Ormuz no es un Estrecho cualquiera, y menos llevando el nombre del dios que fue eterno contrincante de Ahriman. Viejos tiempos iranios del buen Zaratustra... Había ya petróleo entonces pero servía de forma natural para arder como fuego sagrado. Ahora elf fuego es el de los torpedos. Y oculta una guerra larvada de este mundo. El petróleo no se come pero es poder. En España tuvimos un político singular que fue director de RTVE, Adolfo Suárez, quien, cuando llegó a ser presidente del gobierno, se preocupaba mucho por Ormuz. Le conocí en Roma en 1969 cuando él visitaba al omnipotente Ettore Bernabei, presidente de la RAI. Ambos sabían la importancia de las radiotelevisions públicas en países siempre tendentes a la disgregación y al chiringuito. Hoy RTVE bajo la administración provisional única, exclusiva y casi infinita como ciertas piscinas. si no ciénagas, espera, con sus peores resultados de la historia, su redención democrática o,, si se prefiere,, un poquito de ecuánime reforma. Todo es posible por Ormuz, o en su defecto por Ahriman.
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