viernes, 11 de febrero de 2022

PAJARRACOS Y PAJARITOS

 En esta época indecisa entre la paz y la guerra, la mejora del mundo y sus gentes o dar un poco de maquillaje al gran virus de  la desigualdad, cabe recordar “Pajarracos y pajaritos” (1966), una increíble película de Pasolini. Tan increíble que fue prohibida por el franquismo y no se estrenó hasta 1979. Era y es una fábula, con toda la inocencia de un autor que sobrepasaba las contingencias políticas y estéticas, y hacía en este caso un filme  conscientemente inverosímil. Relata la perplejidad ante un mundo donde ya las grandes  ideologías no parecían poder curar los males del mundo. Entonces Pasolini recurre a un cuento, protagonizado por un padre y un hijo (nada menos que Toró y Ninetto Davoli), que caminan por la desolada periferia de Roma. Van dialogando y desde luego no resuelven los problemas existenciales, pero tampoco lo hace el tercer protagonista que es un cuervo parlante. Se creyó que ese cuervo debía ser marxista, pero Pasolini ya sabía que es una figurea primordial en muchas culturas, el héroe burlón, el trickster, el que reordena el caos. Pasolini tampoco se arredra sabiendo  que por lo general el mundo se divide en pajarracos y pajaritos, y que las metas importantes de la humanidad siguen pendientes.

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5 comentarios:

PF dijo...

Buenos días,

Al cantar de “Pío, Pío que yo no he sido” las desigualdades se acrecientan, ya desde Adán y Eva y su fatídica manzana parece que todo deber verse desde esa dualidad del bien y el mal, en la que a algunos tanto les beneficia que creamos, y que se tiende a inculcar desde la más tierna infancia.

Y los pájaros no iban a librarse de ello, de lo bueno y lo malo de sus augurios, así Constantino Cabal es sus Dioses de la muerte señalaba que el cuervo es fatal cuando ronda un enfermo, aclarando que incluso para los vaqueiros, cuando dos cuervos se besan, aseguran que muere un matrimonio. Aun sin besarse, si rondan las casas, estos pajarillos traen fatalidades cuando van crascitando los “rebaños” a últimas horas de la tarde, aunque bueno, esto se dice de seres tan delicados como las mariposas negras o de los aullidos de los perros, aunque sea porque venga el cartero a traer algún recibo de luz, que eso sí, en estos tiempos puede ser un mal auspicio. Por el contrario, en Dioses de la vida el mismo autor, narra como el cuervo puede ser augurio de la nieve, ya se sabe “año de nieves, año de bienes”, llegando a decirse en el occidente de la región:
“Cuando el cuervo va para la mar, va a nevar,
cuando el cuervo va para la sierra, es que no nieva.”

Y lo peor de todo, es que esas metas, sin ser fatalista, seguirán pendientes, como esa pregunta del cuento popular titulado: ¿Dónde irá el buey que no are?
Se contaba que un hombre pobre tenía un buey muy guapo y lucido. Le trataba muy bien, pero había mucho que trabajar. A un señor rico en el mismo pueblo le gustaba el buey, el pobre no quería venderlo, pero al final no tuvo otro remedio que hacerlo.
Pasado un tiempo, se encontraron bebiendo el nuevo buey del pobre y el del rico, y el primero le dice al segundo:
—¡Estarás bien contento!, ahora estás en casa de rico y no tendrás mucho que trabajar. En cambio, yo, aunque no me tratan mal, tengo mucho que laborar.
Y respondió el del rico:
- ¿Te acuerdas de aquel dicho que nos decían cuando éramos jóvenes y hacíamos grandes planes? ... “No te hagas grandes ilusiones, pues, ¿dónde irá el buey que no are? ¡Al matadero!”


Así si vimos nubarrones en enero, a esperar las nevadas en febrero, pero al menos que nos cojan con las dos capas y el sombrero.

Un saludo,
Patricia Fernández

Luis Pancorbo dijo...

Qué bueno, Patricia, cuanto rescatas, con plena vigencia, de las entretelas literarias y etnográficas de Asturias. Y vas haciendo un Bestiario que, lejos del viejo patrón de Esopo, es muy ilustrativo del hoy día. Y al cuervo lo clavas. No es sólo "Cuando el cuervo va a la mar va a nevar...", sino que, al margen de los meteorólogos, nos recuerdes que no se ha perdido del todo el son de la vieja tierra. Esa tierra que ahora va a golpe de algorritmos. Gracias, Patricia, por traernos a Constantino Cabal y a tantos byeyes astures y sabios.
Un abrazo
L.

P.D.
La película que comentaba de Pasolini lleva la música de un Ennio Morricone más ácido, dado el tema, de aquel oboe suyo de "La Misión", o de la ironía que derramó en loswesterns de Serrgio Leone...

B Fernandez dijo...

¿Qué cuervos? ¿Los qué tienen mala prensa y no solo en Occidente? Los cuervos como seres capaces de anticipar noticias, y no solo malos presagios, se encuentra en muchas culturas, pero los cuervos de los haida no parecen los mismos que los cuervos de los japoneses, o que, la dualidad entre cuervo y paloma entre nosotros.

Pero si de aves hablamos, también podemos mencionar la oca sagrada, consagrada al dios Amón por los antiguos egipcios, y como no, al pavo real y al yazidismo. Cuánto sufrimiento desde siglos han arrastrado los yazidíes por adorar a un pavo, aunque sea real.

Son estos tiempos problemáticos para las aves y hasta para los humanos. La gripe aviar está al acecho, y a los que mandan no les tiembla el pulso en eliminar por miles al menor estornudo, tal vez la cosa no allá cambiado tanto. En San Agustín podemos encontrar: “…Y, en cuanto a los que se mantienen ocultos, así como no es lícito descubrir a los adúlteros con el adulterio ni a los homicidas con el homicidio ni a los hechiceros con hechicerías, del mismo modo, tampoco debemos buscar a los mentirosos por medio de mentiras…”

Frazer en La rama dorada lo expresaba así:
“… El avance del conocimiento es una progresión infinita hacia una meta en constante alejamiento. Mas no debemos quejarnos de la prosecución sin fin:

Fatti nos foste a viver come brutti
Ma per seguir virtute e conos cenze

Grandes cosas resultarán de este proseguir continúo, aunque nosotros no las aprovechemos …”

Esperemos qué los cuervos nos permitan ver el bosque.

Saludos,
Benito Fernández

Luis Pancorbo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Luis Pancorbo dijo...

Realmente es así, Benito, el cuervo es figura sobresaliente y versátil en las cultiras. No sólo entre los haida del Noroeste de Canadá, sino entre los kwakiutl que el propio Lévi-Strauss conoció y cuyas mitologías estudió a fondo. Y dando siempre una lección de relativismo cultiural.
Y ahí anduvieron, o volaron, la paloma, o el pavo real, sin hablar de Ra Horakhti, el Horus del Ho5izonte, represnetado con cabeza de halcón en el antiguo Egipto.
Uno, aquí y ahora, se ha puesto a recordar esa inusutada película de Pasolini "Uccellacci e uccellini" ("Pajarracos y pajaritos") no sólo porque el cuervo parlante es protagonista, sino por el espíritu de afrontar la contradicción que tiene. Y que honra a Pasolini, que lo mismo criticaba las ideologías frustradas, que el incipiente y genocida consumismo, o el fascismo aún más patológico ("Saló"), o la religión católica tan alejada de su fundador. El título que puso a su filme al respecto fue "Il Vangelo secondo Matteo", pero aquí el franquismo censor lo admitió como "El Evangelio según San Mateo", y ahí mismo corrompió el mensaje y la intención de Pasolini.
Pero ahora, cuando suenan otros tambores de guerra, y de mucho gas, desde luego que hay todavía una pelea desigual entre pajarracos y pajaritos.

Un abrazo
L.