domingo, 15 de abril de 2012

AGUAS MIL

La independencia del Azawad y su pretensión de ser la República de los tuareg no está teniendo reconocimiento internacional. El romanticismo suscitado por las causas perdidas parece que ha fenecido. Ahora lo que preocupa es lo que dice en el New York Times el economista Paul Krugman tras comparar la situación de España y Alemania, y la errónea -a su juicio- política de austeridad forzosa. Concluye: "Empiezo a pensar realmente que nos dirigimos hacia una quiebra de todo el sistema". El lo llama crackdown, con lo que ya lo del default y esas levedades lo hemos dejado atrás, al menos en la eurozona. ¿Vienen aguas mil o la tormenta perfecta? Si así fuera no sé de qué se preocupa Sergey Brin, el joven creador de Google, cuando dice que los principios fundadores de internet hace treinta años -libertad y acceso universal- están en serio peligro. Añade que la censura sobre internet acecha y no solo en Irán, China o Rusia. Es fácil saberlo, o intuir ese peligro, cuando los medios de comunicación de nuestro país están tan lastrados por los intereses de los diversos jerarcas, y tan alejados de los intereses de la opinión pública. En cambio, no es tan fácil saber qué hay en un edificio de la L Street, a seis manzanas de la Casa Blanca, donde se elaboran las políticas tecnológicas de los Estados Unidos, con sus instrumentos prácticos, para favorecer las redes, e internet, en sitios como Siria e Irán. O una de cal y otra de arena, como se decía antes.

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4 comentarios:

Patricia dijo...

Buenas tardes,

Ya lo anunció en su día el criticado Malthus en su teoría demográfica y económica durante la II Revolución Industrial, según la misma, el ritmo de crecimiento de la población responde a una progresión geométrica, mientras el aumento de los recursos lo hacen en progresión aritmética , con lo que si no intervienen obstáculos represivos, tales como guerras, crisis...o crackdows, el nacimiento de nuevas personas provocaría gradualmente el aumento de la pauperización y finalizaría con la quiebra del Estado ...de cuáles, sería la pregunta...En una de sus citas, Malthus llego a decir que un hombre que nace en un mundo ocupado, el gran banquete de la naturaleza no le ha reservado ningún cubierto.

Los poderes mediáticos y políticos van creando un nuevo lenguaje que se aparta cada vez más del real...estamos llenos de mercaderes y curanderos, recuerdo una de las tradiciones en medicina popular que se usaba en estos pueblos norteños de nuestra piel de toro se denominaba “estar abiertu”, se trataba de que el curandero o curioso, efectuaba al supuesto enfermo una serie de mediciones en su cuerpo (extendiendo brazos, etc), para así determinar que la persona estaba “abiertu”, tras el diagnóstico, oprimía con fuerza diversas partes del cuerpo diagnosticado como enfermo hasta que sonaba un chasquido óseo y así poder concluir que el cuerpo estaba “cerrado”, luego daba friegas con manteca en la espalda y la fajaba durante nueve días...pero ¿hasta cuando se podría aguantar la faja? ¿ha sonado ya el chasquido? o ¿estamos con las mediciones?....en verdad, el romanticismo ha sido sustituido mediante un chasquido y sin querer darnos cuanta, más que nunca, por intereses particulares...al entrar y al salir.


Un saludo,
Patricia

Benito dijo...

Crackdows, defaults y demás conceptos y usos que estamos escuchando en estos tiempos, tienen resonancia a un eurocentrismo, que no es lo mismo que europeo, ni norteamericano, ni de sus clases dominantes. Lo es ya de todos aquellos educados en su hegemonía. También lo encontramos en los países BRIC, … en sus horizontes de movilidad social y consumo … Por supuesto el tercer y cuarto mundo, es ya otra cosa, muchas veces reducido a aquellos lugares exóticos donde actúan las ONGs o la actriz de Hollywood se pasea entre la miseria.

Si volvemos un poco la mirada, por ejemplo al siglo XX, apreciamos como en los grandes desastres que lo asolaron, siempre unos ganaron, casi siempre los mismos que propiciaron las situaciones, pero para la mayoría sufrimiento, eso desgraciadamente lo conocemos casi un siglo después. Pero claro está, los medios de comunicación y muy especialmente en nuestro país, como muy bien señalas, nos mantienen convenientemente anestesiados.

Estos días se esta recordando con la reedición de libros y documentales, las huelgas que en 1962 comenzaron en Asturias y se extendieron por toda España, otra paradoja que conocemos en detalle muchos años después de que se produjera. En este siglo podemos mirar hacia un grupo de parados que se denominan Los lunes al sol que cada lunes se concentra ante el Ayuntamiento de Langreo y que recuperan el espíritu de un colectivo nacido en el año 1986 con motivo de las reconversiones mineras, pero en este caso tampoco acaparan grandes titulares. ¿Tendremos qué esperar cincuenta años para conocer lo que sucede ahora?

Saludos,
Benito

Luis Pancorbo dijo...

Me gusta, Patricia, tu versión del crackdown como crujido. Un crujido anuncia y acompaña una fractura. Los antiguos sanadores que comentas debían ser expertos en crujirle a uno. Ahora nos crujen los que no vemos, los que mueven los hilos del empobrecimiento de los otros, porque ellos necesitan más. Esto ha tomado una deriva que al propio Malthus (invocado siempre por los creadores de guerras) le habría trastornado. No hay enemigo en el mundo pero tampoco hay arreglo, y hablo de lo más básico, el hambre, la sed, la malaria... Y aquí en nuestros lares tampoco se bromea con el crujido social. Crujen las cuadernas, esas cosas sonaban románticas en Conrad y similares. Ahora si te crujen en la Argentina te hacen llorar.
Saludos cordiales
L.P.

Luis Pancorbo dijo...

Nunca ha hecho tanta falta como ahora, Benito, contar con internet para filtrar y depurar información, pero en definitiva para tenerla. De lo contrario uno pregunta primero, ¿de quién es ese periódico? O ¿quién manda en esa televisión? Y si lo sabe es un triunfo, pues los intereses se bifurcan, se camuflan, en fin, las tácticas que bien conoces para que unos manden mucho sin que se les note demasiado. Por eso cuando Brin, el creador de Google, muestra su preocupación por el futuro de internet es porque parece mentira que pueda existir algún espacio aún sin control. De lo contrario es el desierto de los tártaros, más que el frustrado desierto libre de los tuareg. Y lo peor es cuando "...un particular esquema de vida amenaza disolverse en un caos de nombres sin cosas y de cosas sin nombre". Ese es el problema del sufrimiento, el que según Geertz ha tenido atención y estudio en obras de religión tribal con los aspectos de enfermedad y duelo. La cuestión es lo impropio que resulta la "teología del optimismo", creer que lo sobrenatural y demás, como proponía Malinowski, aliviaría algo. Primero se dice que la vida es para sufrir y luego se aplica un cuento escatológico para curar ese sentimiento. No es de recibo. La lucha continúa -la crítica, la rebeldía, incluso el escepticismo, según- aunque haya quien trate de ocultarlo, como demuestran esas recuperaciones documentales de Asturias que recoges. La vida hiere, lastima, dice Geertz, y en algunas tradiciones religiosas "tal proposición es virtualmente glorificada". Y así pobres pobres.
Saludos cordiales

L.P.