La gran sorpresa de los italianos en este ferragosto es que se van a eliminar de un golpe 50.000 puestos públicos, copados no sólo por políticos avezados sino por su correspondiente cuota digital de amigos, amantes, sobrinos, chóferes y demás. También ha sorprendido un poco que Berlusconi, tras haber negado tanto tiempo la crisis, haya reaccionado anunciando un paquete de medidas de las que hacen correr sangre, según sus propias palabras. Díganselo a los de las 29 provincias que van ser suprimidas, las que tienen menos de 300.000 habitantes y menos de 3000 kilómetros cuadrados. Y en fin, va a haber en Italia más medidas para un ahorro drástico donde los haya. Pero a muchos italianos en pleno ferragosto lo que les choca de verdad es el precio de los platos en el restaurante del Senado de Roma. Unos espaguetis con anchoas, 1, 60 euros. Pez espada a la plancha, 3,60 euros. Una macedonia de frutas, 0,76... Y así. Eso es ahorrar también, ¿no? Me recuerda lo que escribía Rafael Karsten sobre la religión de los sami: éstos no creen que sus ídolos de piedra sean divinos. Son lógicamente piedras, otra cosa es que representen a sus dioses. Y si lo creen es porque quieren.
4 comentarios:
Buenas tardes,
Soluciones o chapuzas de problemas negados y disimulados. Primero, decir que algo no existe para no perder el "status quo" y a posteriori, servir las soluciones, eso sí, heredando por supuesto aquello que merezca la pena que sobreviva, puro marketing relacional. Usando al ciudadano como público objetivo, su conocimiento permite a los políticos reaccionar, y evitar la desaparición de su nicho.
Mientras, en el bien llamado por Brenan "laberinto español" se continúa con las técnicas de neuromarketing, ¿que podemos ofrecer a nuestros habitantes que tenga más impacto ante nuestra potencial votante?... sin saber adonde vamos, y doquiera que se vaya, para al final, continuar por el mismo camino.
Un saludo,
Patricia
Y también sin puentes… tal vez pronto nos tengamos que unir a ellos, pero en fin, buscar causas como única senda para explicar las reglas del comportamiento económico humano, puede ser como intentar entender la estadística con el único apoyo del Diccionario de la lengua española.
Con lo bueno que sería este ferragosto para pensar en recopilar palabras y gentes mencionadas a lo largo del tiempo en este blog y llevarlas al papel para que tus lectores pudieran disfrutar de un nuevo viaje y tal vez hacer así un cierto mundo al revés de lo digital a lo impreso.
Saludos,
Benito
Hola Patricia, y buen ferragosto:
Mejor tarde que nunca, en Italia empiezan a rectificar duramente, (otra cosa son los menús a bajo costo de los senadores, eso costará más erradicarlo). Brenan conoció bien la sierra granadina, y el famoso laberinto español, pero ahora no sé yo si acertaría encontrando un hilo de Ariadna. Eso que dices del neuromarketing electoral está muy bien, (y el euromarketing que lo acompaña y caracteriza), puesto que, como dices, cuando no hay rumbo todos los caminos son buenos.
Saludos cordiales
L.P.
Buenas tardes, Benito:
Cuando viví en Italia se decía que era el país de los pontífices (mañana viene el puente del Ferragosto y luego viene el propio Sommo Pontefice). No sé si has visto que un señor que parece otro Pontífice en lo suyo, el director del Banco Mundial, acaba de decir que ahora acecha el tramo más peligroso para la economía mundial, porque en realidad las medidas preventivas financieras ya se han tomado casi todas, así que si no funcionan no se pueden inventar parches y más parches. Bueno, sí, se pueden quitar los puentes en Italia, no en España por supuesto. Y quitar de golpe 50.000 funcionarios y casi 30 provincias, y recortar drásticamente... Pero si uno es senatore dará ejemplo, cuando regrese de vacaciones y puentes, comiendo el menú subvencionado del Senato en Roma. ¿Para qué se es, si no, padre de la patria?
Sobre el tema de libros te agradezco el interés. Tengo uno ya próximo a salir sobre los muchos e increíbles dioses con que uno se ha ido topando a lo largo del tiempo en las diversas selvas, que no siempre son tropicales.
Un abrazo
L.P.
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