El cielo. con sus maravillas y extensiones, no hace siempre más que empezar. Urano, parte del sistema solar, anda a 2.723 millones de kilómetros de la Tierra. Como diría el profesor Otto Lidenbrock en “Viaje al centro de la Tierra”, de Julio Verne, no prestamos la debida atención a lo que tenemos debajo. El mero centro de la Tierra apenas dista 6.271 kilómetros de nuestras suelas. Es casi la distancia que hay entre Madrid y Puerto Rico. Otra cosa es que el espacio sea más abordable. Y toda una inversión para negociantes visionarios como Elon Musk. El centro de la Tierra tiene temperaturas inasumibles mientras los minerales de la Luna, Marte y… sólo están esperando a que alguien los rebañe. Nosotros en agosto propendemos por la conquista personal de las Perseidas, o Lágrimas de San Lorenzo. Son esa abundante cosecha de estrellas fugaces que sólo cuesta abrir los ojos en la noche y hacer un viaje, que no será tan azaroso como el de Verne. Tampoco se necesita entrar por el volcán islandés Snefells y salir por el italiano Stromboli. Pero ir con nuestros ojos a las Perseidas refresca la imaginación, pese a la carga de injusticias, desigualdades, y algunas esperanzas, que se han ido pegando a la Antropología terráquea.
Blog de Luis Pancorbo
sábado, 3 de agosto de 2024
domingo, 7 de julio de 2024
SIETE DE JULIO GULLIVER
El cambio al
que asistimos en este mundo más parece una remodelación a gran escala. Cambian
muchos parámetros en una era que ya es digital aparte de planetaria. Cambian rápido alianzas, gobiernos y bloques, y
de momento no saben remediar los grandes agujeros de la desigualdad ni del
propio clima. Está claro, al menos, que sube el calor en los mares y en las
mentes. El señor Gulliver, el viajero de la novela de Swift era lúcido, osado,
y al tiempo muy templado. Hace ya trescientos años que Gulliver encontró a los liliputienses
y a los gigantes. Allí y en más sitios Gulliver notó que la naturaleza humana
no es tan diversa como parecería a simple vista. La codicia, la tiranía, la
simulación, la envidia, nunca fallaba la vieja retahíla. La vieja sátira
triste. Sólo al final Gulliver encontró, allá por la Nueva Holanda -Australia- la isla donde vivían los houyhnhnm, caballos
de más fino raciocinio que los yahoo, los hombres. Los humanos eran los siervos
y los caballos los amos, pero destacando como los seres más ecuánimes que nunca
vio Gulliver en sus viajes. Allí, y con ellos, Gulliver cargó sus baterías de
esperanza, algo más escaso que el litio.
jueves, 6 de junio de 2024
sábado, 11 de mayo de 2024
BUSCANDO LA ARCADIA
Siempre en
busca de una Arcadia se suelen hacer solemnes informes sobre la felicidad
mundial. Vanuatu es el ganador de este año. Y es la segunda
vez que se impone en la materia feliz incluso sobre Australia y Nueva Zelanda. En
otro informe de 2024, el de Felicidad Mundial del SDSN (siglas en inglés de
Desarrollo Sostenible y Red de Soluciones), se coloca de nuevo a Finlandia en
el número uno del podio. Le siguen Dinamarca, Islandia, y Suecia. España sale en el númro36 de la lista aunque
no nos falten romerías. Este último informe ha incidido en el tema de las
generaciones, y no extraña que los jóvenes en general resulten más infelices
que los mayores. En este mundo casi huxleyano la desigualdad sigue abriendo
brechas. A este paso los más felices serán unos pletóricos robots repletos de
IA. Los estudios que sostienen este reciente medallero no son distracciones.
Exploran aspectos como “Conexión social y confianza en tiempos de crisis”. O “Medición
de los Medios de Comunicación a través de la Ciencia, el Tiempo y las Culturas”. Son estudios ambiciosos, si no imperativos
categóricos Dando por descontada la desigualdad y el calentamiento globales se
analiza el “Estado de Eficacia” según los países. Ese renglón también puede
hacer feliz al personal. No todo ha de ser “Y en la Arcadia yo” (“Et in
A rcadia
ego”, como en el
cuadro de Poussin. Y los que vengan detrás que arreen.
viernes, 19 de abril de 2024
VUELVE EL CAPITÁN NEMO
Muchos
pueblos han acuñado en su imaginario una guerra que ganan. O si no idean héroes
culturales, y guerreros míticos que originan orgullo étnico, y a veces nacional,
a partir de victorias o, en su defecto, de relatos hinchados. Los indígenas
yanomamis de la Orinoquia alentaban mucho la figura de sus waiteri,
hombres duchos en la batalla. Pero todo eso y más reposa en los anaqueles del
tiempo, mientras nuestra época se llena de una especie de psicosis de guerra generalizada.
No se sabe quién es el enemigo, salvo que no lo sea el encarnado por las propias
bombas, ente ellas las nucleares. Las guerras abiertas en este momento parecen
insignificantes si no llevan algo atómico. Es como mentar el Armagedón y
comerse un helado de vainilla. Y eso será porque hay interés en presionar a los
habitantes de este planeta con la amenaza de lo que va a venir. Hay que armarse
como si no fueran suficientes, además de los parques atómicos, los miisiles intercontinentales,
hipersónicos, y hasta hiperbáricos, los que donde explotan derriten todo. Y por
supuesto no es suficiente la Inteligencia Artificial que selecciona objetivos,
o sea víctimas, y que, cuando se alcanzan, nadie tiene la culpa. A un robot no
se le puede juzgar ni vale la pena meterlo en la cárcel, ya está dentro de
ella. Pues bien, además de por tierra y por aire, y por el espacio, ahora los
drones invanden el océano. Son los UUV, (Vehículoss subarinos no tripulados)
que podrían destruir los sistemas productivos y nerviosos de medio mundo. Desde
tuberías de gas y petróleo a esos cables que llevan el internet bajo las aguas.
Y los datos, la desconocida “nube” submarina donde reina el nuevo capitán Nemo.
viernes, 8 de marzo de 2024
AHORA A POR LOS YANOMAMIS
Para Lula,
el presidente brasileño, está claro el genocidio que se cierne sobre los
yanomamis. Se manejan cifras recientes de hasta quinientos muertos yanomamis en
el Estado de Roraima. La causa es su desnutrición y el acoso incesante de la
minería ilegal. En tiempos de Bolsonaro, el anterior presidente brasileño, había
generales que se quejaban de las “restricciones” de rutas aéreas y desarrollo
ulterior en la Amazonia y todo por preservar a unos puñados de indígenas. Lula
ha querido rectificar tantos abusos contra sus paisanos, los yanomamis. Pero con
todo ha de seguir batallando mucho contra los defensores de una Amazonia explotada
sin remisión. Estorban los árboles, los animales y los indígenas. Otra vez quiere
ganar el Matrix ideal de los explotadores: los que van a dejar una tierra yerma,
robados sus pobladores originarios sus mitos y sus riquezas naturales. Paso a
paso, otro gran salto abismal de nuestra especie.
viernes, 2 de febrero de 2024
ESTE ES EL DÍA DE LA MARMOTA
Hoy 2 de
febrero, aparte de la Candelaria y sus velas, es el día de la marmota. Y una
oportunidad para dar la razón a los mayas, y otros pueblos indígenas, que sabían
que el tiempo se repite. En clave de humor eso enseña “El día de la marmota”,
del director Harold Ramis y los impagables Bill Murray y Andie MacDowell. Pero
al margen de esa ficción es verdad que hoy -y así desde 1887- en Punxsutawney,
un pueblo de Pensilvania (Estados Unidos) una marmota es invitada a salir de la
madriguera donde hiberna. Si esa marmota, bautizada como Phil, ve su sombra significará
que seguirá el invierno por otras seis semanas más. Si no ve su sombra será bienvenida
la primavera anticipada. No es un sistema científico de predicción, aunque da
igual lo que salga allí con todo el mundo queriendo divertirse a toda costa. No sin algún temor. ¿Y el bucle del tiempo? Eso
ha de existir. Y el cambio climático, por ejemplo, es otra injusticia, y más
cierto aún que la pertinaz sequía.