sábado, 14 de agosto de 2021

47º , LA GOLEADA CLIMÁTICA

 

Otro record español: al borde de 47º en Córdoba y a la sombra. Lo estamos consiguiendo. África es más fresca en muchas partes que nuestra península. La raigambre africana española no se puede disimular ni siquiera con las subvenciones europeas. Y menos cuando cuenta el peso combinado de la Geografía y la Historia. Eso sí, siempre se puede negar, porque para eso tenemos una afianzada cultura de zoco y cabila. Pues bien, todo irá de mal en peor si de aquí  a treinta años se desmadra ese terrible y asentado aumento de 1, 1 grados Celsius de calentamiento global a causa de quemar combustibles fósiles. No es por los extraterrestres. Un demoledor informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático acaba de ser tildado de código rojo, para este pobre planeta, según António Guterres, secretario general de la ONU. A lo mejor un día se aclara  cómo se produjo el COVID 19, que ya ha matado a cuatro  millones de humanos, pero el calentamiento global es aún peor que un virus. Ahí está la proyección de un aumento de dos metros en el nivel del mar de aquí a fin de siglo si esto no se para. Con algo más que abanicos.

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6 comentarios:

PF dijo...

Buenas tardes,

Por aquí, al menos de momento, nos vamos librando de esta ola, pero no de los desastres naturales en forma de desprendimientos de ladera o argayos que caen sobre carreteras o cerca de balsas de minas de oro, entre cuyos componentes aparte de agua parece estar el cianuro, eso es lo que tiene unas lluvias que aunque siempre han existido nunca fueron de forma tan intensa....y mientras frotándose las manos por las subvenciones, al amparo de como se dice ahora proyectos público-privados, pero nadie nos dice o lo que es peor, pocos saben en qué proporción.

Proyectos faraónicos ante nuestros ojos, como los que prevén crear nuevas autopistas en tanto se deja deteriorar las carreteras rurales; caen los molinos de agua, entretanto se instalan enormes parques eólicos al lado de parques naturales...ahora si podría decir Don Quijote: -¡Sí, son gigantes ...y además molinos...!

¿Qué diferencia parece haber entre la España Medieval y la actual? Al menos, ¿no puede lo mismo el dinero? .... como escribió el Arcipreste de Hita:

Hace mucho el dinero, mucho se le ha de amar;
Al torpe hace discreto, hombre de respetar,
hace correr al cojo al mudo le hace hablar;
el que no tiene manos bien lo quiere tomar.
También al hombre necio y rudo labrador
dineros le convierten en hidalgo doctor;
(...)
En resumen, lo digo, entiéndelo mejor,
el dinero es del mundo el gran agitador,
hace señor al siervo y siervo hace al señor,
toda cosa del siglo se hace por su amor.


Setecientos años después y continuamos igual, posiblemente seamos un poco extraterrestres.

Un saludo,
Patricia

B Fernandez dijo...

Que el clima está cambiando pocos científicos parecen dudarlo, negacionistas siempre los ha habido y los habrá, como las brujas. Cuestión diferente, son las posibles soluciones, en ese asunto empiezan los profetas de las nuevas energías, los nuevos y viejos vendedores de crecepelos, los pícaros de siempre y tal vez esa sea la cuestión fundamental, la de las soluciones.

Leslie White enunció una ley básica que rige la evolución de las culturas: "Siendo constantes los demás factores, la cultura evoluciona a medida que la cantidad de energía aprovechada al año aumenta, o bien cuando aumenta la eficacia de los medios para convertir la energía en trabajo." Aunque evidentemente, está ley se puede matizar, parece un referente importante y M. Harris comenta al respecto: “De hecho, si consideramos los rendimientos de la energía total y los gastos de la producción alimentaria en las sociedades completamente industrializada, la tendencia en la eficiencia de aplicar la energía al trabajo va en contra de la predicción de White.”

Siguiendo con Harris, este recoge las palabras de Howard Odum: “Toda una generación de ciudadanos pensaba que la capacidad de sustentación de la Tierra era proporcional a la cantidad de tierra cultivada y que se había conseguido una mayor eficacia en el uso la energía solar. Esto ha resultado ser una trampa, pues el hombre industrial no come patatas hechas de energía solar; ahora come patatas hechas de petróleo”. Desde el año 1970 en el que se hacían estas reflexiones hasta ahora la magnitud del problema parece haber crecido de forma exponencial.

Ya estamos sufriendo las consecuencias de no darnos cuenta de que comer patatas hechas con petróleo, puede ser más un problema de modelo que de energía.

Un saludo,
Benito Fernández

Luis Pancorbo dijo...

Qué bien, Patricia, que nos recuerdes al Arcipreste de Hita, con su implacable actualidad, y con su genio sintético: el dinero… hace correr al cojo… y hablar al mudo…
Respecto a que el dinero hace señor al siervo no lo veo tanto. Los siervos lo primero que tienen que hacer es librarse de ellos mismos. Respecto a siervos enriquecidos no por eso son señoriles, ni siquiera demócratas, sino muy a menudo no pasan de horteras.
Por otro lado en tus verdes montañas se respira, y el aire es para todo el mundo. Pero Córdoba, la de los 47 grados Celsius a la sombra, ya no está tan lejos. Es un calor que avisa de que la cosa va mal. Y que el calentamiento global lo mismo trae incendios que inundaciones. Pero teníamos el mejor de los planetas, antes de que lo contaminásemos con tanta mala conciencia.
En fin, vivir a 47º grados casi es un entrenamiento por si hay que ir a buscar el fresco pardor de Marte. Siempre detrás de los líderes de este mundo. Vaya panorama.
Un abrazo
L.

Luis Pancorbo dijo...

Ciertamente, Benito, das con el problema, las patatas que engordan con aceite de piedra. Lo que nos traes es muy luminoso sobre el tipo de cultura humana que lidera la actual vía a la autodestrucción. Pero el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (PICC) acaba de hacer público su informe de 3.000 páginas, en el que han participado más de 200 científicos, abundando todos en el mismo diagnóstico: hay que detener la quema de combustibles fósiles, y sus emisiones, pues no se trata ya de los daños efectuados, que perdurarán siglos, por ejemplo sobre el ya indiscutible aumento de 1,1 grados de la temperatura global, sino para evitar el desastre que se encara.
O sea, que si se empiezan a hacer bien las cosas puede que la temperatura en pocas décadas más no llegue a subir 2 grados Celsius, lo cual se da como inasumible. Por no decir el fin del principio.
El próximo mes de noviembre va a haber una nueva Conferencia Climática en Glasgow (Escocia),con los principales mandatarios mundiales, y se espera revalidar al menos el Acuerdo de París de 2015. Impulsando aún más, y sí o sí, la dsescarbonificacióndel planeta. Y allí se jugará el siguiente gran poker.
Un abrazo
L.

juan de la cruz471 dijo...

Esto escribí hoy en mi blog antes de leeros. Se titula "Es en nuestro tejado"

No creo que sea yo el único que lo diga, pero es que no lo oigo por ahí.
En los informativos hablan de la brutal subida de la electricidad, a la vez que de la brutal ola de calor. No es broma, se están batiendo records de calor en casi todos los sitios, de día y de noche. Alguien recomienda refrescarse con un ventilador, o aire acondicionado para pasar las jornadas, evitar salir a la calle y hacer esfuerzos, o sea, ir en coche, (preferentemente con aire acondicionado).

Pero el golpe de calor nos lo damos nosotros en nuestro propia cara, como si tiráramos piedras a nuestro propio tejado a hacer nuevas goteras, porque todas estas conductas no hacen sino agravar el cambio climático.

Contra el cambio climático solo caben austeridad y privaciones. Vivimos en un único mundo con una única atmósfera saturada de CO2 que hace de efecto invernadero reteniendo el calor y trastocando el clima. Porque después de estas temperaturas tendrían que venir tormentas, y gordas. Si lo hacen mal y si no lo hacen peor, pero el clima está excitado, iracundo (si lo personalizamos) y nos castigará, porque, además, no podemos con él.

En los acuerdos de Kioto y París, (tampoco me los sé todos) se convino en que pagaríamos por emitir CO2, y eso es la "brutal" subida de la factura eléctrica. Impopular, (la oposición se columpia en ella para pedir la dimisión del gobierno) pero nadie nos dice la verdad. La verdad es que tenemos que pagar una multa por nuestro exceso de comodidad, coches, aires acondicionados, iluminaciones nocturnas, fuentes ornamentales, calefacciones, porque NOSOTROS tenemos que emitir menos anhídrido carbónico, y la única manera, como las multas por exceso de velocidad, es que nos cueste dinero, que nos duela por ahí.

Yo no uso el coche en viajes de menos de 10 kilómetros, cargo como un burro mis compras en el supermercado, y sé perfectamente que no voy a evitar el desastre climático. Como escribiendo esto en esta sudorosa tarde. Pero dicho está.

La solución es gastar menos. La factura eléctrica tiene que subir más y nos tienen que decir la razón, para que, si es posible, entremos en razón.

Luis Pancorbo dijo...

Encomiable, Juan, tu actitud en el uso del coche y contra tirar más C02 a la atmósfera como si no hubiera un mañana. Lo malo es que en este país disgregado sigue vigente el viejo anhelo español -recordado por Baroja- de tener en el bolsillo un papel que le autorizara a hacer lo que le diera la gana.
No quiero ni imaginar si en alguna parte española sucediese lo que hemos visto en Turquía.
De momento aguantamos los cuarenta y tantos grados como los peces que boquean. Ya escampará el calor y se mojará solo el fuego.
Tampoco es para ser apocalípticos. Simplemente esto va mal y la desigualdad muerde más que un perro rabioso. Pero los expertos climatólogos sólo sugieren con extremo tacto que lo peor esta4ría por llegar si se desestabiliza aún más la Corriente del Golfo. Ahí el problema son las emisiones enormes de hielo ártico en el mar. De la Antártida no hablamos de momento, porque queda lejos.
Salud y agua y más.
Un abrazo
L.