo, lo individual tiene otros peligros como la fragmentación que se vive, o vivimos, con tanta tecnología a disposición. La información a base de bits no discrimina; un bit es igual a otro bit. Pero jerarquizar, que haya principios y finales, y desarrollos secuenciales, es imprescindible. Hay que reivindicar, como dice Alissa Quart, un orden narrativo, al menos eso, el viejo orden narrativo de Dickens, o el de series televisivas de éxito por esa razón, como "Homeland" o "Mad Men". El resto no es silencio, sino twitters sincopados y mensajes compulsivos.  Noticias que se despedazan entre sí. Y en el barullo reinan los buitres.
www.luispancorbo.com
www.otrospueblos.com

8 comentarios:

Benito dijo...

Si por China y Japón arreglan la triscaidecafobia suprimiendo los pisos 13 de los hoteles, parece que por aquí, intentan solucionar los problemas de maneras algo singulares... Ahora toca suprimir las urgencias nocturnas en algunas localidades, cobrar un euro por receta aquí, pero no allí, mañana tocará otra ocurrencia, tal vez, prohibirnos ponernos enfermos.

Mientras tanto, nuestras calles se están poblando de una nueva tribu, se mueven casi como zombies, podríamos llamarlos “cyborg”, esos seres para los que el teléfono, corrijo, el smartphone, es una prolongación de su cuerpo... Si los observamos, no se fijan en el tráfico, en los escaparates o en dar los buenos días al vecino, están absortos en su pantalla, en enviar un tweet, o en actualizar su perfil en facebook con las fotos del sandwich que cenaron la noche anterior... Todo ello para que sus más de nueve millones de amigos repartidos por los cinco continentes no se pierdan nada importante de su vida... Pero claro, para esta nueva especie que vive en una aldea global, eso de viajar es algo propio de otras épocas, para que pasar las molestias del monzón cuando puedes instalar un app con lo último de la arquitectura india, y eso claro son palabras mayores... Para ellos si no tienes instalado el último apps o no tienes un gatget con menos de un mes eres un autentico primitivo... Pero con esa anestesia de bytes, apps, tic, etc. y algunos otros anestésicos más que nos pueden administrar, tal vez el árbol no nos deje ver el bosque y corremos el riesgo de deslizarnos hacia una “zona gris”... ¿Ocurrirá así?

Saludos,
Benito

Luis Pancorbo dijo...

Como bien apuntas, Benito, los tribales, en cuanto a primitivos, ahora son los twitteros y otras especies urbanitas. No solo la lectura, el viaje está en peligro en cuanto a observación y reflexión. Nada se diga de la narración que va de un punto inicial a un fin sin saltar como una rana, como se hace ahora con apps, twitts y demás picoteos. El cambio es sin duda antropológico, pero si eso se combina con la precariedad económica y cultural que se vive, el nuevo "homo" no parece tener puntos evolutivos favorables.
En la India los que creen en las reencarnaciones al menos tienen más tiempo para probar el 'ensayo y error'.
Cordialmente
L.P.

Patricia dijo...

Buenas tardes,

En estas tierras de patricios de madreñes, y en los que unos pocos se benefician de un parece que continuo pactu con el diablu o con los malinos, cuan cabres que como se dice popularmente son los únicos animales que se ponen donde quieren y saltan y nunca caen, parece que hoy en lo público y mañana en lo privado, o viceversa.

O como expresa Lewis Carrol en las palabras de Humpty Dumpty:
“Cuando yo uso una palabra -insistió Humpty Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso quiere decir lo que yo quiero que diga..., ni más ni menos.
- La cuestión -insistió Alicia- es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.
-La cuestión -zanjó Humpty Dumpty- es saber quién es el que manda..., eso es todo”

Quizás el barullo de los buitres no nos deje saber durante este 2013 quien manda, pero al menos, con nuestros comentarios y reflexiones lo intentaremos.

Un saludo,
Patricia

Luis Pancorbo dijo...

Comparto tu admiración, Patricia, por la destreza expresiva del huevo parlante de Carroll. Humpty Dumpty no escoge únicamente lo que quiere decir la palabra que usa. Dice con todo acierto que la cuestión es saber quién manda. Los de siempre inundan este país de desconcierto y corrupción: tras tantos años en el poder ¿aún no han acabado de colocar a sus parientes y demás hierbas? Este país parece una pastelería, amañada, sofocante.
Hay en la India, de donde vengo,unos personajes de casta alta, los bramanes, que sin embargo no son los más favorecidos económicamente. Pueden asaltarte en un templo en busca de unas rupias. Los de castas bajas, como los sudras, y los fuera de casta como los parias, no hacen eso.
Aquí los bramanes nuestros, o sea, suyos, no se esfuerzan en leer cómo mejorar el mundo, sino en discurrir cómo ordeñar la vaca. Y la vaca se deja, es lo malo.
Cordialmente
L.P.

adandura dijo...

Y la vaca se deja, es lo malo...
Yo también lo pienso, y creo que la vaca ya está suficientemente sobreexplotada. Y cuando la sociedad civil se siente tan explotada, se corre el riesgo de que acabe explotando.
Explotar comporta cambios; cambios en las relaciones, en los equilibrios de poderes, en las normas del juego. También puede significar perdidas, cosa a tener en cuenta, pero cuando ya no se tiene nada que perder…
Saludos
Adán
3 compieds

Luis Pancorbo dijo...

Así es, Adán, y no consuela que en otras partes estén también hartos (de banqueros, políticos y burócratas). Os adjunto aquí el enlace de la canción protesta pop que puede ser Nº 1 en el Reino Unido. Es de los Austerity Allstars y no tiene desperdicio. Saludos cordiales
L.P.

http.//www.buggerthebankers.com/

Luis Bruzón dijo...

Gracias por el link que envías, Luis. Lo he disfrutado. Quizá en la utilización del propio lenguaje y de la forma de articular las narrativas discursivas encontremos una salida a tanto despropósito. La creatividad puede ser la mejor arma para responder a la manipulación informativa que nos llega desde los emisores privilegiados. Hasta las nuevas tecnologías en apariencia ruidosas y destructivas pueden ayudarnos a construir un nuevo discurso, capaz de movilizar para la acción, no sé si en forma explosiva, pero sí al menos para atisbar ciertos cambios hacia la transformación social. El profesor Vázquez Medel cita a la sabiduría como el último grado evolutivo de la información, mediante la aplicación del conocimiento a un bien común. Y la basa en la trilogía de verdad, bondad y belleza. En esta proposición, comienzo por conferirle al 13 sus otros significados, como el de las 13 lunas del calendario maya, por citar un ejemplo.
Saludos cordiales.

Luis Pancorbo dijo...

Me alegro, Luis, de que te gustara el enlace de "...boger the bankers, the politicians and the bureaucrats too". Si eso es casi un himno en UK, figurémosnos en España...
Desde Platón se pretendía el triple ideal, belleza, verdad,bondad. Hay problemas sin embargo. "Mi verdad", suele decir el más intransigente. 'Nuestra verdad', dicen los que se forran a costa de los demás y en su defecto del erario. Verdad más acá de los Pirineos, error más allá, decía Pascal.
Un cierto relativismo cultural es imprescincidible para abordar sin prejuicios el entorno.
Nos educaron en la belleza de las estatuas griegas y las pinturas italianas. Con el tiempo ves tanta belleza en las tallas papúes o en los bronces de Benín.
Cierto es que hay algo absoluto en esta hora de España: la corrupciòn de entes públicos y semipúblicos, movientes y semovientes. De instituciones donde la consigna es todo para el bote. Ese bote nunca se hunde en nuestros pagos, y así va la marea.

Cordialmente
L.P.