jueves, 24 de septiembre de 2009

DARWIN

Aunque en España lo que más se lleva es despellejar a los ciudadanos (y despellejarse entre sí), siempre nos quedará Darwin. Hay tres motivos de consuelo, o tres sugerencias para celebrar a una persona que trabajaba en aras de la verdad no sólo de una prima suya, o de un colega de su pueblo. Se trata de un libro, una película y una exposición.
1) El libro es "The Greatest Show on Earth" (Bantam, 2009) , de Richard Dawkins, el polémico biológo, divulgador, y defensor extremo de la teoría de la evolución: "Si Thomas Huxley era el bulldog de Darwin, Dawkins es su pit bull". Eso dice The Guardian y es lo mínimo porque en Estados Unidos un 40% de la gente cree en la Creación: "Los que niegan la evolución deben estar mal de la cabeza si creen que la Tierra fue creada hace menos de 10.000 años".
2) La película es "Creation", de Jon Amiel, y tiene un aspecto magnìfico en cuanto a realización (nada menos que presentar el comienzo de la vida y sus procesos evolutivos). No es sólo un homenaje a Darwin sino a sus ideas tamizadas de agnosticismo ante la gran pregunta: ¿Quién?.
3) La exposición es "Endless Forms" ("Interminables formas"), con el subtítulo "Charles Darwin: Natural Science and the Visual Arts", en el Museo Fitzwilliam de Cambridge (Reino Unido) ya sólo hasta el 4 de octubre. Todo un homenaje visual de gran categoría para conmemorar el 150 aniversario de la publicación de "El origen de las especies" donde los grabados de cíclopes de un ojo parecen más ciertos que evoluciones constatadas de seres reales.
Otras sugerencias e informaciones:
http://www.luispancorbo.com/
http://www.otrospueblos.com/

domingo, 6 de septiembre de 2009

Lluvia roja

Llueve de color rojo, pero no es sangre, sino arena. Eso impresiona al escritor holandés Cees Nooteboom en Menorca. En Honduras hay un lugar donde llueven peces, y en algunos lugares de África han visto caer ranas del cielo, incluso escorpiones en Namibia, previamente levantados por el viento. "Lluvia roja" se lee con fruición: encierra toda una vida viajera y no, porque el autor también sabe sentarse, por ejemplo en Menorca, a ver llover de color rojo. Otro día lloverá de color verde, eso no vendría mal a esa isla y al resto de tierra firme española.

Otras sugerencias en:
www.luispancorbo.com
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