Cuando la regeneración
se dilata -será por el calor- continúan sus miasmas, los propios de una cierta
degeneración. Nada nuevo bajo el sol estival de España. La división
sociopolítica española lleva una y otra vez a las trincheras donde sálvese quien
pueda. La buena noticia es que los amables europeos consideran que África no
empieza en los Pirineos, sino algo más abajo. Y por tanto nos ayudan con
nuestra deuda que, en vez de generar una quiebra, conforma un pagaré para las
siguientes generaciones. Llega el
tiempo, pues, del tinto de verano, arriba los corazones (y los hígados).
sábado, 19 de junio de 2021
LA RE-DEGENERACIÓN
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